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Tras finalizar el Congreso y como es habitual, los resúmenes de las comunicaciones aceptadas (oral y póster) se publicarán en laWeb de la AEC. Además, en el Congreso Internacional de AEC, Tarragona 2025, los resúmenes de las Comunicaciones y las presentaciones en Póster, estarán a disposición de los autores para poder descargarlos en pdf con licencia Creative Commons (CC), a fin de contribuir a la difusión de los mismos y publicarse en acceso libre.
David Bermejo junto con Lucía de Luis, presidenta de la AEEE
Santander, abril de 2025 – David Bermejo, uno de los vocales de jóvenes y estudiantes de la Asociación de Enfermería Comunitaria (AEC), ha participado activamente en el Congreso de la Asociación Española de Estudiantes de Enfermería (AEEE),celebrado los días 3 y 4 de abril en Toledo.
Este año, el encuentro ha estado centrado en un ámbito apasionante y desafiante de la profesión: las urgencias y emergencias extrahospitalarias. Bajo ese enfoque, el programa ha contado con ponencias de gran calidad, impartidas por profesionales referentes del ámbito sanitario, incluyendo especialistas en emergencias, enfermería militar, atención en catástrofes y cuidados en traslados en helicóptero.
Más allá de los contenidos científicos, el congreso ha sido una oportunidad para fortalecer el tejido asociativo entre los futuros profesionales de enfermería. David Bermejo, como representante de la AEC, ha podido compartir la misión de la asociación en defensa de la salud comunitaria, así como fomentar la participación activa de los y las estudiantes en los espacios de decisión y transformación sanitaria.
La presencia de voces jóvenes y comprometidas como las de las asistentes refuerza el mensaje de que el futuro de la enfermería está en buenas manos.
AEC, con Saturnino Mezcua Navarro, socio de la Comunidad de Madrid, y en nombre de Maribel Mármol, presidenta de AEC, estuvo presente en el acto de acto de entrega de las condecoraciones de la Orden al Mérito del Plan Nacional Sobre Drogas concedidas el año 2025 celebrado el pasado día 26 de marzo.
La subsecretaria de Sanidad, Ana María Sánchez, presidió el acto de entrega de las condecoraciones de la Orden al Mérito del Plan Nacional Sobre Drogas concedidas el año 2024. Se entregaron las distinciones a personas y entidades que han destacado por su labor en la prevención, atención e intervención en adicciones.
La Orden al Mérito tiene tres categorías, oro, plata y cruz blanca.
Criterios de concesión:
Para la Medalla de Oro: que hayan destacado o destaquen por sus actividades de forma relevante o por la realización de actuaciones de especial significación y trascendencia, o que hayan implicado riesgo para su vida, tanto en el ámbito preventivo, asistencial y de reinserción como en el del control de la oferta o tráfico ilícito de drogas y estupefacientes y de sus consecuencias o beneficios ilícitamente obtenidos.
Para la Medalla de Plata: que hayan realizado o realicen destacadas actividades con una entrega continuada y de dedicación constante y solidaria en los ámbitos antes mencionados, teniendo en cuenta la eficacia real obtenida de las mismas.
Para la Cruz Blanca: que las actuaciones en los ámbitos antes citados impliquen, o hayan implicado, ejemplaridad y significativa dedicación.
La Orden al Mérito del Plan Nacional sobre Drogas 2024, reconociendo la labor de personas e instituciones en la lucha contra las adicciones, otorgó un total de 21 condecoraciones: 13 Medallas con la Cruz Blanca, 6 Medallas de Plata y 2 Medallas de Oro.
Las Medallas de Oro fueron concedidas a:
José Ramón Noreña, exfiscal de laFiscalía Especial Antidroga, por su trabajo en cooperación internacional y especialización judicial en esta materia.
La subsecretaria de Sanidad, Ana María Sánchez, destacó la importancia de la prevención y el enfoque equitativo en las políticas de adicciones. También asistieron la subsecretaria del Interior, Susana Crisóstomo, y el delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Joan-Ramon Villalbí.
