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Nueva Coordinación en el Equipo de Trabajo de Vacunas en el Ámbito Comunitario

Desde este mes de abril, la coordinación del ​E​quipo de ​Trabajo de Vacunas en el Ámbito Comunitario​ ​h​a pasado a ser compartida por los Vocales ​de AEC​, Noelia Barrado García​ (Extremadura) y Jesús Iván Hernández Valladares​ (Canarias),  Equipo de trabajo del que​ en los últimos años ha sido coordinador Alejandro García Pérez​ ​a quien, tanto AEC como los miembros del grupo de trabajo, agradecen su labor de coordinación e implicación​.

 

​Los nuevos coordinadores del grupo, Noelia Barrado García y Jesús Iván Hernández Valladares​, ​g​estionarán el grupo ​manteniendo la formación sobre vacunas al alcance de profesionales y ​p​oblación, en línea con las estrategias de promoción de la salud y prevención de la enfermedad, seña de identidad de las enfermeras comunitarias​.

 

¡¡Gracias Alejandro!!

¡¡Bienvenidos Noelia e Iván!!

La AEC en el Día Internacional de la Atención Primaria "La salud es demasiado importante para estar tan solo en manos de las/os denominadas/os profesionales de la salud"

 

Día Internacional de la Atención Primaria

12 de abril de 2024

 

                                                            “El derecho es el conjunto de condiciones que permiten a la libertad de cada uno acomodarse a la libertad de todos.”

Immanuel Kant[1]

            Se dice que no se le pueden poner puertas al campo para expresar la inutilidad de una medida que pretende restringir la libertad de alguien o algo.

            Desde esta premisa vale la pena plantearse si el mantra que, con tanta insistencia como inconsistencia, se repite al hablar de la Atención Primaria (AP) como la puerta de entrada al Sistema Sanitario, realmente tiene algún sentido o bien se trata de una forma de restringir o controlar el acceso de la población a un recurso comunitario tan importante como es la AP. Se puede intentar rebatir este planteamiento argumentando que se trata de una puerta abierta permanentemente. Pero no deja de ser paradójico que para ello se utilice un concepto que, tal como lo describe la RAE, es un “armazón de madera, hierro u otra materia, que, engoznada o puesta en el quicio y asegurada por el otro lado con llave, cerrojo u otro instrumento, sirve para impedir la entrada y salida”. De tal manera que, al ponerle puerta a la AP, aunque se diga que permanece abierta siempre se tiene la opción de cerrarla. Por lo tanto, se está contradiciendo uno de los principios básicos de la AP como es la accesibilidad.

            En el Día Internacional de la AP, nos gustaría plantear una perspectiva mucho más abierta, sin puertas, barreras, dificultades… que limiten real o teóricamente el acceso a la atención directa y de calidad. Desde la Asociación de Enfermería Comunitaria (AEC), consideramos que los Centros de Salud de la AP, deben ser identificados y valorados como Activos para la Salud por parte de la ciudadanía, en las comunidades donde viven, conviven, trabajan, estudian… Activos que, junto a otros activos y recursos de la comunidad, deben poderse identificar, coordinar, articular… para generar salud individual, colectiva y comunitaria a través de la participación real de la propia comunidad, la toma de decisiones compartida, el consenso y la corresponsabilidad. Para ello resulta imprescindible eliminar cualquier elemento, real o virtual, que suponga una percepción de dificultad o una necesaria petición de permiso para acceder, en este caso, a la AP.

            La AP, que es un ámbito de atención en el marco de la Salud Pública y Comunitaria, no puede quedar limitada a un ámbito de asistencia ligado a la enfermedad, como lamentablemente ocurre en muchas ocasiones. No se trata de “permitir” el acceso a la AP cuando la persona se sienta enferma. Tal como decía Hipócrates[2] “es mucho más importante saber qué persona tiene la enfermedad que, qué enfermedad tiene la persona”. Es necesario prestar una atención que huya de estándares que plantean una salud prêt-à-porter[3] para hacerlo de manera personalizada, individualizada y adaptada a las necesidades reales de cada persona como si se tratase de “alta costura”, como paso previo a la atención comunitaria, debiendo tener en cuenta que la Salud de una comunidad es mayor a la suma de la salud de sus miembros

            Resulta imprescindible trabajar para que la denominación de Centro de Salud, que identifica a la AP, adquiera sentido y coherencia y no sea tan solo un ejercicio de marketing sanitario que lo único que logra es desvirtuar el concepto de salud que instrumentaliza.

