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Espacio AEC

 

Una prueba esperada pero no suficiente

 
El pasado día 8 de noviembre se publicaba en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la Resolución de 4 de noviembre de 2021, de la Secretaría General de Universidades, por la que se convoca la prueba objetiva correspondiente al acceso al título de Es- pecialista en Enfermería Familiar y Comunitaria.
Han tenido que transcurrir más de 10 años para que un derecho de las enfermeras, recogido en el Real Decreto de Especialidades de Enfermería de 2005, se haya hecho realidad.
Han sido años de muchas reuniones infructuosas, de promesas incumplidas, de excusas sin sentido, de engaños vergonzo- sos... En resumidas cuentas, de falta de voluntad política para dar respuesta a lo que nos correspondía por ley. No se trataba, por lo tanto, de ninguna concesión, de ningún regalo, de favores como los que están acostumbrados a negociar con otros. Se trataba de hacer cumplir aquello que nos correspondía y se nos negaba sistemáticamente.
Porque han sido muchos los equipos que en todos estos años han pasado por los Ministerios de Sanidad y de Universidades, pero todos ellos han actuado con idéntica actitud. Salvo, todo hay que decirlo, el equipo de la ministra de Sanidad Ma Luisa Carcedo, con Rodrigo Gutiérrez como director general de Ordenación Profesional y Faustino Blanco como secretario general de Sanidad, quienes, por primera vez, no tan solo nos oyeron, sino que tomaron decisiones eficaces para lograr que la convocatoria hoy sea una realidad, que ya no pudieron paralizar los equipos que les sucedieron, a pesar de su evidente y patente inacción y falta de voluntad.
Pero si bien es cierto que la toma de decisiones era importante en el logro de que la prueba se celebrase, no es menos cierto el que la voluntad firme y permanente de las sociedades científicas, Asociación de Enfermería Comunitaria (AEC) y Federación de Asociaciones de Enfermería Comunitaria y Atención Primaria (FAECAP), ha sido fundamental para que se lograse finalmente. Sin la decidida implicación, motivación y trabajo conjunto de ambas sociedades científicas, hoy seguiríamos como estábamos. La decisión de hacer un abordaje unitario, más allá de las diferencias que puedan existir entre ambas sociedades científicas, obtuvo su justo y merecido premio. Premio que es de y para las enfermeras comunitarias que han tenido que aguardar de manera injustificada largos años para ver cumplido su deseo de ser especialistas. Premio que, lamentablemente, a algunas enfermeras les llega demasiado tarde. Premio que ha supuesto frustración, indignación y desilusión ante los constantes e in- justificables aplazamientos. Premio que ha generado enfrentamientos totalmente evitables, pero que han producido posi- cionamientos radicales que resultará difícil reconducir. Premio que, lamentablemente, no se traducirá en la necesaria regulación profesional en una imprescindible ordenación de la Atención Primaria.
Puede que no sea el mejor momento para realizar la prueba, que no sea la mejor manera de llevarla a cabo, es cierto, pero es ahora y de la manera en que se ha propuesto como se ha logrado que sea una realidad. Por eso no podemos caer en la trampa, que a algunos les encantaría que cayésemos, de hacer de la prueba y de lo que la misma supone un elemento de conflicto entre las enfermeras. Se trata de afrontar su realización con la integridad, la fortaleza y la capacidad con la que todas y cada una de las enfermeras que tienen opción de realizarla, que les caracteriza. La experiencia, los conocimientos, las competencias, las vivencias... durante tantos años de ejercicio son un aval más que suficiente para lograr el resultado que todas esperamos, la especialidad de Enfermería Familiar y Comunitaria. Por lo tanto, es tiempo de autoestima, de ilusión, de confianza, de resiliencia...
Una vez alcanzado el objetivo de superar la prueba, sin embargo, no podemos caer en el error de pensar que ya está todo logrado. Muy al contrario. A partir de ese momento tenemos un escenario incierto ante nosotras que debemos revertir en certeza con firme convicción personal y posicionamiento científico.
Lograr la especialidad es tan solo, o ante todo, el primer paso para consolidar nuestro liderazgo en el ámbito comunitario en general y en la Atención Primaria en particular. A partir de entonces nos corresponde a las enfermeras comunitarias darle sentido a su contenido, evidencia a su existencia e identidad a su realidad. No podemos creer ni esperar a que sean otros quienes lo hagan, tenemos la obligación de hacerlo nosotras.
La pandemia, en la que tanto hemos aportado y en la que tanto hemos sufrido las enfermeras, nos deja un contexto de cuidados que debemos liderar con determinación y decisión trabajando de manera coordinada enfermeras especialistas y no especialistas para fortalecer la imagen que de nosotras se ha hecho la comunidad durante todos estos meses de dolor, sufrimiento y muerte. Una imagen que nos da visibilidad y nos identifica como valedoras de los cuidados profesionales, mucho más allá de los tópicos y estereotipos sociales que resulta imprescindible eliminar.
Nada ni nadie debe impedir que nuestro desarrollo quede limitado a la realización de una prueba que por importante que sea, que lo es, tan solo es eso, una prueba que nos habilita formalmente para hacer lo que ya hacíamos de manera no regulada o normativa. Se trata, por tanto, de que lo alcanzado no sea excusa para relajarnos o caer en el conformismo, sino todo lo contrario, para espolearnos a lograr una posición que vaya más allá de la alabanza para centrarse en la constatación de unas competencias claramente definidas y articuladas con las del resto de profesionales de Atención Primaria que permitan el necesario trabajo transdisciplinar.
Para que todo esto sea posible debemos identificar la indispensable aportación de las sociedades científicas como referentes de madurez profesional. No podemos seguir en la indulgencia, el aislamiento, la irrelevancia científica. Debemos ser claramente conscientes de la imprescindible e irrenunciable incorporación activa en sociedades científicas que las haga fuertes y referentes. Porque haciéndolo contribuiremos a que la Enfermería, como Ciencia, como Disciplina y como Profesión, sea igualmente fuerte y referente en las comunidades científica, académica y profesional a las que pertenecemos. Lo contrario nos situará en la irrelevancia, la invisibilidad y la subsidiariedad.
La AEC, como sociedad científica decana de la Enfermería Comunitaria, ha contribuido, en sus más de 27 años de existencia, a lograr una imagen reconocida y reconocible de las enfermeras comunitarias a todos los niveles, pero es imprescindible que dicha contribución se vea alimentada con la presencia de las enfermeras como parte de la misma, para darle la fortaleza necesaria que permita no solo consolidar lo alcanzado, sino también para alcanzar las máximas cuotas del liderazgo del que no podemos sustraer a las personas, las familias y la comunidad a las que atendemos.
Celebremos que podamos hacer la prueba que nos da acceso a la especialidad, pero celebremos aún más lo que supone lograrla para nuestro desarrollo y visibilidad a través de la AEC. ¡¡¡Os esperamos!!!
 
José Ramón Martínez Riera
Presidente de la Asociación de Enfermería Comunitaria (AEC)

Originales 1 - Evaluación de los factores de riesgo cardiovascular en los pacientes afectados de un evento coronario

Cómo citar este artículo:
Viedma Contreras S, Martínez Blanco N. Evaluación de los factores de riesgo cardiovascular en los pacientes afectados de un evento coronario. RIdEC 2021; 14(2):8-15.
 
Fecha de recepción: 24 de mayo de 2021.
Aceptada su publicación: 16 de septiembre de 2021.
 

Autores

 
1 Soledad Viedma Contreras 
2 Nuria Martínez Blanco
 
1 Enfermera Especialista Familiar y Comunitaria. Centro de Salud Hospital Provincial Pla. Departamento de San Juan de Alicante.
2 Enfermera Especialista Familiar y Comunitaria. Centro de Salud A Cuña-Mariñamansa. Área de Ourense.
 
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Resumen

 
Objetivo: evaluar el grado de control de los factores de riesgo cardiovascular en pacientes que han sufrido un evento cardio- vascular.
Material y método: estudio epidemiológico observacional, descriptivo y retrospectivo, en pacientes diagnosticados en la historia clínica con CIE-9 410.XX a 414.XX (referidos a cardiopatía isquémica) pertenecientes a los centros de salud de Almazora y San Agustín de Castellón de la Plana (n= 276).
Resultados: el cumplimiento de los objetivos de control de los factores de riesgo cardiovascular, según las guías de práctica clínica, no llegó al 50%. Las comorbilidades más frecuentes fueron: dislipemia (77,2%), hipertensión arterial (70,7%) y diabetes mellitus (40,1%). Respecto a los consejos de hábitos de vida saludables, según constaba en las historias clínicas, tan solo el 43,1% fue informado sobre la dieta y el 42,8% sobre ejercicio físico.
Conclusión: en este estudio realizado en el ámbito de la Atención Primaria, los resultados obtenidos revelan un deficiente control de los factores de riesgo cardiovascular.
 
Palabras clave:
factores de riesgo; cardiopatía isquémica; prevención secundaria; Atención Primaria; rehabilitación cardiaca; enfermedades cardiovasculares.
 

Abstract

 
Evaluation of cardiovascular risk factors in patients suffering a coronary event
 
Objective: to assess the level of control for cardiovascular risk factors in patients who have experienced a cardiovascular event.
Materials and method: an observational epidemiological study, descriptive and retrospective, in patients diagnosed in their clinical record with CIE-9 410.XX to 414.XX (related to ischemic cardiopathy), from the Almazora and San Agustín Primary Care centres in Castellón de la Plana (n= 276).
Results: the control target objectives for the cardiovascular risk factors, according to clinical practice guidelines, were only met by 50%. The most frequent comorbidities were dyslipidemia (77.2%), hypertension (70.7%) and diabetes mellitus (40.1%). Regarding advice for a healthy lifestyle, only 43.1% of patients received information about diet and 42.8% about physical exercise.
Conclusion: the results obtained in this study conducted in the Primary Care setting revealed an inadequate control of car- diovascular risk factors.
 
Key words:
risk factors; ischemic cardiopathy; secondary prevention; Primary Care; cardiac rehabilitation; cardiovascular diseases.
 
