Se adjuntan las aportaciones de la Plataforma One Health, de la que la Asociación de Enfermería Comunitaria (AEC) forma parte, al Plan Estratégico Salud y MedioAmbiente presentado por el Gobierno el pasado día 29 de noviembre, tras ser aprobado por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud en sesión conjunta con la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente.
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DE MERCANTILISMOS, REVISTAS CIENTÍFICAS, MÉTRICAS Y AGENCIAS DE ACREDITACIÓN
El modelo de producción científica en España sigue los pasos del modelo mercantilista de otros sectores de la sociedad. Al parecer, no es suficiente con el esfuerzo que hacen los y las profesionales de la salud para investigar en sus respectivas disciplinas y generar nuevo conocimiento, proponiendo mejores prácticas clínicas, en la mayoría de ocasiones compaginando su trabajo asistencial o docente con la investigación (voluntarista, no siempre financiada y mucho menos remunerada). Sucede que el pago por publicación (en ocasiones incluso por procesamiento de artículos, o solo por el hecho de remitir un manuscrito a una revista científica) se ha establecido no como un recurso de sostenibilidad de las revistas, que podría ser razonable, sino como un puro negocio para generar beneficios.
En ocasiones esos beneficios pueden llegar a ser tan cuantiosos que empresas editoriales con suficiente músculo financiero y control del sector pueden dirigir sus objetivos y esfuerzos a rentabilizar al límite el negocio del conocimiento científico. Y con ello, algunas multinacionales han conseguido mercantilizar las publicaciones científicas en forma de oligopolio, al ser unas pocas editoriales propietarias de las revistas, o que contratan con ellas para gestionar su funcionamiento.
Una vez controladas o contratadas la mayor parte de las revistas de prestigio por este “mercado editorial”, el siguiente paso es lograr, mantener o mejorar la indexación y el posicionamiento métrico de las revistas en índices “de calidad”, en especial la Journal Citation Reports o JCR. Parece que el objetivo de cualquier revista debe ser entrar en alguno de estos índices “de calidad” para tener cada vez más impacto, y a continuación, y casualmente, ser más caras y rentables.
En España, la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) es la responsable de diseñar los procedimientos y requisitos para evaluar y acreditar a profesionales de muy diversas disciplinas. Entre ellas, la Enfermería. ANECA tradicionalmente, desde hace unos 34 años, ha propuesto como referencia para la acreditación de profesionales docentes e investigadores/as que, básicamente, sus publicaciones se difundan en las revistas de la JCR. Con ello, quizá invo- luntariamente, ha contribuido un poco a que ese modelo mercantilista se haya asentado sólidamente en España, ya que las acreditaciones como profesor de universidad o los sexenios de investigación dependen casi totalmente de publicar en las caras revistas de la JCR, en ocasiones revistas con cierto o sospechoso carácter depredador. Si quieres ser docente universitario o tener sexenios de investigación o transferencia, o si eres profesional asistencial con inquietudes investigadoras y deseas compartir tu investigación para que sea visible, tenga impacto, y poder obtener financiación para tus proyectos (y no costearla con tu sueldo), necesitarás publicar en estas revistas de impacto y no gratuitas, porque sin un equipo investigador con una tradición de investigación conjunta y publicaciones de impacto, raramente obtendrás financiación pública o privada.
¿Por qué reflexionamos sobre ese modelo? Pues probablemente por disconformidad y porque creemos que el conocimiento científico debe ser libre, compartido y probablemente gratuito (o casi gratuito), estando al servicio de la sociedad en beneficio de las personas y las comunidades.
Es muy satisfactorio ver como la Revista Iberoamericana de Enfermería Comunitaria RIdEC, de la Asociación de Enfermería Comunitaria AEC, no persigue obsesivamente seguir ese modelo. No tener impacto JCR y entrar en esas dinámicas no siempre es negativo, nos da libertad y muchísima independencia, nos permite seguir siendo gratuita y estar totalmente al servicio desinteresado de los/las profesionales, la enfermería y la sociedad. Generar, compartir y difundir conocimiento en Enfermería Comunitaria y Salud Pública es nuestro único objetivo, no preocupándonos en exceso por el impacto, pero sí por estar en bases de datos que nos den la mayor visibilidad, para que los contenidos (el conocimiento) puedan llegar al mayor número de enfermeras, en el mayor número posible de países.
Dr. Vicente Gea-Caballero
Editor Revista Iberoamericana de Enfermería Comunitaria RIdEC.
Asociación de Enfermería Comunitaria.
Una prueba esperada pero no suficiente
El pasado día 8 de noviembre se publicaba en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la Resolución de 4 de noviembre de 2021, de la Secretaría General de Universidades, por la que se convoca la prueba objetiva correspondiente al acceso al título de Es- pecialista en Enfermería Familiar y Comunitaria.
Han tenido que transcurrir más de 10 años para que un derecho de las enfermeras, recogido en el Real Decreto de Especialidades de Enfermería de 2005, se haya hecho realidad.
Han sido años de muchas reuniones infructuosas, de promesas incumplidas, de excusas sin sentido, de engaños vergonzo- sos... En resumidas cuentas, de falta de voluntad política para dar respuesta a lo que nos correspondía por ley. No se trataba, por lo tanto, de ninguna concesión, de ningún regalo, de favores como los que están acostumbrados a negociar con otros. Se trataba de hacer cumplir aquello que nos correspondía y se nos negaba sistemáticamente.
Porque han sido muchos los equipos que en todos estos años han pasado por los Ministerios de Sanidad y de Universidades, pero todos ellos han actuado con idéntica actitud. Salvo, todo hay que decirlo, el equipo de la ministra de Sanidad Ma Luisa Carcedo, con Rodrigo Gutiérrez como director general de Ordenación Profesional y Faustino Blanco como secretario general de Sanidad, quienes, por primera vez, no tan solo nos oyeron, sino que tomaron decisiones eficaces para lograr que la convocatoria hoy sea una realidad, que ya no pudieron paralizar los equipos que les sucedieron, a pesar de su evidente y patente inacción y falta de voluntad.
