Manifiesto de indignación ante el silencio del Ministerio en torno a la Prueba Extraordinaria de Acceso a la Especialidad de Enfermería Familiar y Comunitaria
A pesar de las reiteradas peticiones de información y de mantener una reunión en la que poder trasladar nuestras inquietudes al Ministerio de Universidades en torno a la Prueba Extraordinaria de Acceso a la Especialidad de Enfermería Familiar y Comunitaria celebrada el día 11 de diciembre del pasado año, tan solo hemos obtenido como respuesta el silencio como prueba de desprecio a quienes hay que recordarles, una vez más, contribuyeron de manera absolutamente determinante a que la prueba se pudiese desarrollar tras una espera de más de 10 años.
Una prueba que se llevó a cabo con evidentes fallos de seguridad que han provocado evidentes injusticias entre quienes se presentaron y,que a fecha de hoy,no hemos obtenido respuesta alguna sobre las medidas que al respecto se hayan adoptado, si es que se ha adoptado alguna. No tan solo no están cumpliendo los plazos establecidos para la publicación de los resultados,sino que se desconoce cuál puede ser la fecha de la 2ª convocatoria y su modalidad, dado lo caótico de la primera. El silencio sigue siendo la única respuesta por parte del Ministerio y sus máximos responsables.
Como dijera Alejandro Palomas "Cómo meterles en la cabeza que el silencio no engrandece, que eso es mitología griega. El silencio coarta, desquicia, enmudece, enferma".
Desde la AEC, queremos hacer pública nuestra indignación ante lo que significa un evidente desprecio hacia las enfermeras y organizaciones como la Sociedad Científica decana de la Enfermería Comunitaria en España, la Asociación de Enfermería Comunitaria (AEC).
Su parálisis está generando además de un claro perjuicio a las enfermeras que se presentaron a la prueba, una parálisis en la definición y contratación de plazas de especialistas en muchos servicios de salud que están a la espera de dichos resultados para gestionar su oferta y ocupación.
Con el silencio pueden ocultar deliberadamente información y con ello pueden dar a entender una idea equivocada, porque tal como dijera Robert Louis Stevenson "las mentiras más crueles son dichas en silencio".
Falta saber si cuando rompan su silencio, el ruido que ocasionen con sus palabras será mucho más penoso y doloroso. Es lo que, lamentablemente, nos induce a pensar y a mantener como realidad más probable.
Nosotros, como Sociedad Científica, seguiremos utilizando la palabra como vehículo del conocimiento, el entendimiento y el respeto que parece faltarles.