 

Introducción

 
Las enfermedades cardiovasculares (ECV) constituyen la primera causa de mortalidad en los países desarrollados (1). En el año 2016 causaron en España 119.778 muertes, con una tasa bruta de mortalidad de 258 por 100.000 habitantes (243 en varones y 273 en mujeres), lo que supone el 29% de todas las defunciones (2). De aquí a 2030, casi 23,6 millones de personas morirán por alguna ECV, principalmente por cardiopatías y accidentes cerebrovasculares (ACV). En concreto, la cardiopatía isquémica (CI) supone la primera causa de muerte en los varones y la segunda en las mujeres (3).
Las ECV provocan una disminución importante de la calidad de vida y una gran carga asistencial, así como un elevado gasto sanitario, que pueden verse disminuidas si se lleva a cabo una prevención secundaria. La prevención secundaria tiene como objetivo reducir el riesgo de un nuevo evento cardiovascular y/o la muerte y, por lo tanto, mejorar la supervivencia y la calidad de vida de estos pacientes (4).
Existen evidencias de que realizar un cambio en el estilo de vida, como abandonar el tabaco y llevar a cabo una dieta sana y equilibrada, disminuye la morbimortalidad cardiovascular en los pacientes isquémicos. El ejercicio físico y la rehabilitación cardiaca (RC) después de un infarto de miocardio reducen un 20-25% el riesgo de muerte (5).
El seguimiento del paciente con CI requiere un programa estandarizado. La Guía de la European Society of Cardiology (ESC) 2019, para el diagnóstico y el tratamiento de los síndromes coronarios crónicos (6), recomienda un seguimiento cada cuatro o seis meses durante el primer año, que posteriormente puede distanciarse de cuatro a 12 meses. En cada visita se debe obtener una historia clínica con exploración y analítica básica, y revisar los tratamientos (indicación, dosis, eficacia y efectos secundarios). Las directrices terapéuticas deben ser individualizadas, valorando el potencial beneficio en esa situación clínica, la respuesta clínica, los efectos favorables y la evolución. El electrocardiograma se considera necesario si hay cambios en la historia o en la medicación (7).
Los pacientes con antecedentes de ECV tienen mayor riesgo de padecer un nuevo evento, por lo que el seguimiento sistemático y una correcta estratificación de riesgo pueden ayudar a mejorar los resultados (7,8).
En este contexto, y con una estructura sanitaria diseñada para atender a pacientes con patología aguda, el manejo de la CI crónica es difícil para el profesional, un reto organizativo para la gestión y un problema de Salud Pública.
Los autores consideran importante llevar a cabo su trabajo como respuesta a la creciente demanda de recursos que requiere la CI, potenciando los nuevos papeles de enfermería para responsabilizar al paciente en sus cuidados, y destacando el pro- tagonismo de la Atención Primaria (AP) en el paciente crónico y el papel del cardiólogo como consultor clínico.
El objetivo principal del estudio es evaluar el grado de control de los factores de riesgo cardiovascular (FRCV) en pacientes que han sufrido un evento cardiovascular.
Los objetivos específicos consisten en: describir el perfil sociodemográfico de los pacientes, identificar la prevalencia de los FRCV, determinar la distribución de porcentajes de cada evento cardiovascular, describir la proporción de pacientes que han recibido consejos sobre hábitos de vida saludables y cuantificar los pacientes a los que se le ha realizado cuestionarios sobre tabaco o ejercicio físico.
 

Material y método 

 
Diseño del estudio
 
Estudio epidemiológico observacional, descriptivo y retrospectivo. La recogida de datos se realizó a través de la revisión de las historias clínicas electrónicas de cada participante. Se recogieron datos retrospectivamente del año posterior a la fecha de presentación del evento coronario y datos correspondientes al mismo año de la recogida de datos (31 julio de 2017 - 31 de julio de 2018). El estudio se llevó a cabo en dos centros de salud de la provincia de Castellón (centro de salud de Almazora y centro de salud de San Agustín).
 
Población y muestra
 
La población de estudio fue la perteneciente a las zonas básicas del centro de salud de Almazora y del centro de salud de San Agustín (Castellón de la Plana).
El centro de salud de Almazora atiende a una población total aproximada de 25.600 individuos, y está constituido por ocho médicos de familia, dos pediatras, seis enfermeras y una enfermera de pediatría.
El centro de salud de San Agustín atiende a una población total aproximada de 4.500 individuos, y está constituido por tres médicos de familia, un pediatra, dos enfermeras y una enfermera de pediatría.
La muestra se obtuvo aplicando los siguientes criterios detallados.
 
Criterios de inclusión
 
• Pacientes de 18 y más años.
• Pacientes asignados a los centros de salud de Almazora y San Agustín.
• Pacientes registrados en la historia clínica.
• Pacientes que tengan un seguimiento en el mismo centro de salud.
• Pacientes con un registro diagnóstico (CIE-9) identificativo de evento cardiovascular a día 31 de julio de 2018: 410 (Infarto agudo de miocardio); 411 (Otras formas agudas y subagudas cardiopatía isquémica); 412 (Infarto antiguo de miocardio); 413 (Angina de pecho); 414 (Otras formas de enfermedades cardíacas isquémicas crónicas).
 
Criterios de exclusión
 
• Pacientes institucionalizados.
• Éxitus.
• Pacientes con diagnóstico erróneo.
 
El número total de pacientes que han sufrido un evento cardiovascular entre el 31 de julio de 2018 y 1 de enero de 2000, en los centros de salud de Almazora y San Agustín ascendió a 394. Una vez aplicados los criterios de exclusión la muestra se quedó en 276.
 
Variables de investigación
 
Existen diversos factores que influyen en el pronóstico de la CI, por lo que a partir de ello se registraron las variables que se exponen en la Tabla 1.
 
 
 
Recogida de datos
 
Se utilizó el programa informático “Alumbra” para identificar del total de la población aquellos pacientes con al menos uno de los diagnósticos anteriormente citados. Este programa permitió obtener la información clínica inicial y poder hacer el registro del punto de partida de todas las variables a valorar.
 
Análisis de datos
 
Se creó una base de datos con el programa Access de Microsoft Office donde se almacenaron los datos extraídos de las historias clínicas. Para el análisis de los datos se utilizó el paquete estadístico SPSS y Epidat. Para el análisis de variables univariantes se calculó la estimación puntual y el intervalo de confianza al 95%.
 
Aspectos éticos
 
Se asegura la garantía de la confidencialidad y la protección de datos de manera informatizada con contraseña. La identificación de los pacientes es con un código alfanumérico al que solo el equipo investigador tiene acceso.
No se publicarán datos que puedan identificar a los participantes en la investigación que se llevará a cabo.
Este trabajo ha sido aprobado por el Comité de Investigación Clínica (CIC) y el Comité Ético de Investigación con Medicamentos (CEIm). Número de referencia del documento: 2018-16.
 

Resultados

 
Una vez aplicados los criterios de inclusión y exclusión, la muestra pasó de n= 394 a n= 276.
De los 276 pacientes, 206 pertenecían al centro de salud de Almazora y 70 al centro de salud de San Agustín. De ellos, 197 eran varones (71,4%) y 79 eran mujeres (28,6%).
El 91% de la muestra era de nacionalidad española, ocupando el segundo lugar la nacionalidad rumana.
Respecto al grupo de edad, comprendía desde los 32 años hasta los 90 años, siendo el grupo más numeroso el de 65 a 79 años, suponiendo el 47,1% del total (Gráfico 1).
En función de los diagnósticos registrados en la historia clínica, 213 pacientes padecían dislipemia (DL), 195 pacientes hi- pertensión arterial (HTA), 161 pacientes diabetes mellitus (DM), 42 pacientes enfermedad renal crónica (ERC), 38 pacientes fibrilación auricular (FA), 32 pacientes síndrome metabólico (SM) y 20 pacientes tabaquismo. El exceso de peso fue detectado a partir de los índices de masa corporal (IMC) también registrados en la historia clínica, hallándose 205 pacientes (Tabla 2).
En cuanto al cumplimiento de los objetivos de control de los FRCV según ESC 2019 (6), el 46,3% de los pacientes presentaba un buen control de la hemoglobina glicada (HbA1c < 7%); el 21,3% del colesterol LDLc (< 70 mg/dl); el 22,1% de la tensión arterial sistólica (TAS< 140 mmHg); el 44,2% de la tensión arterial diastólica (TAD< 90 mmHg); el 0,04% del IMC (18,5- 24,9 kg/m2) y el 0,02% del perímetro abdominal (H< 94 cm; M< 80 cm) (Gráfico 2).
En relación a los eventos cardiovasculares, el 49,6% padecía el diagnóstico de “Otras formas de enfermedades cardiacas is- quémicas crónicas”; el 42,8% “Angina de pecho”; el 34,4% “Infarto agudo de miocardio”; el 23,6% “Otras formas agudas y subagudas de CI” y el 17,4% “Infarto antiguo de miocardio”. Por otro lado, el 13,8% sufrió un ACV (Gráfico 3).
 
Gráfico 1. Grupos de edad
 
 
Gráfico 2. Control de factores de riesgo
 
Gráfico 3. Eventos cardiovasculares
 
Con respecto a los consejos de hábitos de vida saludables obtenidos de registros clínicos electrónicos, 119 pacientes recibieron información sobre la dieta, 118 pacientes sobre ejercicio físico, 91 sujetos sobre el cumplimiento farmacológico, 72 pacientes sobre FRCV y 55 personas sobre el hábito tabáquico (Tabla 3).
Para finalizar, los profesionales solo efectuaron los siguientes cuestionarios a los pacientes: al 0,7% el test de Richmond (motivación para dejar de fumar); al 1,4% el test de Fagërstrom (dependencia a la nicotina) y al 0,4% relacionados con el ejercicio físico.
 
 
 

Discusión 

 
En este estudio realizado en el ámbito de la AP, los resultados obtenidos revelan un deficiente control de los FRCV, al igual que se observó en el estudio del Grupo PRESENCIAP (4), ya que el 7,6% de los enfermos continuaba fumando a pesar de haber presentado un episodio cardiovascular y solo un 21,3% de los pacientes se encontraba con niveles de cLDL considerados aceptables. En lo que respecta a la TA, principalmente se observó un mal control de la TAS. En el estudio de Brevis Urrutia et al. (9) observaron que dentro de las comorbilidades que precedían el evento isquémico, un 76% de los pacientes sufría HTA; aproximadamente un 20-30% de los pacientes con enfermedad coronaria tenía DM conocida y al menos la misma proporción tenía DM no diagnosticada o una alteración de la tolerancia a la glucosa; un 56% era dislipémico; un 25% obeso; un 44% tenía hábito tabáquico y solo un 21% de los participantes realizaba algún tipo de actividad física.
La ECV más habitual en España según el estudio de Brotons (3) fue la CI, en el 59,7% de los casos, seguido de ACV en el 33,8% y enfermedad arterial periférica en el 6,5%.
En cuanto a las características sociodemográficas de los pacientes, en el estudio de Brevis Urrutia et al. (9), de los 63 pacientes que participaron, la edad promedio fue de 63 años, con mayor prevalencia de hombres, lo cual coincide con la literatura y con los presentes resultados, donde se señala que el ser mayor de 55 años y ser varón aumentan el riesgo car- diovascular, siendo características utilizadas para estratificar el riesgo coronario.
Los programas de RC son una intervención eficaz de prevención secundaria en la ECV (5-10). Se han evaluado distintos modelos de manejo llevados a cabo por enfermeras y se han observado beneficios significativos en relación con los FRCV, como por ejemplo tolerancia al ejercicio, control de la glucosa y uso apropiado de la medicación, junto con una reducción en la incidencia de eventos y mortalidad cardiacos, una mayor regresión de la aterosclerosis coronaria y una mejor percepción del paciente sobre su salud frente a los cuidados convencionales. Además, se ha demostrado la factibilidad de este tipo de programas en hospitales y consultas de AP, mostrando que no es necesario un centro especializado para poder realizar re- habilitación a los pacientes coronarios (7). Por otro lado, otros estudios defienden que, aunque se ha demostrado que la RC reduce la morbimortalidad cardiovascular (5-8), esta reducción no se ha apreciado en sus trabajos, probablemente debido a que se trata de pacientes de bajo riesgo y al reducido número de enfermos incluidos. Sin embargo, sí es eficaz en mejorar algunos aspectos relacionados con los hábitos saludables (3).
Los pobres resultados extraídos en el control de los FRCV son similares con los obtenidos en otros estudios (4,7), lo que obliga a reflexionar sobre los objetivos y estrategias terapéuticas aplicadas. Estos resultados sugieren que la prevención secundaria no ha sido incorporada a la práctica clínica diaria en esta zona básica de salud. Tal vez continúa vigente la percepción por parte de algunos profesionales de AP de que la CI es, exclusiva y únicamente, responsabilidad del cardiólogo (4).
La prevención secundaria se considera una intervención coste-efectiva tras un evento coronario, ya que mejora el pronóstico y reduce el número de hospitalizaciones sucesivas y los gastos sanitarios, a la vez que prolonga la vida; aunque se confirma el principio básico de la necesidad de un contacto continuo para lograr cambios en el estilo de vida y mejorar el conocimiento y la adherencia (11).
 