Pero si bien es cierto que la toma de decisiones era importante en el logro de que la prueba se celebrase, no es menos cierto el que la voluntad firme y permanente de las sociedades científicas, Asociación de Enfermería Comunitaria (AEC) y Federación de Asociaciones de Enfermería Comunitaria y Atención Primaria (FAECAP), ha sido fundamental para que se lograse finalmente. Sin la decidida implicación, motivación y trabajo conjunto de ambas sociedades científicas, hoy seguiríamos como estábamos. La decisión de hacer un abordaje unitario, más allá de las diferencias que puedan existir entre ambas sociedades científicas, obtuvo su justo y merecido premio. Premio que es de y para las enfermeras comunitarias que han tenido que aguardar de manera injustificada largos años para ver cumplido su deseo de ser especialistas. Premio que, lamentablemente, a algunas enfermeras les llega demasiado tarde. Premio que ha supuesto frustración, indignación y desilusión ante los constantes e in- justificables aplazamientos. Premio que ha generado enfrentamientos totalmente evitables, pero que han producido posi- cionamientos radicales que resultará difícil reconducir. Premio que, lamentablemente, no se traducirá en la necesaria regulación profesional en una imprescindible ordenación de la Atención Primaria.
Puede que no sea el mejor momento para realizar la prueba, que no sea la mejor manera de llevarla a cabo, es cierto, pero es ahora y de la manera en que se ha propuesto como se ha logrado que sea una realidad. Por eso no podemos caer en la trampa, que a algunos les encantaría que cayésemos, de hacer de la prueba y de lo que la misma supone un elemento de conflicto entre las enfermeras. Se trata de afrontar su realización con la integridad, la fortaleza y la capacidad con la que todas y cada una de las enfermeras que tienen opción de realizarla, que les caracteriza. La experiencia, los conocimientos, las competencias, las vivencias... durante tantos años de ejercicio son un aval más que suficiente para lograr el resultado que todas esperamos, la especialidad de Enfermería Familiar y Comunitaria. Por lo tanto, es tiempo de autoestima, de ilusión, de confianza, de resiliencia...
Una vez alcanzado el objetivo de superar la prueba, sin embargo, no podemos caer en el error de pensar que ya está todo logrado. Muy al contrario. A partir de ese momento tenemos un escenario incierto ante nosotras que debemos revertir en certeza con firme convicción personal y posicionamiento científico.
Lograr la especialidad es tan solo, o ante todo, el primer paso para consolidar nuestro liderazgo en el ámbito comunitario en general y en la Atención Primaria en particular. A partir de entonces nos corresponde a las enfermeras comunitarias darle sentido a su contenido, evidencia a su existencia e identidad a su realidad. No podemos creer ni esperar a que sean otros quienes lo hagan, tenemos la obligación de hacerlo nosotras.
La pandemia, en la que tanto hemos aportado y en la que tanto hemos sufrido las enfermeras, nos deja un contexto de cuidados que debemos liderar con determinación y decisión trabajando de manera coordinada enfermeras especialistas y no especialistas para fortalecer la imagen que de nosotras se ha hecho la comunidad durante todos estos meses de dolor, sufrimiento y muerte. Una imagen que nos da visibilidad y nos identifica como valedoras de los cuidados profesionales, mucho más allá de los tópicos y estereotipos sociales que resulta imprescindible eliminar.
Nada ni nadie debe impedir que nuestro desarrollo quede limitado a la realización de una prueba que por importante que sea, que lo es, tan solo es eso, una prueba que nos habilita formalmente para hacer lo que ya hacíamos de manera no regulada o normativa. Se trata, por tanto, de que lo alcanzado no sea excusa para relajarnos o caer en el conformismo, sino todo lo contrario, para espolearnos a lograr una posición que vaya más allá de la alabanza para centrarse en la constatación de unas competencias claramente definidas y articuladas con las del resto de profesionales de Atención Primaria que permitan el necesario trabajo transdisciplinar.
Para que todo esto sea posible debemos identificar la indispensable aportación de las sociedades científicas como referentes de madurez profesional. No podemos seguir en la indulgencia, el aislamiento, la irrelevancia científica. Debemos ser claramente conscientes de la imprescindible e irrenunciable incorporación activa en sociedades científicas que las haga fuertes y referentes. Porque haciéndolo contribuiremos a que la Enfermería, como Ciencia, como Disciplina y como Profesión, sea igualmente fuerte y referente en las comunidades científica, académica y profesional a las que pertenecemos. Lo contrario nos situará en la irrelevancia, la invisibilidad y la subsidiariedad.
La AEC, como sociedad científica decana de la Enfermería Comunitaria, ha contribuido, en sus más de 27 años de existencia, a lograr una imagen reconocida y reconocible de las enfermeras comunitarias a todos los niveles, pero es imprescindible que dicha contribución se vea alimentada con la presencia de las enfermeras como parte de la misma, para darle la fortaleza necesaria que permita no solo consolidar lo alcanzado, sino también para alcanzar las máximas cuotas del liderazgo del que no podemos sustraer a las personas, las familias y la comunidad a las que atendemos.
Celebremos que podamos hacer la prueba que nos da acceso a la especialidad, pero celebremos aún más lo que supone lograrla para nuestro desarrollo y visibilidad a través de la AEC. ¡¡¡Os esperamos!!!
José Ramón Martínez Riera
Presidente de la Asociación de Enfermería Comunitaria (AEC)
Cómo citar este artículo:
Viedma Contreras S, Martínez Blanco N. Evaluación de los factores de riesgo cardiovascular en los pacientes afectados de un evento coronario. RIdEC 2021; 14(2):8-15.
Fecha de recepción: 24 de mayo de 2021.
Aceptada su publicación: 16 de septiembre de 2021.
Autores
1 Soledad Viedma Contreras
2 Nuria Martínez Blanco
1 Enfermera Especialista Familiar y Comunitaria. Centro de Salud Hospital Provincial Pla. Departamento de San Juan de Alicante.
2 Enfermera Especialista Familiar y Comunitaria. Centro de Salud A Cuña-Mariñamansa. Área de Ourense.
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Resumen
Objetivo: evaluar el grado de control de los factores de riesgo cardiovascular en pacientes que han sufrido un evento cardio- vascular.
