No es habitual que los medios de comunicación y las/os periodistas visibilicen el trabajo de las enfermeras. Y, además, que lo hagan desde la realidad, el sentimiento y el agradecimiento; huyendo de los tópicos y los estereotipos.
Por ello, cuando tenemos la oportunidad de que las enfermeras seamos identificadas por nuestro trabajo humano, científico, cercano y silencioso por alguien que, además, es un referente del periodismo y de los medios de comunicación como lo es Ana Pastor; no podemos dejar de agradecerlo al tiempo que trasladar la petición de que esto no sea tan sólo algo anecdótico, puntual o pasajero, sino que se incorpore como parte del reconocimiento social real que nos haga visibles y permita que las enfermeras dejemos de ser profesionales sin identidad. Como bien apunta Ana Pastor en su magnífica carta, existimos, somos reales y somos enfermeras.