Limitaciones del estudio
 
Al tratarse la muestra de una población de un pequeño territorio en concreto, podría contener una falta de validez externa para extrapolar las conclusiones a otras poblaciones. También la falta de registro por parte de los profesionales de enfermería y medicina.
 
Propuestas de mejora y posibles líneas de investigación
 
Mejorar la coordinación del equipo multidisciplinar para un control y seguimiento adecuados, realizar una captación de pacientes con bajo seguimiento en AP y conocer el número de pacientes que requieren RC vs. pacientes que ya la han recibido.
 

Conclusiones

 
• El grado de control de los FRCV en pacientes que han sufrido un evento cardiovascular en el ámbito de la AP se considera deficiente.
• El perfil sociodemográfico se trata de un varón, entre 65 y 79 años de edad, de nacionalidad española.
• La prevalencia de los FRCV relacionados más frecuentes son DL, HTA y DM.
• El diagnóstico cardiovascular más padecido es el de “Otras formas de enfermedades cardiacas isquémicas crónicas”.
• Los cuestionarios realizados referidos al ejercicio físico o tabaco, y los consejos saludables recibidos, también se consideran deficientes.
 

Financiación

 
Ninguna.
 

Conflicto de intereses

 
Ninguno.
 

Bibliografía

 
[1] Organización Mundial de la Salud (OMS). La OMS revela las principales causas de muerte y discapacidad en el mundo: 2000-2019 [internet]. Ginebra: OMS; diciembre 2020 [citado 8 nov 2021]. Disponible en: https://www.who.int/es/news/item/09-12-2020-who-reveals-leading- causes-of-death-and-disability-worldwide-2000-2019
[2] Brotons Cuixart C, Alemán Sánchez JJ, Banegas Banegas JR, Fondón León C, Lobos-Bejarano JM, Martín Rioboó E, et al. Recomendaciones preventivas cardiovasculares. Actualización PAPPS 2018. Rev Aten Primaria 2018; 50 (1):4-28. Doi: http://doi.org/10.1016/S0212-6567(18)30360-3
[3] Brotons C, Soriano N, Moral I, Rodrigo MP, Kloppe P, Rodríguez AI, et al. Ensayo clínico aleatorizado para evaluar la eficacia de un programa integral de prevención secundaria de las enfermedades cardiovasculares en atención primaria: estudio PREseAP. Rev Esp Cardiol 2011; 64(1):13-20. Doi: http://doi.org/10.1157/13086317
[4] Grupo PRESENCIAP. Estudio de prevención secundaria de la cardiopatía isquémica en la atención primaria (PRESENCIAP). Atención Primaria 2001; 1(27):29-32. Doi: http://doi.org/10.1016/S0212-6567(01)78769-0
[5] Martínez González MA, Corella D, Salas Salvado J, Ros E, Covas MI, Fiol M, et al. Cohort profile: design and methods of the PREDIMED study. Int J Epidemiol 2012; 41(2):377-85. Doi: http://doi.org/10.1093/ije/dyy225
[6] The Task Force for the diagnosis and management of chronic coronary syndromes of the European Society of Cardiology (ESC). 2019 ESC Guidelines for the diagnosis and management of chronic coronary syndromes. European Heart Journal 2020; 41:407-77. Doi: http://doi.org/10.1093/eurheartj/ehz963
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[8] Alegría Ezquerra E, Alegría Barrero A, Alegría Barrero E. Estratificación del riesgo cardiovascular: importancia y aplicaciones. Rev Esp Cardiol Supl 2012; 12(C):8-11. Doi: http://doi.org/10.1016/S1131-3587(12)70039-0
[9] Brevis Urrutia I, Valenzuela Suazo S, Sáez Carrillo K. Efectividad de una intervención educativa de enfermería sobre la modificación de factores de riesgo coronarios. Ciencia y enfermería 2014; 20(3):43-57. Doi: http://doi.org/10.4067/S0717-95532014000300005
[10] Cano de la Cuerda R, Alguacil Diego IM, Alonso Martín JJ, Molero Sánchez A, Miangolarra Page JC. Programas de rehabilitación cardiaca y calidad de la vida relacionada con la salud. Situación actual. Rev Esp Cardiol 2012; 65(1):72-9. Doi: http://doi.org/10.1016/j.recesp.2011.07.016
[11] Aguilera Saborido A, Esteban Martínez F, Fernández Olmo MR, Mora Robles J, Otero Chulián E, Rus Mansilla C, et al. Seguimiento del paciente con cardiopatía isquémica en FASE III de Rehabilitación Cardiaca. Sociedad Andaluza de Cardiología 2017. Doi: http://doi.org/10.1093/eurheartj/ehw106
 

Originales 2 - Grupo de Ayuda Mutua y su relación con la calidad de vida en pacientes crónicos

Cómo citar este artículo:
Muñoz Torres TJ, Almazán García AC, Rocha Rodríguez MR, Ramírez Cruz MJ. Grupo de ayuda mutua y su relación con la calidad de vida en pacientes crónicos. RIdEC 2021; 14(2):16-22.
 
Fecha de recepción: 12 de junio de 2021.
Aceptada su publicación: 27 de septiembre de 2021.

Autores

 
1 Teresita de Jesús Muñoz Torres
1 Ana Cristina Almazán García
1 María del Rocío Rocha Rodríguez
1 María de Jesús Ramírez Cruz
 
1 Unidad Académica Multidisciplinaria Zona Media de la UASLP 
 
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Resumen

 
Objetivo: determinar la asociación del Grupo de Ayuda Mutua de Enfermedades Crónicas y la calidad de vida de los pacientes con padecimientos crónicos adscritos al Centro Avanzado de Atención Primaria a la Salud Puente del Carmen.
Método: estudio cuantitativo, descriptivo, correlacional, de corte transversal, con método no experimental y post facto. n= 21 pacientes adscritos al Grupo de Ayuda Mutua de Enfermedades Crónicas y 21 pacientes no adscritos; investigación realizada de febrero a mayo 2018. Se aplicó el instrumento WHOQOL-BREF con un α= 0,89. Se realizó el análisis de datos a través del Programa SPSS v.21, aplicándose estadística descriptiva e inferencial, específicamente, prueba t de Student para muestras in- dependientes con un IC del 95% y un p≤ 0,05.
Resultados: la prueba t de Student presenta un valor superior al resultado de “t” en tablas con una p> 0.05, por lo tanto, se aceptó la hipótesis nula.
Conclusión: los Grupo de Ayuda Mutua de Enfermedades Crónicas se relacionan con la calidad de vida; no obstante, pueden existir otros factores que influyen en el manejo y control de los padecimientos crónicos.
 
Palabras clave:
grupos de autoayuda; calidad de vida; enfermedad crónica; Atención Primaria de Salud.

Abstract

Association of a Support Group with quality of life in chronic patients
 
Objective: to determine the association between the Chronic Illness Support Group and quality of life in patients with chronic conditions affiliated with the Advanced Primary Care Centre Puente del Carmen.
Method: a qualitative, descriptive, cross-sectional correlation study, with non-experimental and post-facto method. The study included n= 21 patients affiliated with the Chronic Illness Support Group and 21 non-affiliated patients; research was conducted from February to May, 2018. The WHOQOL-BREF instrument was applied, with α= 0.89. Data analysis was conducted through the SPSS v.21 Program, applying descriptive and inferential statistics, specifically, Student’s t test for independent samples with a 95% CI and p< 0.05.
Results: student’s t test presented a value superior to the “t” result in tables with p> 0.05; therefore, the null hypothesis was accepted.
Conclusion: chronic Illness Support Groups are associated with quality of life; however, there might be other factors with impact on the management and control of chronic conditions.
 
Key words:
support groups; quality of life; chronic disease; Primary Care.
 

Introducción

 
La epidemia mundial de enfermedades crónico degenerativas es una realidad, pues el 80% de las enfermedades crónicas ocurre en países de ingresos bajos y medios. La enfermedad cardiovascular, cáncer, enfermedad pulmonar crónica y diabetes mellitus representan más del 50% de las muertes en el ámbito mundial, con excepción de la región de África Subsahariana; por ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) proyecta que la diabetes será la séptima causa de mortalidad en el mundo en el año 2030 (1) y estima cerca de 23,3 millones de muertes por enfermedades cardiovasculares.
Por lo cual, la Secretaría de Salud en México a través del Programa de Salud del Adulto y Anciano de la Subsecretaría de Prevención y Promoción a la Salud y del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades, implementó los Grupos de Ayuda Mutua de Enfermedades Crónicas (GAM EC) como una estrategia para fomentar la adopción de estilos de vida saludables, al considerar la educación, la actividad física y la alimentación como parte fundamental e indispensable del tratamiento de los pacientes (2,3).
Los GAM EC, también llamados club de personas diabéticas, se conceptualizan como la organización de los pacientes, que bajo supervisión médica y con apoyo de los servicios de salud sirven como escenario para la capacitación voluntaria y periódica con énfasis en el manejo no farmacológico, el apego al tratamiento farmacológico y el autocuidado de la salud para el control de las enfermedades crónico degenerativas. Esta estrategia permite al Primer Nivel de Atención realizar un seguimiento y control de los pacientes para lograr el conocimiento, cuidado de la salud incluido la prevención de complicaciones, la autoestima, pero sobre todo, mejorar la calidad de vida del individuo.
En este sentido, destacan como características de los GAM EC la participación de 20 a 25 pacientes con alguna enfermedad crónica como diabetes, hipertensión arterial, dislipidemia, obesidad y/o síndrome metabólico, a partir de los 20 años de edad y más. Muestra de esta intervención es la conformación de 6,702 GAM EC y la participación activa de 147,026 pacientes en el ámbito nacional. Así mismo, se prioriza la inclusión de cuatro elementos básicos como parte del proceso de autocuidado, es decir, la asistencia formal, el potencial de conocimiento, la información científica y el paciente activo, lo que se traduce en un beneficio que sobrepasa lo político y social (1).
Por otro lado, la calidad de vida, como propósito de la implementación de los GAM EC, es definida como la percepción que la persona tiene sobre su existencia, el contexto, la cultura y el sistema de valores en los que vive y cómo se relacionan estos con sus objetivos, expectativas, normas e inquietudes; es decir, representa el estado de bienestar que recibe la influencia de factores externos como el acceso a servicios de salud, trabajo, vivienda, educación, entre otros, y que impactan en el desarrollo humano en los ámbitos individual y comunitario, lo cual origina que sea entendida como la posibilidad que pueden tener las personas para satisfacer las necesidades humanas fundamentales (4,5).
Por todo lo anterior, el objetivo de este estudio fue determinar la asociación del Grupo de Ayuda Mutua de Enfermedades Crónicas y la calidad de vida de los pacientes con padecimientos crónicos adscritos al Centro Avanzado de Atención Primaria a la Salud (CAAPS) Puente del Carmen.