Material y método: estudio epidemiológico observacional, descriptivo y retrospectivo, en pacientes diagnosticados en la historia clínica con CIE-9 410.XX a 414.XX (referidos a cardiopatía isquémica) pertenecientes a los centros de salud de Almazora y San Agustín de Castellón de la Plana (n= 276).
Resultados: el cumplimiento de los objetivos de control de los factores de riesgo cardiovascular, según las guías de práctica clínica, no llegó al 50%. Las comorbilidades más frecuentes fueron: dislipemia (77,2%), hipertensión arterial (70,7%) y diabetes mellitus (40,1%). Respecto a los consejos de hábitos de vida saludables, según constaba en las historias clínicas, tan solo el 43,1% fue informado sobre la dieta y el 42,8% sobre ejercicio físico.
Conclusión: en este estudio realizado en el ámbito de la Atención Primaria, los resultados obtenidos revelan un deficiente control de los factores de riesgo cardiovascular.
Palabras clave:
factores de riesgo; cardiopatía isquémica; prevención secundaria; Atención Primaria; rehabilitación cardiaca; enfermedades cardiovasculares.
Abstract
Evaluation of cardiovascular risk factors in patients suffering a coronary event
Objective: to assess the level of control for cardiovascular risk factors in patients who have experienced a cardiovascular event.
Materials and method: an observational epidemiological study, descriptive and retrospective, in patients diagnosed in their clinical record with CIE-9 410.XX to 414.XX (related to ischemic cardiopathy), from the Almazora and San Agustín Primary Care centres in Castellón de la Plana (n= 276).
Results: the control target objectives for the cardiovascular risk factors, according to clinical practice guidelines, were only met by 50%. The most frequent comorbidities were dyslipidemia (77.2%), hypertension (70.7%) and diabetes mellitus (40.1%). Regarding advice for a healthy lifestyle, only 43.1% of patients received information about diet and 42.8% about physical exercise.
Conclusion: the results obtained in this study conducted in the Primary Care setting revealed an inadequate control of car- diovascular risk factors.
Key words:
risk factors; ischemic cardiopathy; secondary prevention; Primary Care; cardiac rehabilitation; cardiovascular diseases.
Introducción
Las enfermedades cardiovasculares (ECV) constituyen la primera causa de mortalidad en los países desarrollados (1). En el año 2016 causaron en España 119.778 muertes, con una tasa bruta de mortalidad de 258 por 100.000 habitantes (243 en varones y 273 en mujeres), lo que supone el 29% de todas las defunciones (2). De aquí a 2030, casi 23,6 millones de personas morirán por alguna ECV, principalmente por cardiopatías y accidentes cerebrovasculares (ACV). En concreto, la cardiopatía isquémica (CI) supone la primera causa de muerte en los varones y la segunda en las mujeres (3).
Las ECV provocan una disminución importante de la calidad de vida y una gran carga asistencial, así como un elevado gasto sanitario, que pueden verse disminuidas si se lleva a cabo una prevención secundaria. La prevención secundaria tiene como objetivo reducir el riesgo de un nuevo evento cardiovascular y/o la muerte y, por lo tanto, mejorar la supervivencia y la calidad de vida de estos pacientes (4).
Existen evidencias de que realizar un cambio en el estilo de vida, como abandonar el tabaco y llevar a cabo una dieta sana y equilibrada, disminuye la morbimortalidad cardiovascular en los pacientes isquémicos. El ejercicio físico y la rehabilitación cardiaca (RC) después de un infarto de miocardio reducen un 20-25% el riesgo de muerte (5).
El seguimiento del paciente con CI requiere un programa estandarizado. La Guía de la European Society of Cardiology (ESC) 2019, para el diagnóstico y el tratamiento de los síndromes coronarios crónicos (6), recomienda un seguimiento cada cuatro o seis meses durante el primer año, que posteriormente puede distanciarse de cuatro a 12 meses. En cada visita se debe obtener una historia clínica con exploración y analítica básica, y revisar los tratamientos (indicación, dosis, eficacia y efectos secundarios). Las directrices terapéuticas deben ser individualizadas, valorando el potencial beneficio en esa situación clínica, la respuesta clínica, los efectos favorables y la evolución. El electrocardiograma se considera necesario si hay cambios en la historia o en la medicación (7).
Los pacientes con antecedentes de ECV tienen mayor riesgo de padecer un nuevo evento, por lo que el seguimiento sistemático y una correcta estratificación de riesgo pueden ayudar a mejorar los resultados (7,8).
En este contexto, y con una estructura sanitaria diseñada para atender a pacientes con patología aguda, el manejo de la CI crónica es difícil para el profesional, un reto organizativo para la gestión y un problema de Salud Pública.
Los autores consideran importante llevar a cabo su trabajo como respuesta a la creciente demanda de recursos que requiere la CI, potenciando los nuevos papeles de enfermería para responsabilizar al paciente en sus cuidados, y destacando el pro- tagonismo de la Atención Primaria (AP) en el paciente crónico y el papel del cardiólogo como consultor clínico.
El objetivo principal del estudio es evaluar el grado de control de los factores de riesgo cardiovascular (FRCV) en pacientes que han sufrido un evento cardiovascular.
Los objetivos específicos consisten en: describir el perfil sociodemográfico de los pacientes, identificar la prevalencia de los FRCV, determinar la distribución de porcentajes de cada evento cardiovascular, describir la proporción de pacientes que han recibido consejos sobre hábitos de vida saludables y cuantificar los pacientes a los que se le ha realizado cuestionarios sobre tabaco o ejercicio físico.
Material y método
Diseño del estudio
Estudio epidemiológico observacional, descriptivo y retrospectivo. La recogida de datos se realizó a través de la revisión de las historias clínicas electrónicas de cada participante. Se recogieron datos retrospectivamente del año posterior a la fecha de presentación del evento coronario y datos correspondientes al mismo año de la recogida de datos (31 julio de 2017 - 31 de julio de 2018). El estudio se llevó a cabo en dos centros de salud de la provincia de Castellón (centro de salud de Almazora y centro de salud de San Agustín).
Población y muestra
La población de estudio fue la perteneciente a las zonas básicas del centro de salud de Almazora y del centro de salud de San Agustín (Castellón de la Plana).
