Conocer en qué consiste la educación diabetológica de niños y adolescentes con diabetes mellitus
tipo 1, identificar a quién va dirigida la educación diabetológica: a niños y adolescentes, a sus
padres o tutores o a ambos y determinar si es efectiva la educación diabetológica realizada en niños
y adolescentes.

Revisión bibliográfica en diferentes bases de datos:Lilacs, Dialnet, Ime, Cinahl, Cuiden, y Scopus,
con límites de texto completo y filtro temporal de 10 últimos años. Se utilizan palabras claves y
revisión de calidad de las publicaciones con los criterios CASPE. Se agrupan por niveles de
evidencia y grado de recomendación del JBI.

Se seleccionan 25 artículos. Como resultado principal se confirma la idea de que para lograr un
éxito en el control de la enfermedad es de vital importancia la educación diabetológica del paciente
y su familia, que incluye entender todos los aspectos de la enfermedad, con énfasis en las
complicaciones agudas y crónicas. Se deben conocer los detalles de la acción de la insulina, ajustes
de las dosis, técnicas de inyección, entre otros aspectos. La educación nutricional y el ejercicio
físico es también de importancia y la implementación de planes nutricionales debe estar acorde a la
edad del niño.

La educación diabetológica se basa, sobre todo, en tres pilares fundamentales que son:
la insulina, una dieta sana y equilibrada y la actividad física. Si esta educación diabetológica se
realiza correctamente, está demostrada la efectividad en la salud de los pacientes, mediante la
disminución de los valores de hemoglobina glicosilada, las apariciones de complicaciones y días de
ingreso en los hospitales.
La educación debe estar dirigida tanto a los pacientes como a los padres, y dependiendo de la edad
y capacidad del niño se deben ir delegando responsabilidades para el autocuidado. El profesor debe
conocer la enfermedad y sus complicaciones agudas.