Método

 
Diseño, muestra y variables de estudio
 
Estudio cuantitativo, descriptivo, correlacional y de corte transversal con diseño no experimental y post-facto (6), realizado con un grupo de pacientes pertenecientes al GAM EC, con el objetivo de determinar la asociación del Grupo de Ayuda Mutua de Enfermedades Crónicas y la calidad de vida de los pacientes con padecimientos crónicos, durante el periodo comprendido de febrero a mayo de 2018.
Como criterios de inclusión para los pacientes pertenecientes al GAM EC se establecieron que todos fueran personas diagnosticadas con un padecimiento crónico (diabetes, hipertensión arterial, obesidad, dislipidemia y/o síndrome metabólico), que participaran activamente en las actividades del GAM EC y que aceptarán formar parte del estudio; por su parte, los pacientes que no pertenecían al GAM EC debían cumplir como criterios el ser del mismo género y edad de los pacientes adscritos al GAM EC, estar diagnosticados con padecimientos crónicos y que dieran su aprobación para participar de este estudio.
Se excluyeron del estudio aquellos pacientes que no dieran su consentimiento de participación mediante la firma del con- sentimiento informado, y pacientes con dificultades visuales y/o motrices para realizar la cumplimentación del instrumento.
La población de estudio comprendió 21 pacientes adscritos al GAM EC y 21 pacientes no pertenecientes al GAM EC, todos adscritos al CAAPS Puente del Carmen, por lo que la muestra final estuvo conformada por 42 pacientes con pa- decimientos crónicos, entre los que se incluye la diabetes, hipertensión arterial, dislipidemia, obesidad y/o síndrome me- tabólico.
 
Instrumento de recolección
 
A todos los pacientes incluidos en el estudio se les aplicó el instrumento WHOQOL-BREF, que consta de 26 ítems distribuidos en cuatro dimensiones: salud física, salud psicológica, relaciones sociales y medio ambiente. Las puntuaciones mayores indican mejor calidad de vida; se utiliza una escala de respuesta tipo Likert, con cinco opciones, por ejemplo: nada, un poco, lo normal, bastante y extremadamente. Con respecto a la validación del instrumento, este presenta una confiabilidad alta al reportar valores de alpha de Cronbach entre 0,895 y 0,9 (7,8).
 
Técnicas y procedimientos para el análisis estadístico
 
Los datos se procesaron y analizaron en el Programa SPSS versión 21. El análisis descriptivo comprendió medidas de tendencia central (media y desviación estándar) y distribución de frecuencias (porcentajes). Para la validación de la hipótesis se realizó prueba t de Student para muestras independientes, con el fin de comparar las medias obtenidas en las diferentes dimensiones para dos grupos (pacientes inscritos al grupo GAM EC y no suscritos al GAM EC) y prueba no paramétrica U de Mann- Whitney que permitió contrastar las medianas de dos grupos independientes con libre distribución (9), con un intervalo de confianza (IC) del 95% y un error estándar de 0,05.
 
Aspectos éticos de la investigación
 
El estudio fue remitido a la Jurisdicción Sanitaria No. IV de los Servicios de Salud del estado de San Luis Potosí para su revisión y autorización por parte del Comité de Investigación y Bioética, el cual fue aprobado con fundamento en el Título Quinto de la Ley Estatal de Salud y la NOM-012-SSA3-2012, obteniendo el siguiente registro: SLPA22/2018.
 
Limitantes del estudio
 
El principal limitante fue la conformación y recolección de datos de los participantes que no pertenecían al GAM EC, ya que este grupo debía cumplir características similares a las de los individuos que conformaron el grupo GAM EC.

Resultados

 
El 100% de la población de estudio fue de género femenino, con una media (–x) de 53 años de edad y una desviación estándar (DE) de ± 12. Con relación a los padecimientos crónico-degenerativos y el tratamiento farmacológico, la Tabla 1 mostró que prevalece en la población de estudio el síndrome metabólico con un 57,1%, situación que se relacionó con el 78,5% de los individuos, a los cuales se les ha establecido un tratamiento farmacológico basado en dos o más medicamentos, de los cuales resaltan el uso de glibenclamida, metformina, enalapril, telmisartán, entre otros. Por su parte, al realizar el análisis comparativo entre los pacientes pertenecientes al GAM EC y los no adscritos se determinó que el padecimiento de síndrome metabólico e hipertensión arterial prevalece en ambos grupos.
Con relación a las dimensiones del instrumento WHOQOL-BREF se obtuvieron los siguientes resultados:
En el dominio 1: Salud Física se puede señalar que los pacientes presentaron de manera global una puntuación por encima del 50% del valor, esto permitió establecer una calidad de vida media alta para los aspectos relacionados con la salud física, en donde se incluyen el dolor físico, tratamiento médico, energía para realizar las actividades, entre otras. En la comparación GAM EC vs. los no adscritos, se identificó que los pacientes del GAM EC presentaron un valor de 0,47 puntos por arriba de la –x global mientras que el otro grupo tiene un valor diferencial inferior de 0,48 puntos (Tabla 2).
Por su parte, el dominio 2: Salud Psicológica (Tabla 2), que comprende ítems relacionados con la apariencia física, religión, espiritualidad, etc., mostró una puntuación global superior al 50% del valor estándar, determinando con ello una calidad de vida alta; por lo que al comparar los resultados entre los grupos se estableció una diferencia de +0,55 puntos en el GAM EC mientras que el grupo No GAM EC obtuvo un valor de -0,55 puntos.
 
 
 
En el dominio 3: Relaciones Sociales se puede señalar que los pacientes mostraron de manera global una puntuación sobre el 50% del valor, comprobando con ello una calidad de vida media para los aspectos vinculados a las relaciones interpersonales, la satisfacción del apoyo de su familia, entre otros. En la comparación GAM EC vs. los no adscritos, se determinó que los pacientes del GAM EC presentaron un valor de 0,1 puntos por arriba de la –x global, mientras que el otro grupo tiene un valor inferior de 0,09 puntos (Tabla 2).
Finalizando con el dominio 4: Medio Ambiente (Tabla 2) se reconoció que los pacientes expresaron de manera global una puntuación por encima del 50%, lo que permitió establecer una calidad de vida media alta para factores de seguridad financiera, física y de libertad, así como del acceso a la atención sanitaria y la calidad que esta le provee. Se identificó que los pacientes del GAM EC presentan un valor de +1,02 puntos por arriba de la –x global, mientras que el grupo No GAM EC tuvo un valor de -1,03 puntos.
La Tabla 3 describe la relación que existe entre los pacientes adscritos al GAM EC y los que no pertenecen al mismo, en- contrándose para cada dominio un valor de t de Student menor al resultado de “t” en tablas con una p≥ 0,05, por lo tanto, se aceptó la hipótesis nula, la cual estableció que no existe diferencia en la calidad de vida de los pacientes crónicos en relación a su participación en los GAM EC, debido a que ambos grupos mantienen un puntaje por encima de la media estándar. Así mismo, la prueba de Levene que permite comprobar la homocedasticidad de la varianza para una variable calculada para dos o más grupos, señaló que existe una diferencia significativa para los dominios de Salud Psicológica (t= 4,979; p= 0,031) y de Medio Ambiente (t= 4,580; p= 0,039), puesto que determina que la diferencia obtenida es el resultado de un análisis con base en un muestreo aleatorio de una población con varianzas heterogéneas, por lo que se debe de considerar el análisis de pruebas no paramétricas, que estén libres del supuesto de homocedasticidad.
Por lo tanto, para comprobar los resultados de la prueba de Levene se realizó la prueba U de Mann-Whitney libre del supuesto de homocedasticidad, la cual confirma la hipótesis nula, ya que presenta valores de p mayores al 0,05 (Tabla 4).
 
 
 

Discusión

 
La asociación entre los GAM EC y la mejora en la calidad de vida continúa siendo un tema de interés para la atención en salud, pues aunque se ha demostrado la influencia de estos grupos en la mejora de la capacidad de autocuidado de los pacientes diagnosticados con algún padecimiento crónico, aún hay situaciones o escenarios que pueden afectar la relación existente entre estas variables, como el acceso a los servicios de salud, los recursos disponibles, entre otros.
No obstante, es importante resaltar que el adulto que padece enfermedades crónico degenerativas, y que se ha integrado a las actividades que se desarrollan como parte de los GAM EC, logra conservar y/o mejorar la salud; esto a través del conjunto de muchas estructuras emocionales, de las actividades expuestas y los diálogos, en donde el paciente modifica su comportamiento y las transformaciones paulatinas van contribuyendo en gran medida en la capacidad de autocuidado (10,11).
En este sentido, el género toma una connotación importante, ya que en las mujeres diagnosticadas con un padecimiento crónico es frecuente que sus preocupaciones se enfoquen en la interrupción de la realización de las actividades domésticas y el cuidado de los integrantes de la familia, pues son considerados los roles femeninos desde la perspectiva cultural. Esta situación difiere en el hombre, pues ellos experimentan un abandono del rol laboral en espacios públicos y por consiguiente la reclusión doméstica, lo cual puede tener un significado estigmatizante (12).
Esto origina que el apego al tratamiento y la participación activa en los grupos de ayuda sea más habitual en el género femenino, quien busca controlar las situaciones de estrés relacionadas con el hogar, la familia y el trabajo; Ledón (13) señala que las mujeres tienden a presentar mayor distrés y menor calidad de vida física, social y emocional que el hombre, lo que favorece la atención médica frecuente y la implementación de estrategias de afrontamiento a la enfermedad, como es la incorporación a los GAM EC.
En el caso de la percepción global de la calidad de vida en pacientes adscritos y no adscritos a los GAM EC, los resultados reportan valores en la clasificación media, media alta y alta, lo cual determina la satisfacción con la salud actual; datos que difieren del estudio realizado por Jiménez et al. (14), quienes identificaron en un grupo de adultos una calidad de vida deficiente (67,57%) con un énfasis particular hacia los dominios de salud física y salud psicológica. Esto permite reconocer que las enfermedades crónicas, vistas desde la comorbilidad, representan un trastorno discapacitante que modifica las per- cepciones sobre la calidad.
Investigaciones realizadas en Medellín demuestran que la calidad de vida en adultos osciló entre 21,9 y 87,5, y para todas las dimensiones de la calidad de vida se hallaron puntuaciones por encima de 52 puntos, siendo las más bajas medio ambiente y relaciones sociales –x= 52,2 ± 20,2 y –x= 52,8 ± 17,5) respectivamente, y las más altas, el dominio de salud física (–x= 69,4 ± 8,7), seguida de la salud psicológica (60,8 ± 25,2) (7). Lo cual difiere de los resultados de la presente investigación, pues al comparar los grupos de estudio se encontró de manera global que los dominios más altos fueron el de salud física (–x= 25,14 ± 4,5) y medio ambiente (–x= 26,45 ± 4,27), y los dominios más bajos, salud psicológica (–x= 21,64 ± 3,74) y relaciones sociales (–x= 10,23 ± 1,98).
Lo antes descrito permite señalar que el énfasis en la periodicidad que se establece en los GAM EC es un factor que influye en la adherencia y en el seguimiento del régimen y prescripción farmacológica y no farmacológica, a través de los cuales se fomenta la adherencia terapéutica programada, que impacta en cada uno de los dominios que integran la calidad de vida; esto permitió demostrar la importancia de las acciones que realiza el profesional de salud como parte de esa corres- ponsabilidad que caracteriza a los GAM EC.
La relación de los GAM EC y la calidad de vida presentó datos no significativos, aceptando con ello la hipótesis nula, que refiere que los GAM EC no están asociados a la calidad de vida en pacientes con padecimientos crónicos en el CAAPS Puente del Carmen; sin embargo, Bernabéu-Álvarez et al. (15) señalan que los beneficios del GAM, tanto para la persona dependiente como para el cuidador, están enfocados en la disminución de recaídas y de los síntomas, así como de una disminución del uso de los servicios sanitarios gracias a la autonomía adquirida. Por otro lado, la participación en los GAM EC está estrechamente relacionado con las actividades de autocuidado que permiten el cum- plimiento de las metas básicas del tratamiento, según el estudio realizado por Pérez-Fonseca et al. (16). Todos estos aspectos están interrelacionados con la percepción sobre la calidad de vida adquirida a través de la participación en estos grupos, pues generan un acompañamiento que refuerza las medidas de cuidado y disminuye el riesgo de complicaciones a un corto y mediano plazo (17).