El centro de salud de Almazora atiende a una población total aproximada de 25.600 individuos, y está constituido por ocho médicos de familia, dos pediatras, seis enfermeras y una enfermera de pediatría.
El centro de salud de San Agustín atiende a una población total aproximada de 4.500 individuos, y está constituido por tres médicos de familia, un pediatra, dos enfermeras y una enfermera de pediatría.
La muestra se obtuvo aplicando los siguientes criterios detallados.
Criterios de inclusión
• Pacientes de 18 y más años.
• Pacientes asignados a los centros de salud de Almazora y San Agustín.
• Pacientes registrados en la historia clínica.
• Pacientes que tengan un seguimiento en el mismo centro de salud.
• Pacientes con un registro diagnóstico (CIE-9) identificativo de evento cardiovascular a día 31 de julio de 2018: 410 (Infarto agudo de miocardio); 411 (Otras formas agudas y subagudas cardiopatía isquémica); 412 (Infarto antiguo de miocardio); 413 (Angina de pecho); 414 (Otras formas de enfermedades cardíacas isquémicas crónicas).
Criterios de exclusión
• Pacientes institucionalizados.
• Éxitus.
• Pacientes con diagnóstico erróneo.
El número total de pacientes que han sufrido un evento cardiovascular entre el 31 de julio de 2018 y 1 de enero de 2000, en los centros de salud de Almazora y San Agustín ascendió a 394. Una vez aplicados los criterios de exclusión la muestra se quedó en 276.
Variables de investigación
Existen diversos factores que influyen en el pronóstico de la CI, por lo que a partir de ello se registraron las variables que se exponen en la Tabla 1.
Recogida de datos
Se utilizó el programa informático “Alumbra” para identificar del total de la población aquellos pacientes con al menos uno de los diagnósticos anteriormente citados. Este programa permitió obtener la información clínica inicial y poder hacer el registro del punto de partida de todas las variables a valorar.
Análisis de datos
Se creó una base de datos con el programa Access de Microsoft Office donde se almacenaron los datos extraídos de las historias clínicas. Para el análisis de los datos se utilizó el paquete estadístico SPSS y Epidat. Para el análisis de variables univariantes se calculó la estimación puntual y el intervalo de confianza al 95%.
Aspectos éticos
Se asegura la garantía de la confidencialidad y la protección de datos de manera informatizada con contraseña. La identificación de los pacientes es con un código alfanumérico al que solo el equipo investigador tiene acceso.
No se publicarán datos que puedan identificar a los participantes en la investigación que se llevará a cabo.
Este trabajo ha sido aprobado por el Comité de Investigación Clínica (CIC) y el Comité Ético de Investigación con Medicamentos (CEIm). Número de referencia del documento: 2018-16.
Resultados
Una vez aplicados los criterios de inclusión y exclusión, la muestra pasó de n= 394 a n= 276.
De los 276 pacientes, 206 pertenecían al centro de salud de Almazora y 70 al centro de salud de San Agustín. De ellos, 197 eran varones (71,4%) y 79 eran mujeres (28,6%).
El 91% de la muestra era de nacionalidad española, ocupando el segundo lugar la nacionalidad rumana.
Respecto al grupo de edad, comprendía desde los 32 años hasta los 90 años, siendo el grupo más numeroso el de 65 a 79 años, suponiendo el 47,1% del total (Gráfico 1).
En función de los diagnósticos registrados en la historia clínica, 213 pacientes padecían dislipemia (DL), 195 pacientes hi- pertensión arterial (HTA), 161 pacientes diabetes mellitus (DM), 42 pacientes enfermedad renal crónica (ERC), 38 pacientes fibrilación auricular (FA), 32 pacientes síndrome metabólico (SM) y 20 pacientes tabaquismo. El exceso de peso fue detectado a partir de los índices de masa corporal (IMC) también registrados en la historia clínica, hallándose 205 pacientes (Tabla 2).
En cuanto al cumplimiento de los objetivos de control de los FRCV según ESC 2019 (6), el 46,3% de los pacientes presentaba un buen control de la hemoglobina glicada (HbA1c < 7%); el 21,3% del colesterol LDLc (< 70 mg/dl); el 22,1% de la tensión arterial sistólica (TAS< 140 mmHg); el 44,2% de la tensión arterial diastólica (TAD< 90 mmHg); el 0,04% del IMC (18,5- 24,9 kg/m2) y el 0,02% del perímetro abdominal (H< 94 cm; M< 80 cm) (Gráfico 2).
En relación a los eventos cardiovasculares, el 49,6% padecía el diagnóstico de “Otras formas de enfermedades cardiacas is- quémicas crónicas”; el 42,8% “Angina de pecho”; el 34,4% “Infarto agudo de miocardio”; el 23,6% “Otras formas agudas y subagudas de CI” y el 17,4% “Infarto antiguo de miocardio”. Por otro lado, el 13,8% sufrió un ACV (Gráfico 3).
Gráfico 1. Grupos de edad
Gráfico 2. Control de factores de riesgo
Gráfico 3. Eventos cardiovasculares
Con respecto a los consejos de hábitos de vida saludables obtenidos de registros clínicos electrónicos, 119 pacientes recibieron información sobre la dieta, 118 pacientes sobre ejercicio físico, 91 sujetos sobre el cumplimiento farmacológico, 72 pacientes sobre FRCV y 55 personas sobre el hábito tabáquico (Tabla 3).
Para finalizar, los profesionales solo efectuaron los siguientes cuestionarios a los pacientes: al 0,7% el test de Richmond (motivación para dejar de fumar); al 1,4% el test de Fagërstrom (dependencia a la nicotina) y al 0,4% relacionados con el ejercicio físico.
Discusión
En este estudio realizado en el ámbito de la AP, los resultados obtenidos revelan un deficiente control de los FRCV, al igual que se observó en el estudio del Grupo PRESENCIAP (4), ya que el 7,6% de los enfermos continuaba fumando a pesar de haber presentado un episodio cardiovascular y solo un 21,3% de los pacientes se encontraba con niveles de cLDL considerados aceptables. En lo que respecta a la TA, principalmente se observó un mal control de la TAS. En el estudio de Brevis Urrutia et al. (9) observaron que dentro de las comorbilidades que precedían el evento isquémico, un 76% de los pacientes sufría HTA; aproximadamente un 20-30% de los pacientes con enfermedad coronaria tenía DM conocida y al menos la misma proporción tenía DM no diagnosticada o una alteración de la tolerancia a la glucosa; un 56% era dislipémico; un 25% obeso; un 44% tenía hábito tabáquico y solo un 21% de los participantes realizaba algún tipo de actividad física.
