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El pasado 30 de mayo se celebró en Madrid, convocada por su Presidente el Dr. D. Valentín Fuster, la segunda reunión del Observatorio de la Nutrición y de Estudio de la Obesidad. En la misma participó la Asociación de Enfermería Comunitaria (AEC) representada por Dª. Guillermina Marí Puget, vocal de Navarra.
En el curso de la reunión se presentaron los siguientes trabajos: Resultados preliminares del Estudio ALADINO 2013; Resultados del Estudio de contenido de sal en los alimentos en España 2009-2012 y Evaluación y Seguimiento de la Estrategia NAOS: Actualización y nuevos indicadores. Dichos estudios fueron valorados por el Dr. Fuster como de gran calidad y, se nos informó que próximamente se podrán consultar íntegramente ya que se publicaran y serán accesibles en la web del Observatorio.
También, se presentó el Programa Fifty-Fifty, que se trata de un estudio piloto de intervención comunitaria de promoción de la salud integral en población adulta, que a través de talleres formativos y motivacionales busca mejorar la salud integral en personas adultas de 25 a 50 años ayudándolas a corregir sus hábitos de salud y a implicarse en el autocontrol de los principales factores de riesgo de la enfermedad vascular: sobrepeso/obesidad, sedentarismo, tabaquismo y tensión arterial elevada.
En el mismo, el Presidente de la AEC, plantea la necesidad de compatibilizar el trabajo conjunto entre enfermeras expertas y especialistas para lograr avanzar en el desarrollo de la enfermería comunitaria.
Una vez más medios tan diversos como el que referenciamos se hacen eco de temas que resultan de vital importancia no tan solo para la enfermería sino para el sistema nacional de salud y para la población a la que se atiende.
La Secretaria General de Sanidad y Consumo, Dª Pilar Farjas Abadía, remitió el pasado día 17 contestación al escrito enviado por AEC (se adjunta) el día 22 de mayo en el que se le trasladaba a la Ministra de Sanidad la preocupación y el rechazo a la propuesta de cronograma (se adjunta) de implantación de las especialidades de enfermería, del que informamos en nuestra web. En la carta de contestación, la Secretaria General, hace una exposición de motivos que resultan totalmente insuficientes y carentes de justificación para AEC, además de no aportar ni un solo dato que permita albergar alguna esperanza de cambio. Ante esto, AEC, a través de su Presidente, ha remitido a Dª Pilar Farjas Abadía escrito a su respuesta (se adjunta) en el que plantea, punto por punto, contestación razonada y solicita se incorpore de manera inmediata a las sociedades científicas en el debate de desarrollo e implantación de las especialidades de enfermería. Así mismo se le han trasladado todos los comunicados conjuntos que al respecto han firmado diferentes sociedades científicas y organizaciones profesionales a petición de AEC (se adjuntan).
Desde AEC seguiremos trabajando en defensa de los intereses de la especialidad de Enfermería Familiar y Comunitaria y su desarrollo e implantación racional en el Sistema Nacional de Salud, que son, en definitiva, los intereses de las/os ciudadanas/os, de sus familias y de la comunidad en la que se integran.
Desde AEC queremos trasladar a las sociedades científicas firmantes su implicación en este proceso que resulta de vital importancia en el desarrollo e implantación de las especialidades de enfermería. El mismo será trasladado a los responsables de Ministerio de Sanidad como ya se hiciera con el resto de escritos anteriormente emitidos.
DE ESPECIALISTAS, DE ESPECIALIDADES Y DE ESPECIALIZACIÓN
No es un secreto para nadie que desde su creación hace, 20 años, la AEC siempre ha venido trabajando, reivindicando y peleando por la Especialidad. No en vano fue la primera Sociedad Científica de Enfermería Comunitaria en España y la primera que presentó una propuesta seria, fundamentada y realista de la especialidad de Enfermería Comunitaria.
Quienes iniciaron este proceso, con luces y sombras, con alegrías y tristezas, con realidades y utopías, pero en todos los casos con ilusión, motivación, implicación, paciencia, esfuerzo, emoción y con mucho, mucho trabajo, eran y siguen siendo enfermeras comunitarias.
Cuando después de muchos años, finalmente, se logró que la especialidad fuese una realidad, primero, con la publicación del RD 450/2005 de Especialidades de Enfermería en el que se recogía la Especialidad de Enfermería Familiar y Comunitaria, y posteriormente con el desarrollo del programa formativo, se alcanzó un objetivo anhelado y peleado.
Tras la creación de las primeras unidades docentes y la incorporación de las/os primeras/os residentes tomaba forma lo que, para muchas/os parecía una utopía. Tras dos años de formación acaban las/os primeras/os especialistas y se genera un nuevo escenario con múltiples actores/actrices. Un escenario incierto, en muchas ocasiones hostil, con muchas sombras y pocos claros, con peligros y amenazas, con escasas oportunidades, y con muchos obstáculos. Pero un escenario, al fin y al cabo, de convivencia, de esperanza y de futuro. Futuro que deben afrontar con decisión, valentía, coraje y determinación las enfermeras comunitarias. Todas, especialistas (por disponer de la especialidad por la vía que sea), expertas (quien tiene la experiencia aunque no esté reconocida formalmente), generalistas, todas.
Y es que no debemos perder nunca de vista que lo que seamos o dejemos de ser corresponderá a nuestra capacidad y voluntad de construir una realidad profesional de unidad, fortaleza y crecimiento continuo.
Ni las/os nuevas/os especialistas deben perder nunca de vista que lo son gracias al empeño, dedicación, persistencia, conocimiento y experiencia de las enfermeras comunitarias "no especialistas", pero ojo, enfermeras comunitarias "expertas", gracias a las cuales pueden existir hoy especialistas. Ni las enfermeras comunitarias "expertas" deben olvidar nunca que las nuevas "especialistas" son el resultado de un sueño en el que se creyó y por el que se trabajó durante mucho tiempo y que no es momento de identificar como rivales.
No es posible, por tanto, especialistas sin expertas, ni especialidad sin unidad.