Nuestro proyecto surgió a raíz de una demanda realizada por la comunidad educativa hacia nosotros como Centro de Salud de referencia. Preocupados por la existencia de embarazos no deseados en alumnas de secundaria, profesores y sanitarios acordamos iniciar un plan de intervenciones educativas con el fin de aumentar la salud afectivo-sexual de los adolescentes.

La población a la que dirigimos dichas intervenciones fue la de los alumnos del Colegio Virgen de Guadalupe (Badajoz) que cursaban 1º de ESO durante el periodo académico 2014-2015, siendo el objetivo del proyecto a largo plazo incluir en él a todos los niveles de secundaria, uno por cada año escolar. El inicio en dicho curso estaba justificado por ser considerada una etapa vulnerable para la aparición de conductas de riesgo, al coincidir con el inicio de la pubertad en estas edades.
Las intervenciones que desarrollamos fueron de tres tipos: una primera sesión informativa a los padres de los alumnos a los que irían dirigidas las actividades, sesiones educativas previamente diseñadas, y reuniones periódicas de evaluación de las mismas con los tutores.
Las actividades educativas se diseñaron con el apoyo de la guía “Ni ogros ni princesas”, que dividía el programa en doce sesiones. De ellas, cinco fueron impartidas por nosotros por tratar los aspectos fisiológicos y anatómicos de la sexualidad, durante los meses de Octubre, Noviembre y Diciembre de 2014. Entre ellas, nos reunimos con los profesores para evaluar las impartidas y planificar las siguientes.

Para evaluar el proyecto se tuvieron en cuenta, por un lado, los resultados de las evaluaciones cualitativas y cuantitativas de cada sesión educativa, por otro, los obtenidos en las reuniones periódicas del equipo y, además, la valoración subjetiva de los alumnos mediante un cuestionario de satisfacción final.
El resultado general del proyecto fue positivo, considerando de gran importancia el abordaje de la sexualidad unida a la afectividad desde edades tempranas y su continuidad en los cursos próximos.

La sexualidad sigue siendo objeto de mitos e informaciones erróneas que provocan multitud de dudas. Es en los ámbitos de la familia, la escuela y los centros sanitarios donde los adolescentes deberían recibir una educación afectiva y sexual adecuada. El inicio de este programa de educación para la salud en el colegio, con la participación activa de la comunidad educativa, la sanitaria y los padres y madres de los alumnos, ha facilitado el camino hacia el desarrollo adecuado de la sexualidad humana.