El trabajo comunitario pasa por generar alianzas con el tejido social, y ello únicamente es posible cuando bien a demanda del propio CS como de la propia comunidad, somos capaces de realizar un buen diagnóstico comunitario.
En el actual contexto de crisis económica, los recursos destinados hasta la fecha, actualmente no disponen de financiación, lo cual no resulta un obstáculo insalvable, siempre y cuando desde las direcciones y subdirecciones de los centros, se facilite una organización de las actividades tal, que permita el desempeño de las intervenciones comunitarias que los profesionales se propongan acometer.

Objetivos:
Crear y mantener vínculos de relación y confianza con la comunidad educativa.
Abordar una sesión de EpS relacionada con la nutrición, actividad física y prevención de la obesidad, en el contexto del grupo de edad al que se intervenga.
Facilitar el abordaje transversal de los contenidos, asesorando al profesorado.
Generar un informe con los hallazgos más destacados y las recomendaciones propuestas.
Trasladar a los padres y madres de los alumnos, de los hallazgos y las recomendaciones propuestas.
Generar un clima de confianza que favorezca futuras intervenciones a demanda de la comunidad.
La población diana está representada por los alumnos de 5º de Educación Primaria del CEIP Secundino Delgado en el barrio de Añaza, y la muestra, tres clases de dicho nivel, con un total de 56 escolares, con edades comprendidas entre 10 y 13 años, al que se accedió tras contactar con la dirección del centro y acordar con las tutoras de los alumnos, día y hora para la intervención, acordándose el 20 de enero de 2015.
Utilizando un material preexistente de los talleres NAOS, se realiza una exposición participativa, en la que repasamos hábitos saludables en relación a la alimentación, higiene y ejercicio, siendo que uno de los intervinientes, tomaba notas de cuanto acontecía durante la sesión.

Tras finalizar la intervención, se elaboró un informe con los hallazgos más relevantes, de esta manera pretendemos cerrar un círculo de intervención que no solo comprometa a los alumnos intervinientes, también a los profesores y familias responsables de su educación y cuidado, implicándolas en la conveniencia del cambio de ciertos hábitos en pro del bienestar y mejora en el nivel de salud de los menores a su cargo.

Generar lazos de confianza con los actores sociales de nuestro entorno, sin duda redunda en una mejora de los parámetros de salud de la comunidad a la que abordamos.