Queremos compartir con vosotros el posicionamiento frente a la DANA de la Sociedad Española de Administración y Salud Pública (SESPAS) de la cual AEC es sociedad federada.
SESPAS quiere hacer llegar el mejor y más sentido de sus apoyos para todas aquellas personas afectadas, directa e indirectamente, por el desastre originado por la “depresión aislada en niveles altos” (DANA).
Más allá de la siempre admirable resiliencia ciudadana, su cooperación espontánea y tan agradecida, que surge especialmente en los peores momentos como el que se está viviendo, y las críticas constructivas que se deben realizar en relación a la gestión pública realizada, y para la que sin duda estamos siempre disponibles para participar y mejorar, desde SESPAS queremos hacer notar las siguientes consideraciones:
1. De manera inmediata, y con el fin de evitar enfermedades transmisibles que pueden surgir en condiciones de falta de acceso a agua potable, electricidad y otros recursos esenciales, se deben atender los problemas relacionados con la Salud Pública, empezando por el acceso a agua potable, la nutrición e higiene física de la ciudadanía de los municipios devastados, así como de las áreas urbanizadas. Para ello, SESPAS difunde en su página web las recomendaciones publicadas por el Ministerio de Sanidad, que pueden consultarse a través del siguiente enlace: https://sespas.es/2024/11/02/recomendaciones-sanitarias-tras-las-inundaciones-provocadas-por-la-dana/ .
2. En los próximos días, la catástrofe conllevará impactos en la ciudadanía no resolubles a corto plazo, por lo que las administraciones públicas junto a las privadas deben coordinarse en sus actuaciones para evitar y, cuando menos mitigar, estos impactos. Para el corto plazo, el alojamiento y la manutención son prioritarias, y , a largo plazo, garantizar las debidas condiciones sociosanitarias y económicas. Asimismo, será necesario reforzar la atención sanitaria, fundamentalmente la atención primaria próxima y la atención en salud mental, así como el desarrollo de programas de salud comunitaria específicos para estas situaciones.
3. A medio y largo plazo es imprescindible analizar con rigor y solvencia la cadena de actuaciones y decisiones, a fin de aprender y estar preparados en los protocolos de intervención ante fenómenos meteorológicos como este, que serán cada vez más frecuentes a consecuencia del cambio climático que se está produciendo. La prevención de catástrofes es difícil de gestionar y el riesgo cero no existe. Sin embargo, la correcta planificación de éstas debe realizarse necesariamente con la mayor antelación posible a las crisis, no durante, consensuando y reforzando los mecanismos de coordinación entre administraciones, los protocolos de actuación,
los mensajes de comunicación a la población, así como su preparación (formación).
4. Finalmente, y si no disponíamos de suficientes razones, la presente desgracia, como ya ocurrió con la pandemia, pone en evidencia la urgencia de la puesta en marcha de la Agencia Estatal de Salud Pública; entidad que permitirá mejorar la coordinación entre las administraciones en salud pública, compartir información sociosanitaria y su análisis, la comunicación de esta a profesionales y ciudadanía y la evaluación del impacto en salud de los programas implantados. Vendrán más escenarios desoladores y no podemos permitirnos esperar para la dotación de los mejores recursos para tratarlos, debemos anticiparnos.
SESPAS, como es su obligación, está disponible para contribuir de la mejor manera posible a prepararnos para proteger la salud de la población frente a las crisis sanitarias futuras derivadas del cambio climático en el que nos encontramos.