            Centrar el foco en la enfermedad en lugar de en la Salud, supone otra barrera de acceso a la AP al acotarla tan solo a una parte de la comunidad que a pesar de su “condición de enferma” no es esencialmente quien más necesidades de salud tiene. Dejar a gran parte de la ciudadanía al margen por entender que está sana y no requiere de asistencia, conduce a obviar, ignorar u olvidar que sí precisa atención para promocionar, mantener o mejorar su salud.

            Si desde la AP se siguen enviando mensajes equívocos que sitúan a la salud como un concepto dicotómico de la enfermedad y sobre la que la población tiene poco o nada que decir, y mucho menos que decidir, la AP enferma y se convierte en un reducto asistencialista que favorece la dependencia del sistema al actuar desde esa perspectiva de acceso primario con la que se le identifica. Porque cuando hablamos de una atención primaria, no nos referimos a una atención menor por ser excesivamente sencilla o falta de complicación, sino porque constituye una atención fundamental.

            Por otra parte, la AP no depende tan solo de los decisores políticos. Depende de todas/os las/os que configuran la comunidad de la que forman parte. No se puede seguir pensando que todo depende de otras/os. Profesionales, agentes de salud, líderes comunitarios, ciudadanía en general, deben participar activamente en la configuración de la AP y deben hacerlo, además, identificando y valorando la singularidad de la comunidad a la que pertenecen. Sus normas, tradiciones, cultura, valores, creencias… así como la diversidad aportada por otras culturas, resultan fundamentales en la forma en que se construya la AP, para que la atención prestada sea fundamental.

            No existe, por tanto, un modelo único de AP que sirva para todos en cualquier momento, contexto o circunstancia. La adaptación al medio, la diversidad, la diferencia… nunca deben considerarse como debilidades o amenazas, sino como oportunidades de aproximación a las necesidades y demandas de salud de la comunidad, en sociedades dinámicas.

            La salud, además, es demasiado importante para estar tan solo en manos de las/os denominadas/os profesionales de la salud. Porque profesionales de la salud son también aquellas/os que, perteneciendo a otros sectores de la comunidad, aportan una mirada disciplinar muy valiosa para la salud colectiva. Y quienes desde su condición de ciudadanas/os, más allá de una pertenencia disciplinar o profesional concreta, tienen la capacidad de participar, aportar, coordinar, liderar… procesos de salud comunitaria.

            El pasado día 7 se celebró el Día Mundial de la Salud con el lema “mi salud, mi derecho”. Ese derecho individual, pero al mismo tiempo colectivo, del que todas/os somos responsables y que debe ser interiorizado desde una decidida apuesta por su abogacía, comporta una defensa de la libertad, la equidad, la igualdad y en contra de la vulnerabilidad, la pobreza, la desigualdad, la injusticia… resultando imprescindible analizar, reflexionar, debatir, consensuar… sobre ello, si queremos que la Salud siga siendo parte de la AP como un concepto vital y no tan solo como un eufemismo.

            Los cuidados, como patrimonio universal de la humanidad y como sostén fundamental de la salud que son, deben ser identificados, reconocidos, valorados… como referente indiscutible de la salud comunitaria desde la AP. Cuidados profesionales y cuidados familiares que es preciso coordinar para lograr una necesaria y real continuidad que trascienda al deseo o la intención de hacerlo. Las enfermeras comunitarias que trabajan en AP lideramos las intervenciones, acciones, estrategias, proyectos… que permiten visibilizar la trascendencia de los cuidados para la salud y contribuyen a la salud de los cuidados, trabajando de manera transdisciplinar y transectorial.

            Así pues, hoy, Día Internacional de la AP, es el día de todas/os quienes dan sentido a una AP abierta, accesible y universal. Una AP de todas/os cuantas/os configuran la comunidad a la que se deben y con la que contribuyen a conseguir contextos, personas y comunidades saludables.

 

¡¡Feliz Día Internacional de la AP!!



[1]Filósofo prusiano de la Ilustración. (1724-1804)

[2]Prestigioso médico de la Antigua Grecia que ejerció durante el llamado siglo de Pericles. (470 a.C. 360 a.C.)

[3]Prêt-à-porter es una expresión francesa que significa textualmente Listo para llevar. Se refiere a las prendas de moda producidas en serie con patrones que se repiten en función de la demanda; es por tanto la moda que (con diferentes calidades y precios) se ve en la calle a diario.

 

¡¡No te lo pierdas!! I Mercadillo de Salud Comunitaria de La Rioja

???Desde el Centro de Salud de Arnedo y Ayuntamiento de Arnedo nos invitan a participar en el “Primer Mercadillo de Salud Comunitaria de La Rioja” que tendrá lugar mañana, 12 de ABRIL. 