La ECV más habitual en España según el estudio de Brotons (3) fue la CI, en el 59,7% de los casos, seguido de ACV en el 33,8% y enfermedad arterial periférica en el 6,5%.
En cuanto a las características sociodemográficas de los pacientes, en el estudio de Brevis Urrutia et al. (9), de los 63 pacientes que participaron, la edad promedio fue de 63 años, con mayor prevalencia de hombres, lo cual coincide con la literatura y con los presentes resultados, donde se señala que el ser mayor de 55 años y ser varón aumentan el riesgo car- diovascular, siendo características utilizadas para estratificar el riesgo coronario.
Los programas de RC son una intervención eficaz de prevención secundaria en la ECV (5-10). Se han evaluado distintos modelos de manejo llevados a cabo por enfermeras y se han observado beneficios significativos en relación con los FRCV, como por ejemplo tolerancia al ejercicio, control de la glucosa y uso apropiado de la medicación, junto con una reducción en la incidencia de eventos y mortalidad cardiacos, una mayor regresión de la aterosclerosis coronaria y una mejor percepción del paciente sobre su salud frente a los cuidados convencionales. Además, se ha demostrado la factibilidad de este tipo de programas en hospitales y consultas de AP, mostrando que no es necesario un centro especializado para poder realizar re- habilitación a los pacientes coronarios (7). Por otro lado, otros estudios defienden que, aunque se ha demostrado que la RC reduce la morbimortalidad cardiovascular (5-8), esta reducción no se ha apreciado en sus trabajos, probablemente debido a que se trata de pacientes de bajo riesgo y al reducido número de enfermos incluidos. Sin embargo, sí es eficaz en mejorar algunos aspectos relacionados con los hábitos saludables (3).
Los pobres resultados extraídos en el control de los FRCV son similares con los obtenidos en otros estudios (4,7), lo que obliga a reflexionar sobre los objetivos y estrategias terapéuticas aplicadas. Estos resultados sugieren que la prevención secundaria no ha sido incorporada a la práctica clínica diaria en esta zona básica de salud. Tal vez continúa vigente la percepción por parte de algunos profesionales de AP de que la CI es, exclusiva y únicamente, responsabilidad del cardiólogo (4).
La prevención secundaria se considera una intervención coste-efectiva tras un evento coronario, ya que mejora el pronóstico y reduce el número de hospitalizaciones sucesivas y los gastos sanitarios, a la vez que prolonga la vida; aunque se confirma el principio básico de la necesidad de un contacto continuo para lograr cambios en el estilo de vida y mejorar el conocimiento y la adherencia (11).
Limitaciones del estudio
Al tratarse la muestra de una población de un pequeño territorio en concreto, podría contener una falta de validez externa para extrapolar las conclusiones a otras poblaciones. También la falta de registro por parte de los profesionales de enfermería y medicina.
Propuestas de mejora y posibles líneas de investigación
Mejorar la coordinación del equipo multidisciplinar para un control y seguimiento adecuados, realizar una captación de pacientes con bajo seguimiento en AP y conocer el número de pacientes que requieren RC vs. pacientes que ya la han recibido.
Conclusiones
• El grado de control de los FRCV en pacientes que han sufrido un evento cardiovascular en el ámbito de la AP se considera deficiente.
• El perfil sociodemográfico se trata de un varón, entre 65 y 79 años de edad, de nacionalidad española.
• La prevalencia de los FRCV relacionados más frecuentes son DL, HTA y DM.
• El diagnóstico cardiovascular más padecido es el de “Otras formas de enfermedades cardiacas isquémicas crónicas”.
• Los cuestionarios realizados referidos al ejercicio físico o tabaco, y los consejos saludables recibidos, también se consideran deficientes.
Financiación
Ninguna.
Conflicto de intereses
Ninguno.
Bibliografía
[1] Organización Mundial de la Salud (OMS). La OMS revela las principales causas de muerte y discapacidad en el mundo: 2000-2019 [internet]. Ginebra: OMS; diciembre 2020 [citado 8 nov 2021]. Disponible en: https://www.who.int/es/news/item/09-12-2020-who-reveals-leading- causes-of-death-and-disability-worldwide-2000-2019
[2] Brotons Cuixart C, Alemán Sánchez JJ, Banegas Banegas JR, Fondón León C, Lobos-Bejarano JM, Martín Rioboó E, et al. Recomendaciones preventivas cardiovasculares. Actualización PAPPS 2018. Rev Aten Primaria 2018; 50 (1):4-28. Doi: http://doi.org/10.1016/S0212-6567(18)30360-3
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Cómo citar este artículo:
Muñoz Torres TJ, Almazán García AC, Rocha Rodríguez MR, Ramírez Cruz MJ. Grupo de ayuda mutua y su relación con la calidad de vida en pacientes crónicos. RIdEC 2021; 14(2):16-22.
Fecha de recepción: 12 de junio de 2021.
Aceptada su publicación: 27 de septiembre de 2021.
Autores
1 Teresita de Jesús Muñoz Torres
1 Ana Cristina Almazán García
1 María del Rocío Rocha Rodríguez
1 María de Jesús Ramírez Cruz
1 Unidad Académica Multidisciplinaria Zona Media de la UASLP
Dirección de contacto: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Resumen
Objetivo: determinar la asociación del Grupo de Ayuda Mutua de Enfermedades Crónicas y la calidad de vida de los pacientes con padecimientos crónicos adscritos al Centro Avanzado de Atención Primaria a la Salud Puente del Carmen.
