Las alteraciones en el sueño pueden suponer graves problemas de salud física, mental y social.
Con el presente estudio, nos disponemos a identificar diferencias de la calidad del sueño en cuanto a edad, sexo, estado civil o paternidad.

Estudio observacional, descriptivo y transversal. La muestra implica 1611 personas castellanomanchegas. Se han valorado las variables sexo, edad, hijos, estado civil y dormir acompañado. Como método de instrumento se ha utilizado el Índice de calidad del sueño de Pittsburgh, el cual se ha enviado a distintas redes sociales obteniéndose respuestas voluntarias, anónimas y sinceras.
El análisis estadístico se ha efectuado por medio de Chi Cuadrado y el Test exacto de Fisher (en caso de variables cualitativas) y con la T de Student y la U de Mann Withney (en caso de variables cuantitativas).

18% eran hombres y el 82% mujeres.
36% menores de 30 años, 45% entre 30-50 años y el 19% mayores de 50 años.
45% al menos un hijo.
45% casados, 6% divorciados, 48% solteros y 1% viudos.
El 37% calidad del sueño bastante mala.
El 21% tomó medicación para dormir y el 11% más de 3 veces a la semana.
La puntuación media del PSQI fue de 6,87.

La calidad del sueño de los castellanomanchegos es mala.
Las mujeres duermen peor que los hombres.
Los menores de 30 años tienen mejor calidad de sueño.
Las personas que tienen al menos un hijo, presentan una peor calidad de sueño que aquellas que no tienen ninguno.
Los solteros duermen mejor que los casados, estos mejor que los divorciados y estos mejor que los viudos.
Dormir acompañado no condiciona el sueño.
La juventud, no tener hijos y la soltería se relacionaron con mejor calidad de sueño, con puntuaciones más bajas en los componentes del PSQI, excepto en disfunción diurna.

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SUEÑO
CALIDAD
ALTERACIONES
DORMIR

ENERO DE 2019-MAYO DE 2019
Sin incluir en otra línea de investigación.
Sin evaluación o financiación externa.