Ante las declaraciones realizadas en el día de hoy a la Cadena SER sobre la reforma de la ley del aborto por el Consejo General de Enfermería, presidido por Máximo Gonzalez Jurado, la Asociación de Enfermería Comunitaria (AEC) tiene a bien manifestar su rechazo a las mismas y expresar lo siguiente:
El imprevisible Groucho Marx en una de sus ocurrentes frases decía "Es mejor estar callado y parecer tonto, que hablar y despejar las dudas definitivamente".
El previsible Presidente del Consejo General de Enfermería, suele poner de manifiesto, de manera permanente, su escasa capacidad de análisis, oportunidad, empatía, imparcialidad, justicia, equidad... cada vez que habla. Pero despejar las dudas a quien le escucha no tendría mayor importancia si no fuese porque cuando habla, lo hace como representante de todas las enfermeras españolas.
Esta actitud con ser grave lo es aún mucho más en un tema de tanta trascendencia, como el debate abierto que en nuestra sociedad existe sobre la pretendida reforma de la, mal y tendenciosamente denominada, ley del aborto.
El máximo representante de las enfermeras españolas nos tiene acostumbrados a sus excéntricas manifestaciones verbales y no verbales desde su posición de poder que no de respeto profesional.
Personalmente él y cualquier ciudadano tiene el derecho a posicionarse como mejor entienda y/o crea y además debe ser respetado aunque no se comparta su posicionamiento. Pero desde su cargo de representación colegial ni puede ni debe hacerlo anteponiendo sus creencias, convicciones e ideas personales a las de todo un colectivo que, además paradójicamente, es mayoritariamente de mujeres, con lo que ello significa en el caso que nos ocupa.
El derecho a decidir de los demás no es precisamente uno de los que promueva, favorezca y facilite en su gestión de la profesión enfermera. Está acostumbrado a la obediencia debida, la pleitesía y la reverencia de quienes le rodean y están a su servicio. A quienes, sin embargo, piensan diferente y se atreven a decirlo, sufren sus iras, ataques, descalificaciones y menosprecio, en un alarde de narcisismo y megalomanía.
Ahora, en un nuevo y arrogante ejemplo de autoridad se atreve a decidir por todas las enfermeras y, lo que aún es más grave, por todas las mujeres con el posicionamiento de supuesta neutralidad pero de manifiesta maldad que sobre la ley del aborto hace al hablar por boca de todas las enfermeras españolas y que ha tenido eco en la mayoría de los medios de comunicación nacional.
No tuvimos bastante con su ya polémica posición sobre la inmigración y la atención que las enfermeras debían prestar cuando el Gobierno decidió retirarles el derecho a tenerla. No, ahora riza el rizo con esta nueva excentricidad con la que pone de manifiesto su talante.
¿Cuántas veces más vamos a permitir las enfermeras que nos siga manipulando? ¿Hasta cuándo vamos a dejar las enfermeras que nos ponga en evidencia? ¿Vamos a continuar permitiendo las enfermeras que siga opinando y decidiendo por nosotras sin mayor límite que su arrogancia? ¿Seguiremos indolentemente dejando que se manifieste como quiera?. No creemos que ni como enfermeras, ni como personas, ni mucho menos como mujeres, se deba dejar sin respuesta.
Esta ha sido su máxima muestra de desprecio al pensamiento plural, a la libertad de decidir y, en definitiva, al respeto profesional, individual y colectivo.
Impidamos que siga hablando, opinando y pensando por las enfermeras. Ni la profesión ni la sociedad a la que nos debemos se lo merecen.
¡¡¡TE INVITAMOS A VOTAR la NUEVA ENCUESTA-AEC!!!