Madurez científico profesional

Hay ocasiones en las que se precisa generar puntos de inflexión que permitan cambiar actitudes, posicionamientos, situaciones… que tan solo paralizan, dificultan o impiden la necesaria evolución de las organizaciones o instituciones.

Es cierto que para ello se requiere que quienes actúan como representantes de dichas organizaciones o instituciones adquieran un compromiso claro de provocar el punto de inflexión a través del respeto mutuo, el diálogo, la reflexión, el análisis y el abandono de personalismos y enrocamientos, tendentes a buscar y encontrar puntos de encuentro que refuercen los objetivos comunes de las partes.

Durante muchos años, demasiados me atrevería a decir, el enfrentamiento y la confrontación existentes en el ámbito de la Enfermería Comunitaria ha sido utilizado de manera interesada por parte de las administraciones a la hora de abordar temas trascendentales para su desarrollo.

De un tiempo a esta parte, el debate y el diálogo razonados y razonables han permitido que las dos sociedades científicas de Enfermería Comunitaria nacionales (AEC y FAECAP) cambiasen la dinámica de distancia y falta de entendimiento por la aproximación y el encuentro en zonas comunes de interés. Los posicionamientos conjuntos ante temas que afectan al desarrollo científico-profesional de las enfermeras comunitarias, las reuniones unitarias con las administraciones para trasladar reformas y peticiones de mejora, las acciones consensuadas que favorecen la cohesión y la coherencia, han permitido avanzar de manera significativa en temas tan relevantes como lograr el compromiso de celebrar la prueba extraordinaria de acceso a la especialidad en este mismo año tras más de 14 años de espera, gracias a la propuesta trasladada por parte de ambas sociedades científicas, y aceptada por el ministerio, de aportar evaluadores para los expedientes pendientes. Avanzar en la acreditación de las unidades docentes pendientes y paralizadas incomprensiblemente durante años. Lograr un compromiso para avanzar en la creación de plazas específicas de especialistas de Enfermería Familiar y Comunitaria. Participar conjuntamente en la estrategia de cambio del actual modelo de Atención Primaria de salud. 

Sin duda son muchos los temas pendientes y el camino que queda por recorrer, pero el punto de inflexión aludido, tan lejano y aparentemente difícil de lograr, finalmente se ha conseguido y ello ha permitido generar no solo un ambiente de trabajo conjunto, sino la posibilidad de seguir explorando nuevas y necesarias vías de acercamiento y de entendimiento.

Las enfermeras comunitarias no pueden seguir siendo moneda de cambio por parte de nadie y para ello hace falta fortaleza y unidad de acción. Algo que tanto desde AEC como desde FAECAP se ha identificado, permitiendo concretar estrategias que facilitan la acción y la respuesta necesaria a las necesidades planteadas.

Es cierto que, en la mayoría de las ocasiones, falta voluntad política en la toma de decisiones para poder avanzar. Pero no es menos cierto que dicha voluntad es mucho más fácil que se logre cuando el discurso, la argumentación, la demanda y el posicionamiento de los “demandantes” son unitarios y no se producen grietas a las que cogerse para basar las negativas de los responsables políticos, al dejarles sin los argumentos que tan frecuentemente utilizaban para no tomar las decisiones, de tal manera que la carga de responsabilidad recae exclusivamente en quien la debe adoptar y no en quien la solicita.

Finalmente, la mejor conclusión que se puede extraer es que quien verdaderamente sale beneficiada de todo esto es la Enfermería Comunitaria. La madurez científica y profesional permite alcanzar estos objetivos. Esperemos que dicha madurez se mantenga y logre anteponer siempre los intereses de las enfermeras a los de quienes les representan. Estoy seguro que se sabrá avanzar en esta línea.

José Ramón Martínez Riera

Presidente de la Asociación de Enfermería Comunitaria (AEC)

 

¿Las enfermeras empezamos a contar en el sistema?

