Determinar la prevalencia, los métodos y criterios de evaluación, así como, los factores de riesgo más relevantes en la malnutrición del paciente anciano en atención primaria.

Revisión sistemática de los estudios cualitativos, presentes en las principales bases de datos.
Los filtros de búsqueda empleados han sido “malnutrición” y “anciano”.
Los criterios de inclusión: artículos de investigación obtenidos en bases secundarias, escritos en lengua castellana y con una antigüedad no inferior a 10 años.
Se revisa un total de 15 artículos de investigación.

Actualmente España presenta una alta tasa de envejecimiento, siendo el 17,3% de la población mayor de 65 años, destaca Castilla y León como la comunidad autónoma más envejecida con una tasa del 23,01%; lo que conlleva unas importantes consecuencias sociales, sanitarias y económicas.
El envejecimiento de la población se asocia a un aumento de la prevalencia de problemas nutricionales siendo este colectivo el más susceptible a padecerlos. La prevalencia de malnutrición depende del ámbito de estudio, siendo mayor en hospitalizados o institucionalizados y menor en aquellos que viven en la comunidad. En el caso de los ancianos que residen en su domicilio la prevalencia se sitúa entre el 0 y 44,7%, esta variabilidad puede deberse a la metodología del estudio o a la propia heterogeneidad de esta población.

Para la valoración del estado nutricional en atención primaria la herramienta que cuanta con mayor evidencia científica es el Mini Nutritional Assessment, con una sensibilidad del 96% y una especificidad del 98%. Otros criterios a utilizar son las medidas antropométricas y bioquímicas.

En cuanto los factores de riesgo que más predisponen a padecer malnutrición en el anciano se incluyen las siguientes patologías acompañadas de su correspondiente prevalencia de desnutricion: el deterioro cognitivo (44-76%), la diabetes mellitus (0-21%), la fragilidad (15.2%), las úlceras por presión (0-29%%), las disfagia orofaringea (13-35%) y la fractura de cadera (42%).

El papel de la enfermería respecto al manejo del paciente anciano con malnutrición en la atención primaria es especialmente importante debido a la gran prevalencia de esta patología, aunque la falta de un protocolo estandarizado de evaluación nutricional impide que se pueda obtener una cuantificación real de los casos.
Por ello un adecuado conocimiento de esta situación va a permitir diagnosticar y tratar precozmente para evitar las posibles complicaciones, que supondrían un aumento de la morbimortalidad, una disminución de la calidad de años de vida y un aumento del gasto sanitario.