Conclusiones

 
A través de la presente investigación se reconoció que la calidad de vida en los pacientes con padecimientos crónicos está asociada a diversas situaciones y no solo a la participación en los GAM EC, pues los resultados mostraron una asociación no significativa; lo cual permite ampliar los enfoques en futuras investigaciones, para que, por medio de esos resultados, se puedan realizar mejoras en la gestión y administración de los servicios de salud, en las prácticas asistenciales y para enriquecer el conocimiento sobre el autocuidado, evidenciando con ello, el cumplimiento de las acciones e indicadores en la calidad de la atención.
Por consiguiente, y sabiendo que la investigación es un puente entre la teoría y la práctica, con este estudio se aporta in- formación de los mecanismos de trabajo y cómo influyen en la población de uno de los grupos vulnerables con gran importancia e impacto de salud en el mundo, brindando resultados que motivan a nuevas investigaciones con un enfoque mixto, educacional y de acción participativa, lo que posibilita avanzar hacia un futuro saludable.

Financiación

 
Ninguna.

Conflicto de intereses

 
Ninguno.

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[16] Pérez-Fonseca M, Pereyra ME, Santiago-Mijangos AD, Hipólito-Francisco I, González-de la Cruz P. Grupo de Ayuda Mutua. Una Alternativa de Enseñanza en la Práctica Académica de Enfermería. Salud y Administración [Internet]. 2018 [citado 8 nov 2021]; 5(13):47-52. Disponible en: https://revista.unsis.edu.mx/index.php/saludyadmon/article/download/7/7
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Originales 3 - Conductas sexuales y realización del test de ELISA en universitarios de Chillán, Chile

Cómo citar este artículo:
Aldea Torres MA, Cerda Aedo JA, Jamarillo Ordenes ME, Maldonado Roa DA, Meriño Morales MA, Morales Ojeda I. Conductas sexuales y realización del test de ELISA en universitarios de Chillán, Chile. RIdEC 2021; 14(2):24-32.
 
Fecha de recepción: 17 de julio de 2021. 
Aceptada su publicación: 8 de octubre de 2021.
 

Autores

 
1 Marco Agustín Aldea Torres 
1 Javiera Alejandra Cerda Aedo 
1 Macarena Elizabeth Jaramillo Ordenes
1 Dominique Alejandra Maldonado Roa
2 Miguel Ángel Meriño Morales
3 Ismael Morales Ojeda
 
1 Licenciado en Enfermería. Universidad Adventista de Chile. Facultad de Ciencias de la Salud. Chillán, Chile.
2 Magister en Ciencias Biomédicas. Universidad del Bio-Bio. Universidad Adventista de Chile. Facultad de Ciencias de la Salud. Chillán, Chile.
3 Doctor en Ciencias Biomédicas. Instituto Universitario Italiano de Rosario. Universidad Adventista de Chile. Facultad de Ciencias de la Salud. Chillán, Chile.
 
Dirección de contacto: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
 

Resumen

 
Objetivo: identificar las conductas sexuales de riesgo y motivos para la realización del test de Elisa en estudiantes universitarios de la ciudad de Chillán, Chile.
Método: estudio de tipo transversal descriptivo a partir de una muestra de estudiantes universitarios de la ciudad de Chillán. El estudio consta de dos instrumentos, los que se enfocan en recolectar información demográfica y relacionada con las conductas sexuales de riesgo presentes, haciendo énfasis en la realización de Test de ELISA.
Resultados: la mayoría corresponde a estudiantes heterosexuales (83,9%), de residencia urbana (83,1%), y del área de salud (39,8%) y humanidades (25,4%) En cuanto a las variables de estudio un (6,4%) señaló utilizar preservativo en todo tipo de relación sexual y la mayoría de la muestra (45,8%) indicó que el principal motivo para la no realización del test de Elisa fue no tener la necesidad de llevarlo a cabo.
Conclusión: los jóvenes encuestados, a pesar de tener conocimientos favorables hacia las conductas sexuales de riesgo, no suelen protegerse de forma adecuada ante las infecciones de transmisión sexual. Por otro lado, es preocupante que tan pocos estudiantes se hayan sometido al test de ELISA, excusando no tener la necesidad de su realización.
 
Palabras clave:
VIH; conducta de riesgo; infección de transmisión sexual.
 

Resumo

Comportamentos sexuais e realização do teste ELISA em estudantes universitários de Chillán, Chile
 
Objetivo: identificar comportamentos sexuais de risco e motivos para o teste Elisa em estudantes universitários da cidade de Chillán, Chile.
Método: estudo descritivo transversal baseado em uma amostra de estudantes universitários da cidade de Chillán. O estudo é composto por dois instrumentos, os quais têm como foco a coleta de informações demográficas e relacionadas aos compor- tamentos sexuais de risco presentes, com ênfase na realização do teste ELISA.
Resultados: a maioria corresponde a estudantes heterossexuais (83,9%), de residência urbana (83,1%), e da área de saúde (39,8%) e humanas (25,4%). Um estudo (6,4%) indicou o uso de preservativo em todos os tipos de relação sexual e a maioria da amostra (45,8%) indicou que o principal motivo para não fazer o teste Elisa foi não ter necessidade de fazê-lo.
Conclusão: os jovens pesquisados, apesar de terem conhecimentos favoráveis sobre comportamentos sexuais de risco, geralmente não se protegem de forma adequada contra infecções sexualmente transmissíveis. Por outro lado, é preocupante que tão poucos alunos tenham feito o teste ELISA, desculpando-se por não ter necessidade da mesma.
 
Key words:
HIV; comportamento de risco; infecção sexualmente transmissível.
 

Abstract

Sexual behaviour and the ELISA test in University Students from Chillán, Chile
 
Objective: to identify the risky sexual behaviour and reasons for undergoing the Elisa test in university students from the city of Chillán, Chile.
Method: a cross-sectional descriptive study in a sample of university students from the city of Chillán. The study consisted of two instruments, focused on collecting demographic information and associated with the existing risky sexual behaviour, with emphasis on conducting the ELISA test.
Results: the majority were heterosexual students (83.9%), living in an urban setting (83.1%), and from the healthcare (39.8%) and humanities areas (25.4%) Regarding the study variables, 6.4% stated that they used a condom for all types of sexual re- lationships; and the majority of the sample (45,8%) stated that the main reason for not undergoing the ELISA test was that there was no need for it.
Conclusion: the young persons surveyed, even though they had favourable knowledge regarding risky sexual behaviour, did not take adequate protection measures against sexually transmitted conditions. On the other hand, it is a matter of concern that so few students had undergone the ELISA test, with the excuse that they did not need it.
 
Key words:
HIV; risky behaviour; sexually transmitted disease.
 
 

Introducción

 
Las infecciones de transmisión sexual (ITS) corresponden a un grupo heterogéneo de patologías transmisibles de persona a persona principalmente por vía sexual (1), y mediante contactos (no sexuales) como en el caso de transfusiones de hemo- derivados o transmisión vertical (madre a hijo) (2,3).
Entre las ITS con mayor incidencia se encuentran las causadas por el virus del papiloma humano (VPH), que actualmente se estima que afecta a 290 millones de mujeres en el mundo (4), le siguen, en conjunto, las infecciones por clamidia, por Neisseria gonorrhoeae, Treponema pallidum o por tricomoniasis, que afectan a un total aproximado de 376 millones de personas en todo el mundo (5). Sin embargo, desde la década de los 80 del siglo XX, aquella que ha tomado mayor relevancia es la infección causada por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) (6,7).
La fisiopatología del VIH se caracteriza por el ataque a los linfocitos T reguladores (CD4+) con una alta tasa de crecimiento poblacional viral lo que origina la muerte celular, que se caracteriza por una primera etapa aguda, que luego se torna en un proceso crónico. De esta manera, el sujeto infectado adquiere el estado de inmunodeficiencia severa característico de la infección (8).
El mecanismo de transmisión del VIH es principalmente por vía sexual, ya sean las que implican penetración sin preservativo por vía anal, vaginal u oral (9). Además, existen otras vías de transmisión que han sido limitadas tal es el caso de la transmisión perinatal (transmisión madre/hijo) (10), o el riesgo asociado a transfusiones sanguíneas el que se ha regulado a la baja en los últimos años. Por ejemplo, en el caso de la India, país que tiene la segunda población mundial de pacientes contagiados, la prevalencia del VIH no superó el 0,3% en donadores de sangre (11).
Respecto a la distribución etaria del VIH, en Chile se ha visto que desde el 2013 al 2017 hay una elevación de las tasas de prevalencia en los grupos de 15 a 19 años y de 20 a 24 años en los que se observó un alza de 1,4% y 5,9% respectivamente; sin embargo, en el grupo que mayor aumento hubo es en el segmento de los 25 a 29 años, donde la variación llegó al 15,2% (6). Esto ha sido relacionado con comportamientos sexuales de riesgos, definidos como aquellos que implican mayor probabilidad de contraer alguna infección de transmisión sexual. Entre las conductas sexuales de riesgo se encuentran aquellas definidas como riesgo indirecto, siendo estas las que estimularían la realización de conductas de riesgo directo, como son: consumo de alcohol, tabaco, marihuana y otras drogas. En relación con las conductas de riesgo directo, estas se definen como aquellas que directamente posibilitan el contagio: mayor cantidad de parejas sexuales, no poseer pareja única o el no uso de protección de barrera (condón) (12).
En relación a los métodos diagnósticos del VIH, en Chile el método screening gold standard es el ensayo de inmunoabsorción ligado a enzima (ELISA) (13). Este test es el más frecuente y utilizado en este país y está disponible en establecimientos de salud públicos y privados (14).
Actualmente, en Chile, según lo determinado por el Ministerio de Salud (MINSAL), 71 mil personas en el país viven con VIH, esto significa un incremento de cuatro mil personas más en comparación al año 2017 (15), cifras que siguen en aumento, existiendo muchas personas que desconocen su diagnóstico, lo que incrementa más aún el contagio de esta enfermedad (16,17).
Por su parte, Chillán, capital de la nueva región de Ñuble, no cuenta con estudios detallados sobre las características asociadas al riesgo de la adquisición del virus, particularmente en población de riesgo, dificultando el actuar en programas de Salud Pública enfocados en intervenciones preventivas. Es por esto que el objetivo de esta investigación es identificar conductas sexuales de riesgo y motivos para la realización del test de Elisa en estudiantes universitarios de la ciudad de Chillán, Chile.
 

