tabaquismo infantil

Tras la celebración del Dia Mundial sin Tabaco, compartimos el Trabajo de reflexión elaborado por nuestra vocal de Residentes, Elvira Gras Nieto, durante su formación de posgrado en el Master de Ciencias de la Enfermería en la Universidad de Alicante.

TABAQUISMO PASIVO INFANTIL EN EL HOGAR

Como tabaquismo pasivo en la población infantil se entiende toda exposición al humo del tabaco de los individuos en edad pediátrica. Entre los Derechos de los Pueblos o de Solidaridad encontramos el derecho al medio ambiente sano y ecológicamente equilibrado. La salud de los niños a nivel mundial está intrínsicamente unida a la calidad y  salud de nuestro ambiente y actualmente entre las amenazas significativas a la salud del medio ambiente para los niños se incluye el humo del tabaco en el entorno. Los niños son especialmente vulnerables al humo del tabaco debido a su frecuencia respiratoria aumentada (en comparación con los adultos) y al tamaño de sus cuerpos además hay que tener en cuenta que la toxicidad del tabaquismo pasivo es acumulativa y como determinante de salud le acompaña durante toda la vida.

 ¿QUÉ SABEN Y PIENSAN LOS NIÑOS SOBRE EL TABACO?

- Reconocen los riesgos derivados de su consumo y de la exposición pasiva.

- Identifican los lugares donde se fuma.

- No les gusta estar expuestos al aire contaminado del humo del tabaco.

En España entre  las enfermedades crónicas en los niños con mayor prevalencia se encuentran el asma y la obesidad ambas agravadas por la exposición al aire contaminado al humo del tabaco (ACHT) tanto en prevalencia como en aumento y peligrosidad de sus síntomas y con una peor evolución de uno y otra enfermedad. Pero hay más:

Cada año mueren unas 600.000 personas en el mundo a consecuencia del ACHT de los cuales  aproximadamente 186.000 son niños. El 40 % de los niños a nivel mundial ve privado su derecho a un entorno ambiental sano debido al ACHT.[1]

El tabaquismo pasivo durante la gestación y la edad pediátrica no es un problema que pueda solucionarse solamente con medidas sanitarias, debido a que es un problema de salud pública y comunitaria, es necesaria la coordinación de todos los recursos de la comunidad, con una visión global del problema dónde sanidad y educación, la política, los medios de comunicación, la industria y la hostelería, la propia ciudadanía e incluso los niños afectados deben estar capacitados para proteger el, su derecho, de mantener el entorno del niño libre de ACHT. La Promoción de la Salud Comunitaria en la primera infancia debe incluir la prevención de entornos con ACHT favoreciendo que los niños se desarrollen en un medio ambiente saludable. El tabaquismo pasivo debe ser abordado de forma integral y continuada tanto desde los recursos sanitarios como sociales interviniendo en las diferentes etapas de la vida de las personas, siendo prioritario prevenirlo desde la etapa prenatal,en el nacimiento, pasando por la época de lactancia, la niñez, la preadolescencia, la adolescencia, la juventud y la edad adulta, sin olvidar a las personas mayores y manteniendo nuestras actuaciones individualizadas en la continuidad de la vida del  individuo, familia y entorno.


EVIDENCIAS CIENTÍFICAS MÁS SIGNIFICATIVAS SOBRE EL TABAQUISMO PASIVO INFANTIL

Inductor de crisis asmáticas, incrementa la incidencia de infecciones respiratorias y otitis además disminuir la función pulmonar.

Factor favorecedor de aparición de obesidad infantil, hipertensión arterial y arterioesclerosis.

Existe asociación entre el cáncer infantil y el ACHT.

Factor de riesgo evitable más relevante en el Síndrome de la Muerte Súbita del Lactante.

Durante la gestación: riesgo superior de aborto, nacimiento prematuro y bajo peso.

Aumenta la probabilidad de que los niños se inicien en la adicción.





¿Qué estamos haciendo? ¿Siguen habiendo niños que crecen en ambientes con ACHT en la población a la que cuidamos? ¿Qué podemos hacer desde la Enfermería Comunitaria y Familiar?

Gracias a la Legislación actual en España sobre el tabaquismo pasivo no sólo se empieza proteger a los no fumadores del ACHT sino que se está viendo que entre otros efectos que tienen estas leyes se encuentra el de la concienciación y el de la contemplación de los peligros del tabaquismo activo y pasivo por parte de la población. Además se ha visto en otros países, con este mismo tipo de legislación, donde ha estado más años vigente, han caído en picado los ingresos hospitalarios de niños asmáticos, al igual que las consultas por otitis y enfermedades infecciosas respiratorias.

VISITA DOMICILIARIA. Sería de interés comenzar la valoración de Enfermería en el domicilio familiar tanto en el recién nacido como en los niños con enfermedades crónicas lo que puede ayudar a el control de esta problemática, a través de la educación para la salud en temas como la prevención del tabaquismo en el hogar dónde hay niños o ancianos (población más vulnerable al ACHT) y la información sobre la importancia del abandono tabáquico, o si no fuese posible, la opción de fumar fuera de casa y lejos de los niños a los que se cuida. No hemos de olvidar en la valoración domiciliaria incluir a las cuidadoras informales remuneradas.

VALORACIÓN Y CAPTACIÓN: Actualmente es imprescindible el uso del consejo mínimo antitabaco, la valoración, el registro en la historia de la adicción y la captación de estos enfermos crónicos en los Programas de Tabaquismo.

PROGRAMAS DE PREVENCIÓN, CONCIENCIACIÓN, INFORMACIÓN Y ABANDONO DEL HÁBITO TABÁQUICO. Los programas de deshabituación tabáquica deben seguir aumentando en los servicios de salud, debemos salir y ofrecérselos a la comunidad, debemos hacerlos individuales, en grupos, para mujeres o hombres y  para adolescentes. Deben abordarse desde la perspectiva de las personas a las que va dirigido, ejemplo de ello son los programas de deshabituación dirigidos a mujeres dónde el tema del control de peso y el ejercicio toma relevancia (ya que se encuentra entre las preocupaciones mayores de las mujeres en deshabituación), en embarazadas o en mujeres lactantes, diferenciar en los grupos de adolescentes entre chicas y chicos, tener en cuenta las nuevas tecnologías como Internet y las redes sociales. Es decir, debemos valorar desde un principio que quieren, cómo lo quieren, cuándo lo quieren  y dónde lo quieren las personas a las que se dirige el  programa de salud. Puede haber personas que no contemplen dejar de fumar y únicamente nos pidan información para minimizar el daño y también debemos estar ahí. Los programas de concienciación de la población pueden emerger de los propios ciudadanos, de la capacitación en salud de personas influyentes de grupos de adolescentes, de asociaciones, de grupos laborales, etc. Desde la escuela se puede capacitar a los niños para que se defiendan de esta privación de su Derecho. Es necesario que se sepa que en las calles, playas, aceras, fiestas locales podemos defendernos nosotros mismos pero no la población infantil a la que desde ya, hay que defender empezando por sensibilizar, informar y educar a la población.

[1]. OMS. Nota descriptiva n.° 339 Julio de 2011. Disponible en: http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs339/es/index.html