 
 Contarán con diferentes carpas/puestos de salud con multitud de actividades, talleres y los mejores consejos sobre promoción y prevención de la salud. 
 
- Alimentación saludable. ??
- ⁠Ejercicio Físico. ??‍♀️?‍♂️
- ⁠Alcohol, tabaco, vapeo y otras drogas. ??
- ⁠Infecciones de transmisión sexual y anticoncepción. ??
- ⁠Alfabetización en salud. ??‍?
- ⁠Envejecimiento saludable. ???
- ⁠Cribados poblacionales y vacunación a lo largo de la vida. ??‍♀️?‍♂️??‍♂️??‍♀️
- ⁠Aplicación Rioja Salud??
- ⁠Bienestar emocional ?‍♀️?
- ⁠Prevención secundaria. Hipertensión, diabetes y colesterol. ❤️??
- ⁠RCP y atragantamientos. ?❤️
- ⁠Colegios profesionales a tu lado. ??‍⚕️
- ⁠⁠Sociedades científicas. AEC, srmFYC, PACAP.
- ⁠Instituciones y asociaciones de Arnedo. ?️?‍?‍?‍?
 
Y mucho más!! ➡️ 
 
Paseo saludable mapeando activos, teatro infantil????, almuerzo saludable?, HIIT ??, suelo pélvico, marcha nórdica ?‍♀️, pilat walk, higiene postural y estiramientos, ???charanga de música, exhibición perros de rescate ?, flashmob popular ?, carrera por la salud 3K ??‍♀️, rifa comunitaria con premios saludables y especiales ‼️ 
 
Horario‼️10:00 a 14:00 y de 16:30 a 20:00 en la plaza de España de la ciudad de Arnedo. 
 
Os adjuntamos el programa.
 
¡¡¡No os lo perdáis!!!!     
 
¡Estáis todas invitadas!

7 de abril "Día Mundial de la Salud"

7 de abril

DÍA MUNDIAL DE LA SALUD

Vivir de forma autónoma, solidaria y feliz

“No es una buena medida de la salud estar bien adaptado a una sociedad profundamente enferma"

Jiddu Krishnamurti[1]

 

Sin duda los efectos que sobre la salud global están generando la pobreza, la guerra o las desigualdades, son razones suficientes, aunque no únicas para detenernos, aunque tan solo sea por un día, a valorar qué es lo que significa una palabra que todos reconocemos y que tan poco conocemos y valoramos.

Algo como la salud que concita tanto consenso, en cuanto a la importancia que a la misma se le da, cuanto menos en apariencia y en el discurso que se genera a su alrededor, y que sin embargo tanto se descuida e incluso tanto se maltrata en cuanto a hechos o acciones tendentes a promocionarla, conservarla o reponerla. Más aún cuando, tal como nos recuerda el lema de este año, es un derecho de todos y para todos.

Pero lamentablemente la salud es utilizada, manoseada, manipulada y distorsionada en función del interés que en cada caso se tenga, Por lo que, no se trata tan solo de identificarla salud como un valor, un derecho o una oportunidad. Hay que trabajarla, defenderla y reivindicarla.

Sin embargo, lo que se utiliza realmente no es la salud, sino la palabra con la que identificamos a la misma, que en ningún caso supone que todos entendamos lo mismo sobre lo que significa, ni lo que aporta, ni lo que determina. Porque la salud es en sí misma una opción, una responsabilidad, una oportunidad, una ilusión, una condición, una solución, una demanda, una necesidad… según quién o quiénes la utilicen, la busquen, la interpreten, la analicen, la verbalicen, la incorporen, la trasladen, la coordinen, la gestionen o incluso la compren o vendan. Pero nunca nadie puede elegir la posibilidad de lo que realmente es, un DERECHO individual y colectivo.

En una sociedad altamente competitiva en la que la inmediatez, el individualismo, el hedonismo y la mercantilización lo impregnan todo, la salud se convierte en un bien de consumo más, sin que se trabaje para generar con ella o a través de ella, igualdad, tranquilidad, bienestar, equilibrio y solidaridad.

De resultas, nos hemos convertido todos, en mayor o en menor medida, en traficantes de salud.

Así pues, la salud, como sucede con otros derechos fundamentales como la justicia o la equidad quedan reducidos a meros conceptos idealizados y deseados, pero a los que resulta complicado acceder en igualdad de condiciones como consecuencia del contexto y los determinantes que en el mismo se presenten, lo que determinará claras diferencias tanto en el acceso como en la percepción que de la propia salud tengan las personas. Más aún cuando desde los sistemas sanitarios toda la atención y la asistencia se presta a la enfermedad, usurpando además a la comunidad su derecho a decidir sobre su salud, desde el paternalismo, el protagonismo y la imposición profesional.