Método: estudio cuantitativo, descriptivo, correlacional, de corte transversal, con método no experimental y post facto. n= 21 pacientes adscritos al Grupo de Ayuda Mutua de Enfermedades Crónicas y 21 pacientes no adscritos; investigación realizada de febrero a mayo 2018. Se aplicó el instrumento WHOQOL-BREF con un α= 0,89. Se realizó el análisis de datos a través del Programa SPSS v.21, aplicándose estadística descriptiva e inferencial, específicamente, prueba t de Student para muestras in- dependientes con un IC del 95% y un p≤ 0,05.
Resultados: la prueba t de Student presenta un valor superior al resultado de “t” en tablas con una p> 0.05, por lo tanto, se aceptó la hipótesis nula.
Conclusión: los Grupo de Ayuda Mutua de Enfermedades Crónicas se relacionan con la calidad de vida; no obstante, pueden existir otros factores que influyen en el manejo y control de los padecimientos crónicos.
Palabras clave:
grupos de autoayuda; calidad de vida; enfermedad crónica; Atención Primaria de Salud.
Abstract
Association of a Support Group with quality of life in chronic patients
Objective: to determine the association between the Chronic Illness Support Group and quality of life in patients with chronic conditions affiliated with the Advanced Primary Care Centre Puente del Carmen.
Method: a qualitative, descriptive, cross-sectional correlation study, with non-experimental and post-facto method. The study included n= 21 patients affiliated with the Chronic Illness Support Group and 21 non-affiliated patients; research was conducted from February to May, 2018. The WHOQOL-BREF instrument was applied, with α= 0.89. Data analysis was conducted through the SPSS v.21 Program, applying descriptive and inferential statistics, specifically, Student’s t test for independent samples with a 95% CI and p< 0.05.
Results: student’s t test presented a value superior to the “t” result in tables with p> 0.05; therefore, the null hypothesis was accepted.
Conclusion: chronic Illness Support Groups are associated with quality of life; however, there might be other factors with impact on the management and control of chronic conditions.
Key words:
support groups; quality of life; chronic disease; Primary Care.
Introducción
La epidemia mundial de enfermedades crónico degenerativas es una realidad, pues el 80% de las enfermedades crónicas ocurre en países de ingresos bajos y medios. La enfermedad cardiovascular, cáncer, enfermedad pulmonar crónica y diabetes mellitus representan más del 50% de las muertes en el ámbito mundial, con excepción de la región de África Subsahariana; por ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) proyecta que la diabetes será la séptima causa de mortalidad en el mundo en el año 2030 (1) y estima cerca de 23,3 millones de muertes por enfermedades cardiovasculares.
Por lo cual, la Secretaría de Salud en México a través del Programa de Salud del Adulto y Anciano de la Subsecretaría de Prevención y Promoción a la Salud y del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades, implementó los Grupos de Ayuda Mutua de Enfermedades Crónicas (GAM EC) como una estrategia para fomentar la adopción de estilos de vida saludables, al considerar la educación, la actividad física y la alimentación como parte fundamental e indispensable del tratamiento de los pacientes (2,3).
Los GAM EC, también llamados club de personas diabéticas, se conceptualizan como la organización de los pacientes, que bajo supervisión médica y con apoyo de los servicios de salud sirven como escenario para la capacitación voluntaria y periódica con énfasis en el manejo no farmacológico, el apego al tratamiento farmacológico y el autocuidado de la salud para el control de las enfermedades crónico degenerativas. Esta estrategia permite al Primer Nivel de Atención realizar un seguimiento y control de los pacientes para lograr el conocimiento, cuidado de la salud incluido la prevención de complicaciones, la autoestima, pero sobre todo, mejorar la calidad de vida del individuo.
En este sentido, destacan como características de los GAM EC la participación de 20 a 25 pacientes con alguna enfermedad crónica como diabetes, hipertensión arterial, dislipidemia, obesidad y/o síndrome metabólico, a partir de los 20 años de edad y más. Muestra de esta intervención es la conformación de 6,702 GAM EC y la participación activa de 147,026 pacientes en el ámbito nacional. Así mismo, se prioriza la inclusión de cuatro elementos básicos como parte del proceso de autocuidado, es decir, la asistencia formal, el potencial de conocimiento, la información científica y el paciente activo, lo que se traduce en un beneficio que sobrepasa lo político y social (1).
Por otro lado, la calidad de vida, como propósito de la implementación de los GAM EC, es definida como la percepción que la persona tiene sobre su existencia, el contexto, la cultura y el sistema de valores en los que vive y cómo se relacionan estos con sus objetivos, expectativas, normas e inquietudes; es decir, representa el estado de bienestar que recibe la influencia de factores externos como el acceso a servicios de salud, trabajo, vivienda, educación, entre otros, y que impactan en el desarrollo humano en los ámbitos individual y comunitario, lo cual origina que sea entendida como la posibilidad que pueden tener las personas para satisfacer las necesidades humanas fundamentales (4,5).
Por todo lo anterior, el objetivo de este estudio fue determinar la asociación del Grupo de Ayuda Mutua de Enfermedades Crónicas y la calidad de vida de los pacientes con padecimientos crónicos adscritos al Centro Avanzado de Atención Primaria a la Salud (CAAPS) Puente del Carmen.
Método
Diseño, muestra y variables de estudio
Estudio cuantitativo, descriptivo, correlacional y de corte transversal con diseño no experimental y post-facto (6), realizado con un grupo de pacientes pertenecientes al GAM EC, con el objetivo de determinar la asociación del Grupo de Ayuda Mutua de Enfermedades Crónicas y la calidad de vida de los pacientes con padecimientos crónicos, durante el periodo comprendido de febrero a mayo de 2018.
Como criterios de inclusión para los pacientes pertenecientes al GAM EC se establecieron que todos fueran personas diagnosticadas con un padecimiento crónico (diabetes, hipertensión arterial, obesidad, dislipidemia y/o síndrome metabólico), que participaran activamente en las actividades del GAM EC y que aceptarán formar parte del estudio; por su parte, los pacientes que no pertenecían al GAM EC debían cumplir como criterios el ser del mismo género y edad de los pacientes adscritos al GAM EC, estar diagnosticados con padecimientos crónicos y que dieran su aprobación para participar de este estudio.
Se excluyeron del estudio aquellos pacientes que no dieran su consentimiento de participación mediante la firma del con- sentimiento informado, y pacientes con dificultades visuales y/o motrices para realizar la cumplimentación del instrumento.
