Dar a conocer las herramientas disponibles en Atención Primaria para la valoración y seguimiento de los pacientes con artrosis.
Evaluar la progresión individualizada de la enfermedad mediante los cuestionarios disponibles en esta revisión.

Se ha realizado una revisión bibliográfica sistemática, seleccionando artículos de bases de datos científicas, nacionales e internacionales, tales como Pubmed, Fisterra, Cinahl y Scielo siguiendo el formato PICO. También se ha realizado una búsqueda de guías asistenciales sobre la detección y seguimiento de pacientes con artrosis.
Como criterios de inclusión se han tomado el grado de coincidencia con el contenido a tratar, relevancia de la información y que hayan sido publicados hace máximo 10 años.
Palabras clave: Valoración, Artrosis, Atención Primaria, Cuestionarios.
Se han revisado y aceptado un total de 16 publicaciones, siendo 10 de ellas artículos y 6 guías asistenciales.

Tras la revisión, los cuestionarios encontrados, validados y útiles en España para la valoración de la artrosis son:
- Escala Visual Analógica (EVA) y/o Escala Numérica (EN) para cuantificar el dolor del paciente (Nombrado en 6 artículos y guías).
- Cuestionario WOMAC (Western Ontario McMaster University Ostheoarthitis Index) para valorar la discapacidad funcional causada por la artrosis. Contiene 24 ítems tipo Likert divididos en 3 escalas: Dolor, Rigidez y Capacidad funcional. (Nombrado en 8).
- Cuestionario COOP/WONCA para medir la Calidad de Vida Relacionada con la Salud (CVRS) válido para valorar enfermedades crónicas como la artrosis y de uso exclusivo en Atención Primaria (Nombrado en 5).

Los cuestionarios de uso más frecuente en Atención Primaria son EVA, WOMAC y COOP/WONCA.
Para valorar adecuadamente al paciente con artrosis hay que tener en cuenta el grado de dolor, estado general del paciente y la afectación articular que presenta. Para conseguir la mayor información posible sobre su estado de salud, es importante utilizar cuestionarios como los expuestos para poder ofrecer una asistencia de mayor calidad que se adapte a la progresión de la enfermedad.
Este primer paso nos permite individualizar la Educación para la Salud impartida al paciente, adaptando, entre otros, el ejercicio aeróbico y el fortalecimiento muscular a su limitación funcional. Conseguiremos de esta manera una mayor adherencia al programa, mejorando con el tiempo su estado de salud y bienestar.