Método

 
Diseño: se realizó un estudio transversal de tipo descriptivo, con muestreo por conveniencia.
Población: correspondió a estudiantes universitarios de ambos sexos (independiente de su identidad de género), entre 18
y 30 años, pertenecientes a instituciones de educación superior de la ciudad de Chillán, Chile.
Criterios de inclusión: tener entre 18 y 30 años, participación voluntaria, el encuestado debía poseer conexión a red de internet y que estuviera cursando una carrera universitaria o técnica de alguna institución de educación superior de la comuna de Chillán.
Variables de investigación: se dividen en sociodemográficas (edad, sexo, lugar de residencia, etc.), conducta sexual (número de parejas con las que ha tenido sexo en el año 2020, características de las relaciones de pareja, orientación sexual, etc.), conocimiento, percepción y hábitos en relación a la conducta sexual y actitud frente al test de Elisa (realización o no)
Recogida de datos: el instrumento empleado para esto se divide en: a) datos sociodemográficos (edad, sexo, lugar de residencia, etc.) y datos académicos (carrera que cursa, universidad, años de estudio, etc.), b) relación de pareja y conducta sexual (número de parejas con las que ha tenido sexo en el año 2020, características de las relaciones de pareja, orientación sexual, etc.), c) conocimiento, percepción y hábitos en relación a la conducta sexual del encuestado, d) Actitud frente al test de Elisa. Su estructura es tipo encuesta, de la cual constó de siete preguntas abiertas y 31 preguntas cerradas. Este cuestionario fue modificado y adaptado por los autores a partir de una encuesta realizada a estudiantes universitarios de la ciudad de Cartagena, Colombia en el año 2010 (2). Como también sometido a validación por pares expertos.
El instrumento fue aplicado mediante la herramienta Google Forms, lo que incluyó un consentimiento informado virtual, permitiendo asignar un código a cada sujeto partícipe de la encuesta, con el fin de mantener el anonimato.
Análisis de datos: los datos, previa codificación, se procesaron en el programa Prism GraphPad en su versión 7.0 (San Diego, California). Cada variable fue evaluada de manera descriptiva.
Aspectos éticos: el trabajo investigativo aseguró y resguardó de manera total la confidencialidad de los datos y fue aprobado por el Comité Ético Científico de la Universidad Adventista de Chile.
 

Resultados

 
La población de estudio estuvo compuesta por 236 personas (169 mujeres y 67 hombres), donde el rango etario predominante fue el de 18 a 22 años (70,8%). Se observó que la orientación sexual mayoritariamente fue heterosexual (83,9%) y en lo correspondiente a educación la mayoría estudia en la universidad (94,1%) en donde un mayor número de estudiantes pertenece al área de la salud (39,8%) (Tabla 1).
 
 
En cuanto a las variables de estudio que refieren: conducta, hábitos, percepción y conocimiento de los estudiantes respecto al tema serán englobadas en Tabla 2 y 3.
En este sentido, es preciso destacar que durante los últimos 12 meses la población encuestada: en su mayoría ha mantenido una relación de pareja (63,6%), un importante grupo ha mantenido relaciones sexuales semanalmente (35,2%), en su mayoría la muestra ha tenido entre una y dos parejas sexuales (60,6%), además un pequeño grupo ha tenido parejas en forma paralela (9,7%). Respecto a relaciones homosexuales en la muestra el porcentaje es marginal. Respecto al uso del preservativo se observa que la muestra en su mayoría presenta percepción y conocimientos adecuados respecto a su uso (Tabla 2).
Llama la atención que existe porcentaje no menor correspondiente a un 8,1% y 15,3%, respectivamente, que refieren que han tenido relaciones sexuales y de pareja donde no se fomenta el respeto ni el compromiso mutuo, referidos en la segunda y tercera pregunta. En las preguntas orientadas a qué tipo de relación sexual ha mantenido y en cuáles ha usado preservativo, cada alumno puede estar en más de una categoría. En estas destaca que el sexo anal es el menos practicado (18,6%), en donde un (10,2%) de los practicantes no emplean preservativo. Los alumnos de la muestra en un 11,4% y 7,6%, respectivamente, han tenido relaciones de riesgo bajo los efectos del alcohol y las drogas (Tabla 3).
 
 
 
 
 
 
Finalmente, respecto a la no realización del test de ELISA, un 45,8% nunca ha tenido la necesidad de realizarlo, un 10,2% menciona no tener interés en la realización, un 8,1% señala que hay una falta de información y un 6,8% menciona que no se lo ha hecho por miedo.
 
Dentro de los motivos para hacerse el test, las respuestas fueron: solo para asegurarme o como medida precautoria 70,3%, nunca he tenido la necesidad de realizarme el test 22,9%, he tenido relaciones sexuales de riesgo conscientemente 3,4% y, por último, he tenido relaciones sexuales de riesgo estando inconsciente o siendo forzado 3,4% (Tabla 4).
 
 

Discusión

 
Según los resultados obtenidos en la presente investigación se pudo observar que la muestra corresponde a población prin- cipalmente femenina, menores de 25 años, heterosexuales, mayoritariamente universitarios y que estudian carreras del área de la salud y humanidades primordialmente; esto se asemeja a una investigación llevada a cabo a universitarios de la ciudad de Osorno, Chile, en donde la muestra era mayoritariamente femenina, edades entre los 18-23 años, y el 92,9% se identificó como heterosexual (18).
La etapa universitaria es la más propensa a llevar a jóvenes a tener descuidos a la hora de mantener un encuentro sexual, están más propensos a conocer a parejas casuales y a no emplear protección de barrera, al no tener planeado el encuentro (19). Según un estudio realizado en estudiantes de Concepción en 2016, la mayoría de los jóvenes había tenido de dos a cinco parejas sexuales, lo cual difiere con lo encontrado en este estudio, el que indica que la mayor parte de la muestra tuvo de una a dos parejas sexuales (20).
Los jóvenes mayoritariamente mantuvieron encuentros sexuales de tipo genital. Con respecto al uso del preservativo, según Fernández-Silva et al. (18) (2018), la mayoría de los jóvenes señalaron que exigiría y usaría preservativo, este concepto es comprendido como “autoeficacia en el uso del preservativo” (21). En el presente estudio, los estudiantes son conscientes de que el empleo de preservativo trae consigo el cuidado de su salud; sin embargo, a pesar de lo anterior, una parte de estos no utilizó preservativo en relaciones sexuales genitales y orales en los últimos 12 meses, lo que podría significar que aun teniendo el conocimiento sobre la importancia de la protección de barrera, no lo llevan a la práctica.
Relacionado con lo anterior los estudiantes señalaron que la educación recibida por parte de centros de salud era insuficiente, lo que reflejó el nivel de carencia en educación sexual que se encuentra Chile en estos momentos y que ha sido confirmado por estudios que señalan que está dentro de los países con deficiencia en educación sexual (22).
Respecto al tipo de relación sexual practicada por los universitarios encuestados, se encuentra que el sexo anal tuvo menor incidencia. Resultado que difiere con la investigación realizada por Ríos González et al. (23) donde un 56% lo había practicado. Respecto al uso de preservativo en este tipo de coito, más de la mitad señaló no utilizar protección de barrera, resultado que no se relaciona a lo señalado por Morales Mesa et al. (24), en su investigación, en donde la mayoría de los universitarios de Medellín (Colombia) lo usa.
Las relaciones sexuales bajo la influencia del alcohol mostraron ser poco habituales comparadas con otras investigaciones. De esta forma, en el estudio realizado en la ciudad de Río de Janeiro, Brasil, un 30,28% refirió haber mantenido relaciones sexuales después de consumir alcohol (25). Un valor aún más elevado de ingesta de alcohol se evidenció en un estudio aplicado a universitarios de la ciudad de Cartagena, Colombia, donde el 55% indicó el consumo de bebidas alcohólicas antes de una relación sexual y solo el 4% el consumo de drogas (2).
Según los resultados que se obtuvieron en la muestra estudiada con respecto a la no realización del test de ELISA, se observó que la mayoría señala no haber tenido la necesidad de efectuarlo por su seguridad a la ausencia del virus. Estos resultados se repiten en un estudio llevado a cabo por Bermúdez et al. (26), donde una gran parte de la muestra indicó no haberlo llevado a cabo señalando que el principal motivo para no hacerse la prueba era la “percepción de seguridad de que no se tenía el virus” (26). Existen evidencias que el miedo a realizarse el examen podría ser la causa principal de la no realización del test (27,28), lo que difiere de los presentes resultados donde solo un pequeño porcentaje de los encuestados indicó el temor como la causa principal de la no realización de la prueba.
Finalmente, dentro de los motivos para la realización del test de Elisa para VIH, destaca que la gran mayoría lo haría solo como medida precautoria, sin la necesidad de existencia de algún factor de riesgo, caso contrario al presentado en una in- vestigación sobre la evaluación de un programa público de diagnóstico precoz del VIH (29), donde apenas un 10,9% de los participantes voluntarios fueron personas sin prácticas de riesgo, a diferencia del 70,3% del presente estudio. Existe un pequeño porcentaje de individuos que declaró haber mantenido relaciones sexuales de riesgo estando conscientes de aquellas, inconscientes o siendo forzados, escenario que se asemeja al descrito por Gálvez Cabrera et al. (30), donde un 10% de los encuestados reconoce relaciones sexuales no consentidas, frente a un 3,4% de relaciones estando inconsciente o siendo forzado.
Dentro de las limitaciones presentes en este estudio se encuentra el hecho de estar cursando una pandemia causada por la COVID-19, lo que dificultó la recolección de datos, y junto con ello, el no poder acceder a la cantidad de estudiantes deseados con igual proporción entre hombres y mujeres.
 

Conclusión

 
Los jóvenes universitarios de Chillán, a pesar de tener percepción y conocimientos favorables hacia las conductas sexuales de riesgo, no suelen protegerse de forma adecuada ante las ITS. Sobre la educación sexual por parte de los CESFAM, esta es percibida como insuficiente, por lo que es probable que se esté fallando en la ejecución y efectividad de las intervenciones en Salud Pública y como funcionarios de salud, haciendo necesaria una revisión sistemática de los programas actuales para la promoción de la salud y prevención de las ITS. Por otro lado, es preocupante que tan pocos estudiantes se hayan sometido al test de ELISA, excusando no tener la necesidad de su realización, cuando muchos de ellos se han expuesto a relaciones sexuales de riesgo, lo que supone la posibilidad de un contagio desapercibido de VIH, confirmando la de la necesidad de fomentar la realización del test.
 

Financiación

 
Ninguna.
 

Conflicto de intereses

 
Ninguno.
 

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Originales 4 - Seguimiento de casos COVID-19 por enfermeras de Vigilancia Epidemiológica y disminución de ingresos hospitalarios

Cómo citar este artículo:
García Gómez N, Alfaro Aroca ME, Córcoles Jiménez P, Vinuesa Picazo J, Gómez López O. Seguimiento de casos COVID-19 por enfermeras de Vigilancia Epidemiológica y disminución de ingresos hospitalarios. RIdEC 2021; 14(2):33-40.
 
Fecha de recepción: 20 de junio de 2021.
Aceptada su publicación: 21 de octubre de 2021.
 

Autores

1 Nerea García Gómez
2 María Enriqueta Alfaro Aroca
3 Pilar Córcoles Jiménez
4 Juana Vinuesa Picazo
5 Otilia Gómez López
 
1 Especialista en Enfermería Familiar y Comunitaria. Enfermera. Gerencia de Atención Integrada de Albacete.
2 Subdirectora de Enfermería de Atención Primaria. Enfermera. Gerencia de Atención Integrada de Albacete.
3 Supervisora del Área de Investigación y Formación Continuada. Enfermera. Gerencia de Atención Integrada de Albacete.
4 Coordinadora de Equipos de Atención Primaria. Enfermera. Gerencia de Atención Integrada de Albacete.
5 Coordinadora de Programas de Atención Primaria. Enfermera. Gerencia de Atención Integrada de Albacete.
 