Desde hace tiempo, exactamente veinte años, vengo escuchando a dirigentes, profesores, investigadores, sindicatos y gente de a pie, decir con la boca bien llena que las enfermeras somos el eje del sistema sanitario y el eje vertebrador de la atención sanitaria. Nada más lejos de la realidad, ya que hoy en día encuentro un sistema en el que el centro del mismo nunca ha sido el paciente, sino la atención médica y la atención hospitalaria, comúnmente llamada “especializada”. Todo ello acarreando un gran desequilibrio en contra de la Atención Primaria y de la Promoción y Prevención que tanto debemos realizar para evitar llegar al nivel hospitalario.

El medicocentrismo ha fallado, el ombliguismo enfermero ha fallado y yo digo: ¡Por fin!

¿Cuántos siglos tenían que pasar para llegar a tener al paciente en el centro del sistema?

Muchas cosas han cambiado y las que tendrán que cambiar...

En cierto modo, la evaluación nos lleva a tomar medidas correctoras, en nuestro plan de cuidados y en nuestro sistema de salud de igual manera.

No hay enemigos fuera, todos están dentro. Cada uno intentando acaparar su trozo de pastel y evitando compartir algo que en realidad no nos pertenece. EL PACIENTE.

El año pasado me invitaron a participar como representante de AEC en Canarias a la presentación de la Escuela de Pacientes de Canarias, y por fin empiezo a ver la luz. Pacientes empoderados que ayudan a otros pacientes. Este cambio, enmarcado en un giro de tuerca del Servicio de Salud de la comunidad autónoma, incluye una Estrategia Canaria de Cuidados.

¡Ay, dios! Voy a llorar... Me suena el teléfono y me invitan desde la dirección del servicio de salud a colaborar y dar mi opinión acerca de la estrategia de Nursing Now para Canarias. De repente la imagen del horizonte con un sistema que escucha y hace partícipes a los profesionales se vislumbra más cerca.

Sabiendo que Nursing Now nace con la filosofía de empoderar y colocar a las enfermeras en puestos de gestión y toma de decisiones para aumentar tanto la calidad de los cuidados y como la salud de la población a la que atiende, y está avalada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Consejo Internacional de Enfermería (CIE) en el próximo año hasta el 2020, no podía decir que no.

Fue una entrevista en la que acabé con la lengua bien seca de tanto dar mis puntos de vista como representante de una sociedad científica y enmarcándolo desde la visión de la Enfermería Familiar y Comunitaria.

Poco tiempo después desde la Dirección del Servicio Canario de Salud me invitaron a ser parte activa del grupo autonómico Nursing Now como parte de la Estrategia Canaria de Cuidados, acepto sin contemplaciones. La oportunidad de que las enfermeras tengan un papel activo en el desarrollo de ideas y políticas que mejoren los cuidados que se presten a los pacientes, aumentando la calidad y la implicación de estas en los mismos.

Todo esto no se realizaría sin la convicción de los gestores, que han visto en la enfermera el recurso eficiente que da calidad asistencial y tiene un valor intrínseco que, a veces, ni las enfermeras son capaces de reconocer en sí mismas.

No sé si somos afortunados por vivir en Canarias o por esta oportunidad única para cambiar el rumbo y el papel de las enfermeras en la historia del sistema sanitario canario. Encaminarnos hacia un horizonte de calidad y mejora, hacia la evaluación de nuestros comportamientos enfermeros y su adecuación a los tiempos actuales, que precisan una reordenación de las prioridades para poner al paciente en el centro del sistema y provocar que la inversión en enfermeras generalistas y especialistas sea una realidad para evitar las muertes derivadas de la falta de las mismas, y aumentar la atención en la Atención Familiar y Comunitaria para evitar que lleguemos al hospital enfermos y pluripatológicos.

Agradezco formar parte de la avanzadilla y me gustaría que las enfermeras sintieran como suyo esta alegría y responsabilidad que siento al ver que por una vez, desde el sistema y las organizaciones, se empodera a estas profesionales para que sean líderes y hagan valer su conocimiento.

Gracias.

Jesús Iván Hernández Valladares

Enfermero de Atención Primaria de Tenerife

Miembro del Comité Autonómico Nursing Now Canarias

Vocal AEC Canarias

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