El pasado 18 de noviembre, en el marco del XXIX Congreso Anual y V Internacional organizado por la Sociedad Española de Enfermería Neurológica SEDENE, tuvo lugar una “mesa cuadrada” en la que participaron miembros de diferentes perfiles y especialidades de enfermería, en busca de sinergias para mejorar el cuidado de los y las pacientes con problemas neurológicos. La mesa se abordó con diversos enfoques, desde el paciente mayor y geriátrico (SEEGG), el cuidado paliativo y al final de la vida (SECPAL), la salud mental (AEESME), así como de la enfermería comunitaria, que contó con la presencia del Dr. Vicente Gea Caballero, invitado por la organización del Congreso en representación de la AEC.
En la mesa, se expusieron y debatieron formas de colaborar y cooperar tanto desde el punto de vista de las sociedades científicas, como de la práctica asistencial, tanto en ámbitos hospitalarios como institucionales sociosanitarios, y por supuesto, en el entorno de vida de las personas: la comunidad. Vicente Gea expuso brevemente el perfil de paciente neurológico atendido en atención primaria, asociándolo a la cartera de servicios de atención primaria que encaja con el perfil del paciente neurológico, siendo obvio que no hay programas que den alcance a la totalidad de la casuística que genera enfermedad. Sin embargo, insistió en la competencia de las enfermeras familiares y comunitarias en la promoción y prevención de las enfermedades, en especial la prevención primaria y secundaria precoz, gracias al conocimiento personal que tienen de los pacientes y sus familias, y también terciaria para evitar deterioros y complicaciones. Evidentemente, se insistió en los programas de cuidado a la cuidadora, la educación comunitaria, y se mostró cómo los modelos de determinantes sociales son un ejemplo para las enfermeras comunitarias, que permite reducir la desigualdad en salud y en el acceso a los servicios sanitarios, destacando el rol de las enfermeras en la abogacía, en la intervención y el desarrollo comunitario, y en la competencia política dentro del marco del trabajo local con perspectiva intersectorial. Además, destacó el relevante liderazgo de las enfermeras comunitarias en el programa de atención domiciliaria, en el que son cuidados pacientes y familias con problemas derivados de la patología neurológica, en especial también en los pacientes en procesos del final de la vida en su domicilio, destacando la necesidad de áreas de capacitación específicas para procesos como estos.
Finalmente, se visualizaron multitud de propuestas para las sinergias entre los participantes, tanto en la formación (una necesidad sentida) como en la investigación, posible también entre sectores, entre ámbitos, y con carácter uni o multidisciplinar.