Exponer una actualización de las escalas de Valoración Geriátrica Integral (VGI) del anciano utilizadas en atención primaria.

Se realizó una revisión sistemática de la literatura, incluyendo los artículos publicados en los últimos 10 años, en español y en inglés, en bases de datos Fisterra, Scielo y Pubmed. Se planteó la búsqueda siguiendo el formato PICO.
Las palabras clave utilizadas han sido “valoración geriátrica integral”, “anciano”, “escalas” y “enfermería”.

Tras la revisión de los 15 artículos seleccionados, se observa que las escalas más utilizadas son:

Valoración funcional:
- Actividades Básicas de la Vida Viaria (ABVD):
• Índice de Barthel. (Nombrado en 12 artículos)
• Índice de Katz. (6)

- Actividades Instrumentales de la Vida Diaria (AIVD):
• Índice de Lawton y Brody. (9)

Valoración mental:
- Función cognitiva:
• Cuestionario de Pfeiffer. (6)
• Mini-Examen Cognoscitivo de Lobo (MEC). (7)
• Mini-Mental State Examination de Folstein (MMSE). (6)

- Función afectiva:
• Escala de Depresión Geriátrica de Yesavage.(6)
• Escala de Zung.(1)
• Escala de Depresión y Ansiedad de Goldberg .(1)

Valoración social:
• Escala de Valoración Socio-familiar de Gijón. (3)
• Escala OARS de recursos sociales. (3)

Las escalas de la VGI se agrupan atendiendo a cuatro aspectos fundamentales que son: la valoración clínica y funcional dentro de la valoración física, la valoración mental y la social, lo que se denomina la valoración cuádruple dinámica.
El aspecto más valorado a nivel de atención primaria es el funcional, siendo la escala más utilizada la de Barthel, seguida de la de Lawton y Brody.
Las escalas de valoración estandarizadas y validadas que se incluyen en la VGI se relacionan con numerosos beneficios como son la reducción del deterioro funcional y cognitivo, disminución de la mortalidad, estancia hospitalaria, reingresos, institucionalización, y por tanto, una mayor autonomía y calidad de vida.
Es necesaria la utilización de las escalas de la VGI por parte de enfermería, para la prevención del declive funcional, la detección de los síndromes geriátricos, la existencia de un problema social y/o mental y así mejorar su calidad de vida.