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Resumen

 
Objetivo: describir la vigilancia epidemiológica realizada por las enfermeras de Vigilancia Epidemiológica de la Gerencia de Atención Integrada de Albacete y la contribución a la disminución de los ingresos hospitalarios relacionados con la COVID-19.
Método: se trata de un estudio observacional, descriptivo y retrospectivo, llevado a cabo en el área sanitaria de la Gerencia de Atención Integrada de Albacete entre agosto de 2020 y febrero de 2021, y en el que se incluyen pacientes diagnosticados de COVID-19 y los considerados contactos estrechos de estos.
Resultados: en el periodo de estudio fueron diagnosticadas de COVID-19 un total de 16.679 personas, de las cuales entre el 4,8% y el 10,25% requirieron ingreso hospitalario. Las enfermeras de Vigilancia Epidemiológica realizaron además el seguimiento de un total de 35.254 contactos estrechos.
Conclusiones: la labor que llevan a cabo las enfermeras de Vigilancia Epidemiológica supone, desde la aparición de su figura, una alta garantía de trazabilidad de los casos y la contención de la pandemia de COVID-19.
 
Palabras clave:
infecciones por coronavirus; COVID-19; epidemiología; servicios de vigilancia epidemiológica; hospitalización; enfermería en salud comunitaria.
 

Abstract

Follow-up for COVID-19 cases by Epidemiological Monitoring nurses and reduction in hospital admissions
 
Objective: to describe the follow-up conducted by Epidemiological Monitoring nurses from the Integrated Care Management of Albacete, and its contribution to the reduction in hospital admissions associated with COVID-19.
Method: an observational, descriptive and retrospective study, conducted in the healthcare area covered by the Integrated Care Management of Albacete between August 2020 and February 2021, and including patients diagnosed with COVID-19 and their close contacts.
Results: during the study period, 16,679 persons were diagnosed with COVID-19; between 4.8% and 10.25% of them required hospital admission. The Epidemiological Monitoring nurses also conducted follow-up for 35,254 close contacts.
Conclusions: the task conducted by the Epidemiological Monitoring nurses, since this concept appeared, has ensured a high guarantee of case traceability, and the containment of the COVID-19 pandemic.
 
Key words:
coronavirus infections; COVID-19; epidemiology; Epidemiological Monitoring Units; hospitalization; Community Health Nursing.
 
 

Introducción

 
El síndrome respiratorio agudo severo causado por el coronavirus SARS-CoV-2 es una de las enfermedades infecciosas emergentes más importantes en la actualidad. En diciembre de 2019 empezaron a reportarse casos de un nuevo tipo de neumonía en la ciudad de Wuhan (China); el 30 de enero de 2020 la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró ofi- cialmente la epidemia de COVID-19 como emergencia de Salud Pública internacional y el 11 de marzo la reconoció como pandemia (1,2).
La COVID-19 está causada por un virus denominado SARS-CoV-2, coronavirus de tipo beta, subgénero sarbecovirus y subfamilia Orthocoronaviridae (1). Los primeros casos de COVID-19 en Europa se registraron en Alemania, Francia, Italia y España. Antes del 26 de febrero de 2020 solo había cinco casos confirmados en España, pero una semana más tarde los casos ascendieron a 2.611. En pocos meses la pandemia se extendió a todo el planeta, afectando duramente a Europa, aunque siendo los países con mayor número de afectados Estados Unidos, Brasil, Rusia e India; la tendencia actual muestra que está aumentando en países africanos y del sur de Asia, produciéndose el mayor número de muertes en Estados Unidos y América Latina (1).
La infección por SARS-CoV-2 se puede dividir en tres etapas: 1) Periodo de incubación asintomático, con o sin virus detectable, que puede variar entre 7 y 14 días, con una media de 5 a 7; 2) Periodo sintomático leve, con virus detectable; 3) Periodo sintomático grave, con alta carga viral (1). No todos los pacientes desarrollan la enfermedad de la misma forma. Entre los síntomas más habituales se encuentran tos, fiebre, diarrea, fatiga y en los casos más graves, dificultad respiratoria y neumonía (1). Se ha calculado que un 80% de los infectados de COVID-19 pasa la enfermedad de manera asintomática, y del resto, un 40% lo hace de forma leve y el otro 60% presenta síntomas respiratorios, en un 15% de los casos severos y en un 5% colocando al paciente en una situación crítica (3).
Globalmente España ha sido uno de los países con mayores tasas de contagios y mortalidad, con cifras de fallecidos a finales de octubre de 2020 de 36.000 personas según los datos del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias. La edad de los pacientes seguramente fuera avanzada, pues los datos del INE sitúan el exceso de mortalidad atribuible a la COVID-19 entre marzo y octubre de 2020 en alrededor de 60.000 personas (2).
Con motivo de la situación tan grave y excepcional acontecida en el mundo por la aparición del SARS-CoV-2 se hizo necesaria en España la aplicación de medidas para proteger la salud de la población, contener la progresión de la enfermedad y disminuir el impacto en el sistema sanitario. El gobierno español aprobó el 14 de marzo de 2020 el RD 463/2020 declarando el estado de alarma para la gestión de la situación de emergencia sanitaria originada por COVID-19 (2), situación que se prolongó hasta el 21 de junio, aunque hubo un alivio progresivo de la estricta limitación de la movilidad en el mes de mayo. A partir de junio los casos experimentaron un aumento progresivo y exponencial en la mayoría de las comunidades autónomas, con un repunte generalizado de contagios que situó tanto a España, como al resto de Europa, en una “segunda ola” pandémica (2).
Desde su inicio, la pandemia ha causado una profunda crisis sanitaria por la enorme cantidad de pacientes que han debido ser atendidos, lo que ha provocado que en los momentos de mayor incidencia los servicios sanitarios se hayan visto sobrepasados y que hayan existido debilidades importantes en cuanto a dotación de utillaje, equipamientos e instalaciones adecuadas para el tratamiento efectivo del paciente y la protección de los profesionales (4). Uno de los principales problemas en los momentos iniciales fue la adjudicación de camas en UCI para los pacientes cuya condición clínica empeoraba, y a pesar de que en España las camas de críticos se aumentaron hasta en un 300%, la capacidad se vio sobrepasada en ciertas ciudades o comunidades autónomas durante la primera oleada de la pandemia (4).
Desde el punto de vista del control de la propagación es fundamental identificar y aislar a los pacientes asintomáticos, que por su condición pueden propagar el virus sin saberlo (1,3). Existen varias pruebas para el diagnóstico de la infección activa (PDIA), como la técnica de RT-PCR (reacción en cadena de la polimerasa con transcriptasa inversa) y la prueba rápida de detección de antígenos (1,6). Entre las medidas recomendadas para la prevención y contención de la COVID-19 destacan las medidas higiénicas (desinfección con etanol al 96% de las manos al estar en contacto con superficies probablemente contaminas o lavado con agua y jabón cuando exista la posibilidad (5)), las medidas de distanciamiento entre personal (mínimo de dos metros para evitar la contaminación con microgotas (5)) y uso de mascarillas (5).
La pandemia ocasionada por el SARS-CoV-2 ha sido, y continúa siendo, el mayor desafío para la salud conocido en el último siglo (7), suponiendo la detección precoz de casos compatibles con la COVID-19 uno de los puntos claves para controlar la transmisión (6). La rapidez y globalidad de la propagación hacen que sea de suma importancia la identificación temprana de posibles casos, su aislamiento y la detección de contactos (1). El papel de la Atención Primaria ha sido determinante, pues entre un 80-85% de los pacientes tuvo su primer contacto con el sistema sanitario durante la primera ola, actividad que ha sido aún más intensa en la segunda ola, al asumir las funciones de rastreo epidemiológico y realización de pruebas diagnósticas (2).
Desde mayo de 2020 el Sistema Sanitario de Castilla−La Mancha cuenta con una nueva figura: la enfermera de Vigilancia Epidemiológica (EVE). Enmarcada en el ámbito de la Atención Primaria, y bajo la coordinación de la Delegación Provincial de Sanidad y de la Gerencia Asistencial a la que pertenece, la enfermera de Vigilancia Epidemiológica lleva a cabo el trabajo de identificación y seguimiento de contactos de casos diagnosticados de COVID−19, siguiendo las directrices del Ministerio de Sanidad y la Consejería de Sanidad de Castilla−La Mancha. Dentro de sus funciones destaca la identificación y contención precoz de fuentes de contagio, lo que incluye el aislamiento de casos y la cuarentena y el seguimiento de contactos estrechos (6), así como la educación sanitaria consistente en medidas de higiene, distanciamiento y protección personal (7). La Gerencia de Atención Integrada de Albacete cuenta con enfermeras de Vigilancia Epidemiológica distribuidas por todos los Centros de Salud de su área sanitaria, presentes tanto en días laborales como festivos y en turnos de mañana y tarde.
El objetivo del presente estudio es describir la vigilancia epidemiológica realizada por las enfermeras de Vigilancia Epidemiológica de la Gerencia de Atención Integrada de Albacete y su contribución a la disminución de los ingresos hospitalarios relacionados con la COVID-19.
 

Material y método

 
Diseño: estudio observacional, descriptivo y retrospectivo. Ámbito: área sanitaria de la Gerencia de Atención Integrada (GAI) de Albacete, entre el 24 de agosto de 2020 y el 14 de febrero de 2021.
Población y muestra: pacientes diagnosticados de COVID-19 y contactos estrechos de estos, sin ningún criterio de exclusión.
Variables: número de casos confirmados con prueba diagnóstica de infección activa positiva (PDIA+), número de contactos estrechos identificados para los casos, número de pacientes que acudieron a Urgencias hospitalarias, número de pacientes que ingresaron en el Complejo Hospitalario Universitario de Albacete, número de pacientes citados en las agendas de Vigilancia Epidemiológica. Todos los datos se presentan agrupados por semanas.
Recogida de datos: los datos provienen de los informes efectuados por la Dirección Asistencial de la GAI de Albacete a efectos de gestión de recursos.
Análisis de datos: el análisis se realizó mediante metodología cuantitativa (análisis descriptivo con frecuencias absolutas y relativas).
Aspectos éticos: el presente estudio se ha llevado a cabo cumpliendo la Ley 14/2007 de investigación biomédica y la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales. Dado que se trata de datos agregados, que no pueden ser relacionados con los pacientes individuales, no se ha considerado solicitar consentimiento informado.
 

Resultados

 
El número de enfermeras de Vigilancia Epidemiológica (EVE) en la Gerencia de Atención Integrada de Albacete fue de 23 entre el 3 y el 16 de agosto, 28 en la semana del 17 al 23 de agosto, 31 en la semana del 24 al 30 de agosto, 34 entre el 31 de agosto y el 13 de septiembre, y 45 a partir del 14 de septiembre hasta el 25 de octubre, incrementándose desde el 26 de octubre a 52, cifra que se ha mantenido hasta el 14 de febrero.
Los casos confirmados con PDIA+ entre el 10 de agosto de 2020 y el 14 de febrero de 2021 fueron 16.679 y los contactos estrechos identificados en el seguimiento por las enfermeras de Vigilancia Epidemiológica (EVE) en el mismo periodo 35.254. Entre el 24 de agosto de 2020 y el 14 de febrero de 2021 acudieron a Urgencias del Hospital General Universitario de Albacete 2.935 pacientes con PDIA+, de los que 1.100 fueron ingresados.
La evolución de todos estos datos puede verse representada en el Gráfico 1, donde pueden apreciarse los dos picos máximos que marcan las dos olas de la pandemia que han tenido lugar durante el periodo del estudio, en las que el número total de ingresos hospitalarios se ha mantenido por debajo de 90 pacientes.
 