Resolución de 2 de octubre de 2024, de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, por la que se concede la Medalla de Plata de la Orden al Mérito del Plan Nacional sobre Drogas correspondiente al año 2024, a las personas que se citan.
Resolución de 2 de octubre de 2024, de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, por la que se concede la Cruz Blanca de la Orden al Mérito del Plan Nacional sobre Drogas correspondiente al año 2024, a las personas, entidades y organismos públicos que se citan.
Orden SND/1172/2024, de 16 de octubre, por la que se concede la Medalla de Oro de la Orden al Mérito del Plan Nacional sobre Drogas a don Alexis Goosdeel.
Orden SND/1173/2024, de 16 de octubre, por la que se concede la Medalla de Oro de la Orden al Mérito del Plan Nacional sobre Drogas a don José Ramón Noreña Salto.
El 7 de abril celebramos el Día Mundial de la Salud, un día de especial relevancia para la humanidad, y de especial sensibilidad para los/las profesionales sanitarios. Ya en la Conferencia de Promoción de la Salud de Otawa (1986) se destacaba que la salud no es un objetivo en la vida, sino un recurso para la vida. Y atesorar el mayor nivel de salud posible (atesorar = “tesoro”) es lo que nos permite ser lo que somos, hacer y lograr lo que deseamos. Varias décadas después seguimos con el firme convencimiento de que así es. Es cierto que se trata de una salud conceptualizada como compleja, multidimensional y subjetiva, variable y cambiante, tradicionalmente individual o individualizada aunque actualmente con una visión más salubrista, colectiva y globalizada, coproducida por todos los actores y sectores de la sociedad, junto a otros elementos como el medio ambiente o el mundo animal, en lo que conocemos como una salud. Lo que sí sabemos, y conviene no descuidar, es que la salud es también altamente dependiente del desarrollo de cada comunidad, como dependiente es de muchos determinantes de la salud, no siempre contemplados y respetados. Y ahí encontramos las enfermeras comunitarias un claro y clave foco de intervención.
En este contexto, irrumpe el lema este año 2025, sugerido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) “Comienzos saludables, futuros esperanzadores” (https://www.who.int/es/campaigns/world-health-day/2025), con el propósito de iniciar una campaña anual de trabajo centrado (también) en seguir mejorando las tasas de mortalidad materno-infantil de carácter perinatal y prevenible, con especial énfasis en el bienestar de las mujeres a largo plazo. Afirma la OMS que “la salud de las madres y los recién nacidos está en la base de familias y comunidades saludables…”, afirmación a la que desde la AEC nos sumamos al considerar que es una consideración transversal, evidenciada, y altamente participada por las enfermeras comunitarias, en especial en un contexto atencional de atención primaria, salud pública y comunitaria.
La tasa de mortalidad materno-infantil es un indicador clave de los sistemas sanitarios, tasa sin embargo también altamente influenciada por ese grado de desarrollo comunitario y por las condiciones de vida en el entorno más inmediato de las personas. Esos entornos de vida no siempre son favorables para la salud, a pesar de los esfuerzos de muchas enfermeras comunitarias, como del resto de profesionales sanitarios, de sectores sociales/profesionales, el ámbito político y del propio sistema de salud. A pesar pues de esos esfuerzos por ser sistemas resilientes y accesibles, no siempre es posible lograrlo. Lo que sí está claro es que en los países con tasas bajas o muy bajas de mortalidad, su sistema sanitario es apreciado como sistema de alta calidad. Y los sistemas de calidad deben destacar y promover los mecanismos de protección necesarios de la salud, tanto en la mortalidad materno-infantil, como en cualquier riesgo para la salud, en especial en colectivos vulnerables y vulnerados. Porque esa protección y promoción ayudará también a ese bienestar en las mujeres a largo plazo.