La población de estudio comprendió 21 pacientes adscritos al GAM EC y 21 pacientes no pertenecientes al GAM EC, todos adscritos al CAAPS Puente del Carmen, por lo que la muestra final estuvo conformada por 42 pacientes con pa- decimientos crónicos, entre los que se incluye la diabetes, hipertensión arterial, dislipidemia, obesidad y/o síndrome me- tabólico.
Instrumento de recolección
A todos los pacientes incluidos en el estudio se les aplicó el instrumento WHOQOL-BREF, que consta de 26 ítems distribuidos en cuatro dimensiones: salud física, salud psicológica, relaciones sociales y medio ambiente. Las puntuaciones mayores indican mejor calidad de vida; se utiliza una escala de respuesta tipo Likert, con cinco opciones, por ejemplo: nada, un poco, lo normal, bastante y extremadamente. Con respecto a la validación del instrumento, este presenta una confiabilidad alta al reportar valores de alpha de Cronbach entre 0,895 y 0,9 (7,8).
Técnicas y procedimientos para el análisis estadístico
Los datos se procesaron y analizaron en el Programa SPSS versión 21. El análisis descriptivo comprendió medidas de tendencia central (media y desviación estándar) y distribución de frecuencias (porcentajes). Para la validación de la hipótesis se realizó prueba t de Student para muestras independientes, con el fin de comparar las medias obtenidas en las diferentes dimensiones para dos grupos (pacientes inscritos al grupo GAM EC y no suscritos al GAM EC) y prueba no paramétrica U de Mann- Whitney que permitió contrastar las medianas de dos grupos independientes con libre distribución (9), con un intervalo de confianza (IC) del 95% y un error estándar de 0,05.
Aspectos éticos de la investigación
El estudio fue remitido a la Jurisdicción Sanitaria No. IV de los Servicios de Salud del estado de San Luis Potosí para su revisión y autorización por parte del Comité de Investigación y Bioética, el cual fue aprobado con fundamento en el Título Quinto de la Ley Estatal de Salud y la NOM-012-SSA3-2012, obteniendo el siguiente registro: SLPA22/2018.
Limitantes del estudio
El principal limitante fue la conformación y recolección de datos de los participantes que no pertenecían al GAM EC, ya que este grupo debía cumplir características similares a las de los individuos que conformaron el grupo GAM EC.
Resultados
El 100% de la población de estudio fue de género femenino, con una media (–x) de 53 años de edad y una desviación estándar (DE) de ± 12. Con relación a los padecimientos crónico-degenerativos y el tratamiento farmacológico, la Tabla 1 mostró que prevalece en la población de estudio el síndrome metabólico con un 57,1%, situación que se relacionó con el 78,5% de los individuos, a los cuales se les ha establecido un tratamiento farmacológico basado en dos o más medicamentos, de los cuales resaltan el uso de glibenclamida, metformina, enalapril, telmisartán, entre otros. Por su parte, al realizar el análisis comparativo entre los pacientes pertenecientes al GAM EC y los no adscritos se determinó que el padecimiento de síndrome metabólico e hipertensión arterial prevalece en ambos grupos.
Con relación a las dimensiones del instrumento WHOQOL-BREF se obtuvieron los siguientes resultados:
En el dominio 1: Salud Física se puede señalar que los pacientes presentaron de manera global una puntuación por encima del 50% del valor, esto permitió establecer una calidad de vida media alta para los aspectos relacionados con la salud física, en donde se incluyen el dolor físico, tratamiento médico, energía para realizar las actividades, entre otras. En la comparación GAM EC vs. los no adscritos, se identificó que los pacientes del GAM EC presentaron un valor de 0,47 puntos por arriba de la –x global mientras que el otro grupo tiene un valor diferencial inferior de 0,48 puntos (Tabla 2).
Por su parte, el dominio 2: Salud Psicológica (Tabla 2), que comprende ítems relacionados con la apariencia física, religión, espiritualidad, etc., mostró una puntuación global superior al 50% del valor estándar, determinando con ello una calidad de vida alta; por lo que al comparar los resultados entre los grupos se estableció una diferencia de +0,55 puntos en el GAM EC mientras que el grupo No GAM EC obtuvo un valor de -0,55 puntos.
En el dominio 3: Relaciones Sociales se puede señalar que los pacientes mostraron de manera global una puntuación sobre el 50% del valor, comprobando con ello una calidad de vida media para los aspectos vinculados a las relaciones interpersonales, la satisfacción del apoyo de su familia, entre otros. En la comparación GAM EC vs. los no adscritos, se determinó que los pacientes del GAM EC presentaron un valor de 0,1 puntos por arriba de la –x global, mientras que el otro grupo tiene un valor inferior de 0,09 puntos (Tabla 2).
Finalizando con el dominio 4: Medio Ambiente (Tabla 2) se reconoció que los pacientes expresaron de manera global una puntuación por encima del 50%, lo que permitió establecer una calidad de vida media alta para factores de seguridad financiera, física y de libertad, así como del acceso a la atención sanitaria y la calidad que esta le provee. Se identificó que los pacientes del GAM EC presentan un valor de +1,02 puntos por arriba de la –x global, mientras que el grupo No GAM EC tuvo un valor de -1,03 puntos.
La Tabla 3 describe la relación que existe entre los pacientes adscritos al GAM EC y los que no pertenecen al mismo, en- contrándose para cada dominio un valor de t de Student menor al resultado de “t” en tablas con una p≥ 0,05, por lo tanto, se aceptó la hipótesis nula, la cual estableció que no existe diferencia en la calidad de vida de los pacientes crónicos en relación a su participación en los GAM EC, debido a que ambos grupos mantienen un puntaje por encima de la media estándar. Así mismo, la prueba de Levene que permite comprobar la homocedasticidad de la varianza para una variable calculada para dos o más grupos, señaló que existe una diferencia significativa para los dominios de Salud Psicológica (t= 4,979; p= 0,031) y de Medio Ambiente (t= 4,580; p= 0,039), puesto que determina que la diferencia obtenida es el resultado de un análisis con base en un muestreo aleatorio de una población con varianzas heterogéneas, por lo que se debe de considerar el análisis de pruebas no paramétricas, que estén libres del supuesto de homocedasticidad.