Gráfico 1. Evolución de datos relativos a COVID-19 en la GAI de Albacete durante el periodo comprendido entre el 24 de agosto de 2020 y el 14 de febrero de 2021
 
En cuanto al porcentaje de pacientes diagnosticados de COVID-19 que requirieron de ingreso hospitalario en el Complejo Hospitalario Universitario de Albacete en dicho periodo, la cifra osciló entre el 4,8% y el 10,25% del total de diagnosticados, tal y como puede apreciarse en el Gráfico 2, con un valor promedio del 7,12% de los diagnosticados. Puede comprobarse que el porcentaje de ingresos hospitalarios no aumenta durante los máximos de las dos olas de la pandemia acontecidas durante el periodo del estudio.
La ratio de casos confirmados con PDIA+ y de contactos estrechos seguidos por número de enfermeras de Vigilancia Epi- demiológica puede verse detallada en la Tabla 1.
 

Discusión

 
A la vista de los resultados se aprecia que no se produjo un incremento de los ingresos coincidiendo con los dos máximos de la pandemia que tuvieron lugar durante el periodo del estudio, lo que mostraría la eficacia de la vigilancia epidemiológica y del seguimiento clínico de los pacientes realizado desde Atención Primaria. Resulta destacable también que el número de personas diagnosticadas de COVID-19 que requirieron de ingreso hospitalario en ningún momento del periodo comprendido superó el 10,25%, o lo que es lo mismo: al menos el 89,75% de los pacientes diagnosticados permaneció en el ámbito co- munitario y en sus domicilios durante el transcurso de la infección.
 
Gráfico 2. Porcentaje de ingresos hospitalarios por pacientes con PDIA+ durante el periodo comprendido entre el 24 de agosto de 2020 y el 14 de febrero de 2021
 
 
 
 
Entre el 5 y el 18 de enero de 2021 la provincia de Albacete contaba con el 74,9% de casos con trazabilidad, figurando así entre las provincias con mayor rastreo de contactos y siendo superior al de otras provincias, tanto similares en densidad de población (Salamanca, trazabilidad del 38,2%) como similares en incidencia acumulada en los últimos siete días (Cáceres, trazabilidad del 57,7%) (8). La vigilancia es la piedra angular para controlar la pandemia de COVID-19, tal y como concluye una reciente revisión de artículos (9). La mejora del rastreo de casos asintomáticos (que en la segunda oleada han supuesto un 51,6% del total) ha permitido detener una de las causas de transmisión comunitaria silente (2).
El refuerzo de personal en Atención Primaria es imprescindible para poder realizar con garantías de éxito el estudio de contactos en la COVID-19 de acuerdo con los resultados de una revisión de estudios publicada recientemente (10). Las prioridades para hacer frente a la pandemia y post-pandemia pasan, como proponen OMS-Europa y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD), por reforzar la Atención Primaria con inversiones, recursos humanos y medidas que faciliten la coordinación de cuidados, su actuación universal y de proximidad y su capacidad de resolución (11).
En España, las actuaciones de intervención deben ser adoptadas respetando la distribución de competencias entre las co- munidades autónomas (7). En el caso de la Comunidad de Madrid, por ejemplo, las labores de vigilancia epidemiológica se encuentran distribuidas: ante un diagnostico de COVID-19 en Atención Primaria las Unidades de Apoyo Covid realizan la detección de contactos convivientes y derivan, si así se precisa, la realización de las pruebas diagnósticas de infección activa a un punto centralizado (12). Posteriormente, profesionales de Salud Pública identifican y estudian los contactos sociales y laborales (12). Dichas unidades de apoyo cuentan con distintos perfiles de profesionales sanitarios: fisioterapeutas, higienistas dentales, técnicos en cuidados auxiliares de enfermería y farmacéuticos, los cuales realizan su función en edificios independientes de los centros de salud (12).
Por su parte, la Gerencia de Atención Integrada de Albacete ha apostado desde el principio por la figura de la enfermera como eje de la vigilancia epidemiológica, integrada en el equipo de Atención Primaria de la Zona Básica de Salud y en continuo contacto con la Delegación Provincial de Sanidad. Ante un paciente con síntomas compatibles con COVID-19, el médico solicita la realización de una PDIA que confirme/descarte la sospecha de infección y el paciente es citado con la enfermera de Vigilancia Epidemiológica de su centro de salud. La EVE realiza una primera llamada telefónica para la cum- plimentación de la encuesta epidemiológica, llevar a cabo educación sanitaria e indicar aislamiento domiciliario hasta el resultado de la PDIA. Si la PDIA resulta positiva y se confirma la infección, la enfermera contactará de nuevo con el paciente para actualizar la encuesta epidemiológica e identificar todos los contactos estrechos, tanto en el ámbito social como laboral o escolar (estos dos últimos en coordinación con Epidemiología). La EVE localizará además a todos los contactos estrechos para indicarles su condición como tal y explicar las medidas a seguir para la realización de cuarentena, así como solicitar PDIA en los casos que la estrategia lo indique. Durante el periodo de cuarentena y al final de esta contactará te- lefónicamente de nuevo con los contactos estrechos para la valoración de su estado clínico, cumplimiento de la cuarentena y notificar, en caso de que la persona continúe asintomática, su finalización.
En trazabilidad por provincia, Madrid contaba con un 15,3% de trazabilidad entre el 5 y el 18 de enero de 2021, que comparada con la de la provincia de Albacete (74,9%) (8) resulta significativamente inferior.
El Marco Estratégico para la Atención Primaria y Comunitaria pone de manifiesto la necesidad de potenciar la capacidad resolutiva de las enfermeras en la gestión de cuidados, en especial, entre otros, en actividades de salud comunitaria y de promoción de la salud (13). Tal y como expresa Ferrer-Arnedo (14), es el momento de diseñar estrategias que contemplen la competencia enfermera demostrada y evaluada.
 

Conclusiones

 
La labor que realizan las enfermeras de Vigilancia Epidemiológica ha sido fundamental desde su aparición, coincidente con el proceso de desescalada de la primera ola de la pandemia, y hasta el día de hoy, ya que continúan siendo un verdadero escudo contra la COVID-19, tanto en el ámbito familiar como en el social y laboral. Por otra parte, la labor realizada ha contribuido a optimizar la atención hospitalaria, evitando ingresos innecesarios y garantizando un control clínico y un estrecho seguimiento epidemiológico de los pacientes en sus domicilios.
 

Financiación

 
Ninguna.
 

Conflicto de intereses

 
Ninguno.
 

Bibliografía

 
[1] Infantes Esteban S. Pandemia de COVID−19 en el siglo XXI. Revista de Derecho, Empresa y Sociedad (REDS). [internet] 2020 [citado 8 nov 2021]; 16:79-98. Disponible en: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7631164
[2] Molero García JM, Arranz Izquierdo J, Gutiérrez Pérez MI. COVID−19 en España. ¿cómo hemos llegado hasta aquí? Aten Primaria. 2020; 52(10):676-79. Doi: http://doi.org/10.1016/j.aprim.2020.10.003
[3] Berrazueta Fernández JM. Las enfermedades que produce el coronavirus. An RANM. 2020; 137(02):161-73. http://doi.org/10.32440/ar.2020.137.02.rev08
[4] Miró O, Alquézar-Arbé A, Llorens P, Martín-Sánchez FJ, Jiménez S, Martín A, et al. Comparación de las características demográficas y comorbilidad de los pacientes con COVID-19 fallecidos en hospitales españoles, en función de si ingresaron o no en Cuidados Intensivos. Med Intensiva. 2021; 45:14-26. http://doi.org/10.1016/j.medin.2020.09.002
[5] Rojas Jaime JE. Propuesta Integral Para Prevención y Contención de la Propagación del SARS-Cov2. Archivos de Medicina. [internet] 2020 [citado 8 nov 2021]; 16(3). Disponible en: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7527346
[6] Ministerio de Sanidad. Estrategia de detección precoz, vigilancia y control de COVID-19. Actualizado a 26 de febrero de 2021 [internet]. Madrid: Ministerio de Sanidad; 2021 [citado 8 nov 2021]. Disponible en: https://www.mscbs.gob.es/profesionales/saludPublica/ccayes/aler- tasActual/nCov/documentos/COVID19_Estrategia_vigilancia_y_control_e_indicadores.pdf
[7] Ministerio de Sanidad. Plan de respuesta temprana en un escenario de control de la pandemia por COVID-19. 16 de julio de 2020 [internet]. Madrid: Ministerio de Sanidad; 2021 [citado 8 nov 2021]. Disponible en: https://www.mscbs.gob.es/profesionales/saludPublica/ccayes/aler- tasActual/nCov/documentos/COVID19_Plan_de_respuesta_temprana_escenario_control.pdf
[8] Ministerio de Sanidad. Indicadores principales de seguimiento de COVID-19. Fecha de informe: 21-ene.-2021 [internet]. Madrid: Ministerio de Sanidad; 2021 [citado 8 nov 2021]. Disponible en: https://www.mscbs.gob.es/profesionales/saludPublica/ccayes/alertasActual/nCov/do- cumentos/informe_covid_es_publico_2021-01-21.pdf
[9] Ibrahim NK. Epidemiologic surveillance for controlling Covid-19 pandemic: types, challenges and implications. J Infect Public Health. [internet] 2020 [citado 8 nov 2021]; 13(11):1630-8. Disponible en: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1876034120306031?via%3Dihub
[10] Bellmunt JM, Caylà JA, Millet JP. Estudio de contactos en infectados por SARS CoV-2. El papel fundamental de la Atención Primaria y de la Salud Pública. Semergen. 2020; 46(1):55-64. http://doi.org/10.1016/j.semerg.2020.06.001
[11] Ares-Blanco S, Astier-Peña MP, Gómez-Bravo R, Fernández-García M, Bueno-Ortiz JM. El papel de la Atención Primaria en la pandemia CO- VID-19: Una mirada hacia Europa. Aten Primaria. 2021; 53(8):102134. http://doi.org/10.1016/j.aprim.2021.102134
[12] Comunidad de Madrid. Las Unidades de Apoyo Covid de Atención Primaria han atendido a más de 165.000 contactos. 09 febrero 2021 [internet]. Comunidad de Madrid; 2021 [citado 8 nov 2021]. Disponible en: https://www.comunidad.madrid/noticias/2021/02/09/unidades- apoyo-covid-atencion-primaria-han-atendido-165000-contactos
[13] Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar social. Marco Estratégico para la Atención Primaria y Comunitaria [internet]. Madrid: MSCYBS; 2019. [citado 8 nov 2021]. Disponible en: https://www.mscbs.gob.es/profesionales/proyectosActividades/docs/Marco_Estrategico_APS_25Abril_2019.pdf
[14] Ferrer-Arnedo C. Los pilares irrenunciables de la práctica enfermera en el ámbito comunitario tras la crisis del COVID-19. Enferm Clin. 2020; 30(4):233-5. http://doi.org/10.1016/j.enfcli.2020.06.001