Tanto el Gobierno de España como la misma Organización Mundial de la Salud (OMS) consideran que la nueva variante supone un punto de inflexión en Europa, por lo que progresivamente es necesario un nuevo enfoque en las actuaciones y medidas para hacer frente a esta pandemia.
La levedad de la variante ómicron del coronavirus SARS-CoV-2 ha impulsado el debate sobre un posible final cercano de la pandemia, su transición a endemia y su tratamiento como un catarro, presionando a su vez para finalizar con las medidas de contención más restrictivas. Sin embargo, la alta transmisibilidad de la variante ómicron trae una altísima incidencia acumulada de la covid-19 y está volviendo a someter a una excesiva tensión a todos los niveles del Sistema Nacional de Salud (SNS), especialmente a la atención primaria y a las estructuras de salud pública, y probablemente una mortalidad absoluta mayor que las últimas olas y superior a la observada en cualquier temporada gripal en los últimos años.
En esta tesitura, la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS) considera necesario un análisis de la situación y una reflexión sobre los aspectos más relevantes desde el punto de vista de la salud pública.