La salud debe ser identificada, como un derecho indiscutible, pero también como un bien al que poder acceder desde la autogestión, la autodeterminación, la autonomía y el autocuidado.

Para ello resulta imprescindible que la salud desplace de manera clara a la enfermedad. Tan solo situando a la salud como objetivo y no como resultado esperable o deseable con el que hacer negocio o especular, y desde un abordaje de participación directa, seremos capaces de generar entornos, poblaciones y contextos saludables donde la salud forme parte de la convivencia y no sea tan solo una vivencia puntual, anecdótica o casual ligada a supuestos y estereotipados estados de bienestar.

Es necesario seguir celebrando el día mundial de la salud como una fecha en la que acordarse que existe, pero desde un compromiso firme por parte de todos para que se incorpore como referencia indiscutible en todas las políticas. Ello que supone un cambio radical en cuanto a su identificación, abordaje, tratamiento, planificación, accesibilidad, desarrollo y evaluación, sino queremos que quede todo reducido a una fecha más en el calendario de celebraciones mundiales que nos recuerde que existe, aunque cada vez tenga menos sentido y se utilice, una vez más, como escaparate de propaganda en el que escenificar reconocimientos cuyo único objetivo es el de maquillar las carencias derivadas de la falta de decisiones necesarias, deseadas y valientes que sitúen a la salud como derecho y objetivo a alcanzar y no como medio para lograr fines que nada tienen que ver con la salud de las personas, las familias y la comunidad.

Los aplausos, como los reconocimientos, pierden todo su valor sino van acompañados de acciones que den verdadero sentido a la salud, que es lo que realmente necesita la ciudadanía.

Discutir con la realidad es doloroso, tal como dice Byron Katie[2], admitirla sin hacerlo es renunciar a mejorarla.

Ahora más que nunca la SALUD adquiere una dimensión más allá de la sanidad y la asistencia. Una dimensión integral que, de sentido a la vida en cualquier ciclo vital, entorno o contexto, al margen de diferencias sociales, culturales, religiosas o sexuales, disfrutándola en equilibrio y convivencia como un bien común que determine responsabilidad individual y colectiva y no como una obligación impuesta en oposición a la enfermedad exclusivamente. Como un derecho que hay que defender y compartir, promocionar y respetar, generar y mantener, desear y lograr desde la participación y la solidaridad, la ética y la estética, la técnica y el cuidado, la tecnología y el humanismo. Tan solo desde esta perspectiva, este planteamiento, este compromiso desde los que trabajamos desde Asociación de Enfermería Comunitaria (AEC), merece la pena reconocer y celebrar este día mundial de la SALUD como un derecho universal y accesible que nos permita vivir de forma autónoma, solidaria y feliz[3].

Las enfermeras comunitarias estamos comprometidas con la SALUD de las personas, las familias y la comunidad, trabajando con, por y para ellas a través de nuestros cuidados profesionales de SALUD, pero respetando su capacidad de decisión que forma parte inseparable del derecho a la misma.

 

 

[1]Escritor, orador, indio-estadounidense (1895-1986)

[2]Escritora y conferenciante estadounidense.

[3]Borrell-Carrió,F.Médico de personas. Jordi Gol i Gurina, 1924-1985, in memoriam. Atención Primaria, 2005. 35 (7): 339-41

 
 

RUTA ENFERMERA del Consejo General de Enfermería en Santa Cruz de Tenerife

Desde la organización colegial nos hacen invitación a la “RUTA ENFERMERA DEL CONSEJO GENERAL DE ENFERMERIA” en Santa Cruz de Tenerife. Esto es una campaña de visibilidad enfermera impulsada por el Consejo General de Enfermería de España, junto con el Colegio Oficial de Enfermeros de Santa Cruz de Tenerife.

Hacemos extensiva a todas/os las/os socias/os de AEC-Canarias la invitación a la “Ruta enfermera en Santa Cruz de Tenerife” que tendrá lugar del 8 al 11 de Abril, cuya inauguración se hará el 8 de abril en la explanada de la Avenida Marítima de Santa Cruz de Tenerife. Esta actividad trata de fomentar hábitos de vida saludables en la población y sensibilizar sobre el rol y las funciones de las enfermeras comunitarias.

Dentro del programa de actividades, el día 9 de abril, nuestro vocal autonómico AEC-Canarias, Jesús Iván Hernández Valladares, participará en una de ellas. 

Agradecemos la invitación y la disposición de la organización colegial para mantener la colaboración que siempre hemos ofrecido y prestado en los momentos que ha sido precisa y solicitada.