Por lo tanto, para comprobar los resultados de la prueba de Levene se realizó la prueba U de Mann-Whitney libre del supuesto de homocedasticidad, la cual confirma la hipótesis nula, ya que presenta valores de p mayores al 0,05 (Tabla 4).
Discusión
La asociación entre los GAM EC y la mejora en la calidad de vida continúa siendo un tema de interés para la atención en salud, pues aunque se ha demostrado la influencia de estos grupos en la mejora de la capacidad de autocuidado de los pacientes diagnosticados con algún padecimiento crónico, aún hay situaciones o escenarios que pueden afectar la relación existente entre estas variables, como el acceso a los servicios de salud, los recursos disponibles, entre otros.
No obstante, es importante resaltar que el adulto que padece enfermedades crónico degenerativas, y que se ha integrado a las actividades que se desarrollan como parte de los GAM EC, logra conservar y/o mejorar la salud; esto a través del conjunto de muchas estructuras emocionales, de las actividades expuestas y los diálogos, en donde el paciente modifica su comportamiento y las transformaciones paulatinas van contribuyendo en gran medida en la capacidad de autocuidado (10,11).
En este sentido, el género toma una connotación importante, ya que en las mujeres diagnosticadas con un padecimiento crónico es frecuente que sus preocupaciones se enfoquen en la interrupción de la realización de las actividades domésticas y el cuidado de los integrantes de la familia, pues son considerados los roles femeninos desde la perspectiva cultural. Esta situación difiere en el hombre, pues ellos experimentan un abandono del rol laboral en espacios públicos y por consiguiente la reclusión doméstica, lo cual puede tener un significado estigmatizante (12).
Esto origina que el apego al tratamiento y la participación activa en los grupos de ayuda sea más habitual en el género femenino, quien busca controlar las situaciones de estrés relacionadas con el hogar, la familia y el trabajo; Ledón (13) señala que las mujeres tienden a presentar mayor distrés y menor calidad de vida física, social y emocional que el hombre, lo que favorece la atención médica frecuente y la implementación de estrategias de afrontamiento a la enfermedad, como es la incorporación a los GAM EC.
En el caso de la percepción global de la calidad de vida en pacientes adscritos y no adscritos a los GAM EC, los resultados reportan valores en la clasificación media, media alta y alta, lo cual determina la satisfacción con la salud actual; datos que difieren del estudio realizado por Jiménez et al. (14), quienes identificaron en un grupo de adultos una calidad de vida deficiente (67,57%) con un énfasis particular hacia los dominios de salud física y salud psicológica. Esto permite reconocer que las enfermedades crónicas, vistas desde la comorbilidad, representan un trastorno discapacitante que modifica las per- cepciones sobre la calidad.
Investigaciones realizadas en Medellín demuestran que la calidad de vida en adultos osciló entre 21,9 y 87,5, y para todas las dimensiones de la calidad de vida se hallaron puntuaciones por encima de 52 puntos, siendo las más bajas medio ambiente y relaciones sociales –x= 52,2 ± 20,2 y –x= 52,8 ± 17,5) respectivamente, y las más altas, el dominio de salud física (–x= 69,4 ± 8,7), seguida de la salud psicológica (60,8 ± 25,2) (7). Lo cual difiere de los resultados de la presente investigación, pues al comparar los grupos de estudio se encontró de manera global que los dominios más altos fueron el de salud física (–x= 25,14 ± 4,5) y medio ambiente (–x= 26,45 ± 4,27), y los dominios más bajos, salud psicológica (–x= 21,64 ± 3,74) y relaciones sociales (–x= 10,23 ± 1,98).
Lo antes descrito permite señalar que el énfasis en la periodicidad que se establece en los GAM EC es un factor que influye en la adherencia y en el seguimiento del régimen y prescripción farmacológica y no farmacológica, a través de los cuales se fomenta la adherencia terapéutica programada, que impacta en cada uno de los dominios que integran la calidad de vida; esto permitió demostrar la importancia de las acciones que realiza el profesional de salud como parte de esa corres- ponsabilidad que caracteriza a los GAM EC.
La relación de los GAM EC y la calidad de vida presentó datos no significativos, aceptando con ello la hipótesis nula, que refiere que los GAM EC no están asociados a la calidad de vida en pacientes con padecimientos crónicos en el CAAPS Puente del Carmen; sin embargo, Bernabéu-Álvarez et al. (15) señalan que los beneficios del GAM, tanto para la persona dependiente como para el cuidador, están enfocados en la disminución de recaídas y de los síntomas, así como de una disminución del uso de los servicios sanitarios gracias a la autonomía adquirida. Por otro lado, la participación en los GAM EC está estrechamente relacionado con las actividades de autocuidado que permiten el cum- plimiento de las metas básicas del tratamiento, según el estudio realizado por Pérez-Fonseca et al. (16). Todos estos aspectos están interrelacionados con la percepción sobre la calidad de vida adquirida a través de la participación en estos grupos, pues generan un acompañamiento que refuerza las medidas de cuidado y disminuye el riesgo de complicaciones a un corto y mediano plazo (17).
Conclusiones
A través de la presente investigación se reconoció que la calidad de vida en los pacientes con padecimientos crónicos está asociada a diversas situaciones y no solo a la participación en los GAM EC, pues los resultados mostraron una asociación no significativa; lo cual permite ampliar los enfoques en futuras investigaciones, para que, por medio de esos resultados, se puedan realizar mejoras en la gestión y administración de los servicios de salud, en las prácticas asistenciales y para enriquecer el conocimiento sobre el autocuidado, evidenciando con ello, el cumplimiento de las acciones e indicadores en la calidad de la atención.
Por consiguiente, y sabiendo que la investigación es un puente entre la teoría y la práctica, con este estudio se aporta in- formación de los mecanismos de trabajo y cómo influyen en la población de uno de los grupos vulnerables con gran importancia e impacto de salud en el mundo, brindando resultados que motivan a nuevas investigaciones con un enfoque mixto, educacional y de acción participativa, lo que posibilita avanzar hacia un futuro saludable.
Financiación
Ninguna.
Conflicto de intereses
Ninguno.
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