Conviene reflexionar sobre diversos elementos que atañen a los tomadores de decisiones, al más alto nivel, que repercuten altamente sobre la salud de la población. No podemos dejar de trabajar un objetivo prioritario para la salud, que es la paz mundial, y un objetivo clave de losObjetivos para el Desarrollo Sostenible. Quizá sea un objetivo primario, pues sin paz, difícilmente puedan lograrse muchos de los otros objetivos. Sí, también quizá (como la misma salud) la sea una utopía, algo idealmente deseable (como la salud máxima y estática) pero que la historia de la humanidad, implacablemente, lo confirma como utopía. Los conflictos bélicos están presentes en diversas partes del mundo de forma constante, y aplastan y destruyen la salud de las personas. Precisamente sobre ello se está publicando unmonográficodesde laSociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria SESPAS, con participación directa de la AEC. Y sin paz, ningún tipo de bienestar será posible.
En la forma en que esos conflictos bélicos afectan gravemente a la vida cotidiana, a los servicios básicos de salud y de las infraestructuras necesarias para la atención y el sostenimiento de la salud y la enfermedad, se observa destrucción de servicios, migraciones masivas en condiciones infrahumanas, ausencia o bloqueo de atención sanitaria y condiciones de vida precarias, con problemas de acceso a agua, alimentos, medicación, atención profesional (grave en contextos agudos y crónicos de salud), etc. Esto, especialmente trágico en todo caso, también lo es para la salud materno-infantil y en el aumento de la mortalidad “prevenible”, que en condiciones de paz podría conseguirse. También es de destacar como estos conflictos ponen en riesgo concreto a niños y niñas, más vulnerables que otros colectivos poblacionales.
En resumen, el Día Mundial de la Salud nos recuerda que las condiciones de vida, los determinantes de la salud, la disponibilidad de recursos de todo tipo y la equidad y justicia en salud son imprescindibles para alcanzar bienestar, el máximo grado posible de salud en el mundo. Estos elementos, con los que las enfermeras y la Asociación de Enfermería Comunitaria (AEC) están familiarizadas y altamente comprometidas, es necesario trabajarlos desde el convencimiento a nivel de políticas de salud (Salud en Todas las Políticas…), para que las personas que pueden decidir acciones de protección sean influidas y tomen las mejores decisiones, que además de favorecer la salud, sienten las bases para el desarrollo positivo de las comunidades, como puede ser la búsqueda de la paz, o a nivel nacional por ejemplo lograr que la Agencia Española de Salud Pública sea una realidad.
Por todo ello, animamos a las enfermeras comunitarias a ejercer sus competencias específicas de abogacía para la salud, así como de competencia política, para contribuir desde cada posición individual a la mayor de las causas colectivas, el bienestar, la mejor salud y la mejor pública posibles.
Con el propósito de fomentar la cultura vacunal en todas las edades y reforzar la importancia de la inmunización en la población adulta se ha puesto en marcha la Alianza para la Vacunación del Adulto, promovida por laAsociación Nacional de Enfermería y Vacunas (ANENVAC)y respaldada por distintas sociedades científicas, entre ellas, la Asociación de Enfermería Comunitaria (AEC).
En esta ALIANZA se destaca la necesidad de trabajar de manera conjunta dadas las bajas tasas de coberturas de vacunación en adultos, la responsabilidad de las sociedades científicas en la formación, la concienciación de los profesionales sanitarios y el impulso que se puede dar desde la ALIANZA en el trabajo conjunto de formación para que pueda llegar a todos/as los/as socios/as, compartiendo y realizando actividades conjuntas.
Desde AEC con el Proyecto AVATAR se ha estado realizando este trabajo desde la creación del mismo, de manera que parte de este trabajo en la promoción de la vacunación del adulto no es sino una continuación y expansión de un trabajo realizado. Ahora llega de la mano de ANENVAC y viene a refrendar nuestra concepción de la necesidad de que la vacunación llegue a coberturas óptimas en los adultos.
Los objetivos que propone la ALIANZA son:
Formar a los profesionales sanitarios en la cultura vacunal y las inmunizaciones.
Trabajar con la sociedad y las asociaciones de pacientes en la información y formación sobre necesidades vacunales.
Trabajar con las administraciones públicas para la mejora de las tasas de coberturas vacunales.
Desde el equipo de trabajo de vacunas de AEC y la presidencia se ha asistido a diversas reuniones conjuntas y ya ha sido presentada la ALIANZA a los medios de comunicación sanitarios.